En una nota anterior comentamos la facilidad que tienen los escuálidos para
“tragarse” todas las mentiras que inventan sus líderes y medios de
comunicación. En esa misma nota nos comprometimos a escribir ésta para
ampliar la información. He aquí lo que ofrecimos.
El 22 de febrero de 2007, Noticiero Digital, un periódico “muy serio” en el
cual se suelen publicar notas y expresiones de un “alto contenido moral y
humanístico”, en referencia al inicio de la Misión Revolución Energética
publicó una nota con el siguiente contenido: “Las bombillas ahorradoras de
energía son en realidad cámaras espías, a través de las cuales un equipo
de técnicos cubanos le hace seguimiento a miles de venezolanos opuestos al
régimen. Como si fuera poco, las bombillas emiten luz fría lo que causará
depresión en los ciudadanos”.
Para morirse de la risa, pero ¿tiene usted alguna idea de los miles de
venezolanos que aterrados se negaron a que les cambiaran las bombillas?
Aquello fue de locura; no fueron pocos los jóvenes agredidos por ofrecer en
una casa de escuálidos el cambio de bombillas.
Mi vecina, que es una máquina de absorber cuentos y leyendas escuálidas
decía con su acento maracucho: “Lo que pasa es que esos desgracios quieren
saber si a uno tiene suficiente comida, jabón y alguna habitación
disponible, pa’ zampale un par de cubanos”
Será ridículo, será tonto, será lo que usted quiera; pero es real y ocurre
en el mundo del escualidismo.
El 24 de diciembre de 2009 Johan Peña (ex comisario de la DISIP radicado en
Miami) declaró en una emisora local que Bin Laden había estado en la isla
de Margarita, protegido por Hugo Chávez.
¿Qué eso no le cree nadie? Ay Dios, no conoce usted a los escuálidos si
así piensa.
Eso fue un escándalo, los pobres ya se imaginaban los marines gringos
haciendo en Venezuela lo mismo que en Afganistán en la búsqueda del
barbudo. A la carrera salieron muchos para los “mayamis” a protegerse del
castigo que justamente nos daría Washington.
A raíz del acuerdo entre Venezuela y Rusia para construir una central
nuclear en el país, Antonio Ledezma, Alcalde Mayor de Caracas y todo un
erudito en la materia, expuso el 15 de octubre de 2010 a la agencia de
noticias EFE que “el gobierno está pensando en desarrollo atómico, en la
bomba atómica, cuando lo que tenemos es que apoyar las iniciativas para
desactivar esta bomba social”
Lo dijo Ledezma, lo cual no es raro pues está enfermo de bobera desde hace
mucho tiempo; pero lo repitieron millones de escuálidos que ya se
imaginaban al ejército venezolano desatando una guerra mundial al lanzar
una bomba atómica en New York… no les digo, bolsas es una definición sutil
y bondadosa para lo que en verdad son.
Mi vecina (la loquita) en septiembre de 2010 compró un contenedor completo
de toallas sanitarias. Andaba como loca la pobre bajando las toallas a
media noche para que los chavistas no se enteraran de su nuevo tesoro. ¿La
razón de esta actitud?
Elemental, las páginas de internet que alimentan la disociación psicótica,
habían dejado correr la voz de que Chávez iba a prohibir el uso de toallas
sanitarias en el país.
Fue comiquísimo ver a tantas escualiditas andar como hormigas alborotadas
recorriendo farmacias y supermercados en busca de lo que el régimen estaba
a punto de prohibir.Lo peor fue que no se habían recuperado del trauma cuando les mandaron otro
misil a su desguañingao cerebro: ¡Chávez va a prohibir los bikinis y las minifaldas!.
En esta última oportunidad, hasta los hombres se arrecharon.