¡Qué vaina, “Bobolongo” se pasea entre la “Hojilla de Mariosilva” y el “Tenedor” de “Mandinga”!
¡Avemaríapurísima!
El editor de “El Nazi Onal”-valga también con “A” de cloaca-debe sacar su cruz (gamada) para ostentar su naturaleza.
La opinión pública es una fuerza de primerísimo orden y muy delicada, más bien, delicadísima. ¡Se mueve de instante en instante!
¿Qué sería de la Revolución Bolivariana sin Mariosilva, sin aporrea, sin Walter Martínez, sin Anzoátegui vive, sin abrebrecha, sin Nolia y sin “la Iguana” (tan buena), sin “La Bonita”-Vanessa (la Davies), la que me gusta más-sin la Elena Salcedo (que también me gusta), sin Ricardo Durán-éste es magnífico- sin la Indu Anderi, Yesica Sosa, la tal Dahir y la Siari, la Cristina González, el tal Vladimir Acosta que también es un buen muchacho y, particularmente los muchachos de ZKonducta?
El Amorín es otro gran muchacho de los buenos, de los que parecen poner alma, vida y corazón al proceso liberador patriótico.
Total, que hay mucha gente extraordinaria dando el todo por el todo y el pueblo tiene la responsabilidad de cuidarlos.
Todos deben esforzarse en intentar conocer la realidad, lo más posible y en base a ello, informar, sin olvidar que la verdad no basta sin la ética.
La información debe estar apegada no únicamente a la verdad sino, además, a la ética del humanismo revolucionario; no a la ética burguesa sino a la ética revolucionaria.
Nunca se debe ser extremista a la hora de informar y mucho menos en momentos de pulso atinado. Basta con no mentir, sobremanera, y saber jerarquizar el grado de la información.
Hay que dar una buena patada en el culo a los sinvergüenzas de la prensa sedicente, tal Boboman y etc.
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