Supe de un grupo de escuálidos que barajan la posibilidad de conformar una candidatura extra MUD y me pareció una iniciativa formidable.
Hasta donde pude husmear, me consta que al menos algunos de ellos son honestos y trabajadores aunque nunca falta un vivalapepa asomao. No afirmo que se trate de escuálidos francamente nacionalistas pero ya la determinación de deslastrarse de la MUD significa algo de pudor.
De no concretar esa candidatura para las presidenciales próximas, tendrán que hacerlo forzadamente después del revolcón de Octubre y les sería menos expedito porque la vorágine de la derrota los arrastraría hacia la desmoralización total y en tales circunstancias, reponerse, ni con agua´e mango.
De hacerlo desde ahora, también tendrán la derrota cifrada en la frente pero con un proyecto bien conformado y bien lejos de todo lo que huela a MUD, capitalizarían a mucha gente que anda enajenada y sin brújula; además, bajarían la abstención electoral y elevarían la fortaleza de nuestra democracia, lo que obviamente beneficia a todos excepto a la MUD que apuesta a la guerra, al caos, a la destrucción y atenta inclusive contra los propios intereses de su grey.
Aveledo, el gerente de la MUD, anda como perro echado, esconde su cinismo y su arrogancia, lo que junto es una fatalidad; y, espera el atajaperros de la escogencia para que unos y otros se devoren como esos luchadores de relleno en el circo de la lucha libre. Y, después, él-Aveledo-aparecer como el menos maltrecho, alzarse con el mamotreto y colorín colorao.
Lo único que une a la MUD es el odio al Presidente de la República, que es decir, el odio a los pobres y por extensión a tutilimundi; en consecuencia, en el negado de que ellos ganasen-bajo el engaño de sus seguidores-sobrevendría el caos por la rebatiña, la ingobernabilidad, y las fauces del tiburón que merodea con su bocota abierta, pretendería engullirnos a todos.
La MUD es como un reloj que atrasa-por decir lo menos, de otra forma-y sus seguidores ciegos deben detenerse a pensar un momento, sí acaso les conviene revisar su alocada carrera detrás de esa macolla que cobra y se da lo vuelto: ese gran sanedrín.
Los seguidores de la MUD deben revisar si es acertada o errónea su noción de porvenir y he ahí donde tiene justificación la alternativa de recomponerse en una candidatura que abogue al menos por un nacionalismo creíble.
Mientras tanto, Chávez avanza forjando el bienestar de todos y eso se explica en saber lo que quiere el pueblo: salud, techo, alimentación, estudio, trabajo, respeto, dignidad, soberanía patria, descanso, y muchas otras satisfacciones antes confiscadas por quienes ayer durante cuarenta años gobernaron con los motes de adecos y copeyanos pero que hoy cambiaron de máscaras y se hacen llamar MUD.
Tendrían que ofrecer algo superior a lo que ofrece y cumple Chávez y eso es cuesta arriba porque ya, ofrecer no basta.
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