Cuando llegué ya la vaina había empezado; yo debía componer un pescado, así que apenas pude ver en la pantallita a un animal que atacaba con saña y evidente morbosidad, al Ministro Ramírez.
No más, tuve que hacer oficio. “La autoridad” elevó el volumen del bicho pero ordené bajarlo porque yo podía distraerme y calarme un dedo con el afilado cuchillo y entonces sobrevendría en mí la decepción de percatarme, una vez más, de tener mi sangre roja rojita, en vez de azul, tal como “me habría gustado” pero, estoy jodido, ya no podré subir a la clase alta.
¡Qué vaina, debo restearme con la clase baja a la que pertenezco y perteneceré!- No tengo otra alternativa-.
Por añadidura, además de roja, mi sangre es caliente, por lo que no puedo saltar la talanquera hacia la clase alta porque para ello se necesita mucha sangre fría que no tengo. ¡Qué vaina, y ni siquiera tengo la sangre dulce sino salada! ¡Mucho menos para caerle bien a esa gente! Mejor me quedo acá.
Toda regla tiene una excepción al menos. Yo, sempiterno inconforme, no obstante ya me conformé con ser de la chusma y luchar hasta mi último aliento, por mi clase tan buena.
Pero, al grano. En el trajín de hacer oficios, meter los pies bajo la mesa, etc y volver a salir de casa, no tuve oportunidad de ver la vaina en la pantallita, así que varias horas después, al retornar, no me pude ubicar bien respeto al desarrollo de la comparecencia ministerial ante la Asamblea Popular-AN- lo que no me hizo falta, ya que la autoridad, aunque desobediente y testaruda, desplegó, como suele desplegar, una proverbial inteligencia y capacidad de síntesis: Me hizo saber a grandes rasgos que el Ministro Ramírez demostró sobradamente que el cambur verde mancha; y que, al tiempo, los cuatro ministros restantes afinaron el “cambur pintón” y dejaron aturulatados a los sinvergüenzas.
Supe además, que el “Cacique Taparita”-[véase Mandinga Dixi(onario)]-atacó a trocha y moche contra La Fuerza Armada Bolivariana.
De otro animal-misma calaña que el Taparita-de apellido Montoya, supe que éste ironizó en contra de evocar la Historia, se burló del hecho de citar a Cristobal Colón.
¡Claaaarooo!- la palabra colonización es derivada de lo que Cristóbal Colón hizo acá en pro del imperio español; Colón colonizó a América igual que Estados Unidos del norte coloniza el mundo y para ello tiene sus testaferros acá y en todas partes.
Ellos, los escuálidos, quieren borrar esa historia nefasta, de eso se trata. Les duele, la historia los acusa ante el pueblo, sí la historia fuese favorable a ellos, estarían encantados de que se ventilase pero, la verdad es que ellos están aliados al enemigo colonizador al que el pueblo detesta. Es por lo que pretenden seguir engañando.
Es clásico que la oposición apátrida revolotee como las moscas sobre la basura y se adhiera a los detalles escabrosos para escandalizar; nunca reconoce el fundamento de los beneficios sociales que asisten a nuestro sufrido pueblo, lo de ellos es la pura mezquindad, estorbar, sabotear, joder y escandalizar sin reparar en el daño de sus acciones, inclusive contra sí mismos; andan en una de locura, de eso se trata, de ahí que tarde o temprano caerán aplastados bajo el peso de sus maldades.
El animal al que me referí en principio, ironizaba de modo prepotente y altanero contra el Ministro Ramírez y pedía explicaciones acerca de la Plataforma gasífera que se hundió en el mar; salvo que es diputado no conozco otra referencia acerca del tipo pero por lo que oí, infiero que él sea diputado del estado Sucre. Pero el Ministro le dio en la matadura con respuestas tan contundentes que no de otra manera pueden ser calificadas sino como “Una tremenda patada en la oreja”.
¡Eso se hincha, compadre! -¡A beber aguemango!
El sinvergüenza parecía saborear las palabras como quien come un dulce, cuando con irónica insistencia decía: “…ministro, quiero que usted me diga…” y “…ministro…” y “…ministro…”.
¡Pobre loco al que la oposición insensata lleva a esa instancia!
Hay que refrescarle a ese pobre animal disfrazado de diputado que el Challenger explotó dejando una reguera de hombres y mujeres valiosas para la ciencia, desaparecidos; mientras que en el hundimiento de nuestra plataforma nadie tuvo el menor rasguño aparte del sustón que siempre da estar en el mar.
Y, se trató nada menos que de la primera potencia tecnológica del mundo actual, pero eso no le llama la atención al sinvergüenza sino que se burla de los esfuerzos de su propio país.
Hay que recordarle al necio, que por allá en el Golfo de México se hundió una plataforma petrolera gringa y hubo once muertos, decenas de lesionados y daños ecológicos irreparables contra la flora, contra la fauna, contra el ambiente y contra toda la humanidad. No obstante, nada de eso parece llamarle la atención.
¡Vaya que mierda de diputado escuálido!