Después que una "multitud" como de cincuenta personas bajó a Maiquetía a recibir en plan de héroe a Leopoldo López, luego de su viaje a la reunión de la CIDH, se nos ocurrió pensar que el Poder Judicial tiene en sus manos la posibilidad de dejar que el hombre se mida en el ruedo y podamos ver todos cuánta gente suma en verdad ese partido con el ostentoso nombre de Voluntad Popular. Mientras tanto, seguirá dándoselas de víctima y contará con poderosos apoyos para que en la OEA crean que aquí se le trata con maluqueza.
Si la MUD decidió ir a primarias para escoger su candidato para las elecciones de 2012, López tendría entonces el chance de medirse con su excompañero de partido, el hoy gobernador de Miranda, prematuramente lanzado como precandidato por su jefe, en una jugada que lo que busca es quemarlo antes de tiempo. Dos que salieron del mismo nido, con la misma filosofía de derecha, las mismas camisitas almidonadas, el hablar pausado de la gente educada y el apego a la tradición, a la familia y a la propiedad. Sería interesante.
Pero si a este par le toca contarse también con la señora Machado, a quien francamente no vemos haciendo campaña por el Amazonas, ni subiendo La Charneca, El Polvorín o La Dolorita, estaríamos hablando siempre de harinas del mismo costal. Ninguno de los tres suma.
Por los lados de UNT, la cosa está más difícil porque el veterano Barboza no se la va a dejar tan fácil a la señora Rosales, ni al gobernador del Zulia, a quien sólo conocen los zulianos. En su interior, él debe tener sus aspiracioncitas. Y por mucho que se guinde, tampoco imagino que la MUD le vaya a dar puerta franca a Ismael García. Ése se quedará como la guayabera.
Álvarez Paz también se anotó en la lista y otro que pareciera querer hacerlo es Eduardo Fernández, para complacer a aquellos nostálgicos que añoran el pasado. El único que no ha abierto la boca, y el que luciría con más chance, es Enrique Mendoza. Pero si le costó que le abrieran espacio para llegar a la AN, no le van a facilitar el camino a Miraflores. Esa pelea va a estar muy buena.
Mientras tanto, en la acera de enfrente, el otro esperará tranquilazo.