-Ciertamente el ambiente de salida inconstitucional esta en el ambiente; la matriz de opinión negativa que la mediática contrarrevolucionaria hace su efecto negativo hacía adentro y afuera del país. Es como si estuvieran preparando a la opinión pública interna y externa, para luego justificar su zarpazo al estado de derecho que vive hoy por hoy el país.
-Considero que debemos detenernos por un instante a revisar si estamos entendiendo los signos de la coyuntura política por la que estamos atravesando en los actuales momentos. Porque en mi criterio, veo sinceramente mucha pasividad, algo así como si aquí no estuviera sucediendo nada, cuando es todo lo contrario. Los tambores de salida de facto se deja oír en el ruido y a veces silencio que hace la reacción.
La contrarrevolución, está en la calle, en los medios habidos y por haber, haciendo su juego, mientras que nosotros los revolucionarios, pareciera que padecemos el síndrome del avestruz; esperando que acontezca lo anunciado con platillos y tambores por la reacción; para entonces en caso de suceder lo que por ninguna razón debería de acontecer, salir a lamentarnos con lagrimas de cocodrilos.
Los anti venezolanos orquestados con la política hegemónica del imperio del norte, añoran y anuncian como una solución para ellos desde los propios medios televisivos de los Estados Unidos la muerte del líder del proceso bolivariano de América latina; y aquí quienes decimos ser patria o muerte con la revolución.;-nos quedamos como si nada. Es decir no reaccionamos como deber ser, es como si poco nada nos importara que el magnicidio se hiciera realidad en cualquier instante; lo cual generaría un caos, una tragedia de dimensiones sociales incalculables y no deseables para ningún país.
Por eso hago un llamado de atención a quienes históricamente hemos luchado por una Venezuela, con autodeterminación, libre e independiente de cualquier potencia; para que nos percatemos de la arremetida e intervención foránea que la bota extranjera está impulsando con sus aliados anti-venezolanos.
Esa actitud del gobierno de los Estados Unidos de descalificar a cada instante las políticas del gobierno de venezolano aunado a la ratificación del embajador Palmer como su representante, es una provocación e irrespeto a las normas que rigen la diplomacia, ya que los gobiernos que representan Estados o Repúblicas tienen la potestad de dar la buena pro a un diplomático o por el contrario rechazar su presencia en el país; y eso es lo que ha hecho libérrimamente el legitimo gobierno que representa al Estados Venezolano.
De esta reflexión saltan varios interrogantes: ¿Dónde esta el partido de la revolución, qué no baja líneas de lucha a su militancia? ¿Dónde esta el pueblo, los proletarios que no reaccionamos en defensa de nuestro líder? ¿Qué hace la llamada clase obrera, que burocratizada ni huele ni jede? Esto Para no preguntar por el rol que debiera estar cumpliendo la clase media, que tanto se ha beneficiado de este proceso..
-Si bien es cierto- queremos y luchamos por la paz, no podemos pasarnos de tontos, y dejar que en cualquier momento salte la libre de la contrarrevolución y se salga con las suyas; como aquel fatídico 11 de abril de 2002, de allí que tenemos y debemos declararnos en emergencia patria, para mantener la paz, pero si el adversario anti-venezolano nos quiere llevar al caos e inestabilidad del país, debemos salirles al paso, para tratar de evitar que Venezuela entre en la espiral de una política como la que por más de 60 años les ha tocado padecer al pueblo vecino de Colombia-
No vaya a ser que después salgamos lamentando o llorando como cobardes, lo que no fuimos capaces de defender en su momento.
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(*) Delegado Congreso PSUV.
macariosandoval@hotmail.com