Si tú, amigo López, fueras
sincero, te pararías allí en la Plaza Brión y dirías:"Está
bien, lo acepto, yo tampoco quiero mando, porque bastante que robé”.
Y aquella vaina se viene abajo, y todos nosotros, los escuálidos indignados,
que somos bastantes, por lo menos te aplaudimos y nos metemos de frente
en la vaina, pero tú no, que sí sigo y me inscribo, que salgo en gira
con la mejor Venezuela, coño, Leopoldito. Mírate en un espejo y habla
contigo y cuéntate: “Esa vaina no va para ninguna parte, me volvieron
a joder Primero Justicia y Un Nuevo Tiempo, y Ramos Allup no me quiere,
y sólo algún loco en Estados Unidos me puede apoyar, mejor dejo esta
vaina hasta aquí y sigo viviendo de la alcaldía de Chacao y mando
a Graterón bien lejos al carajo”.
Ese tiene que ser tu discurso,
amigo López, de sinceridad. Margot también está de acuerdo conmigo:
“López tiene que irse a la reserva, o a la gran reserva, porque si
no va a quedar como Ismael García, Andrés Velásquez y Gabriel Puerta,
y lo peor, como Fracaso Petkoff”.Así, amigo López, escucha por una
vez la voz de los que quieren ser pueblo pero el dictador no nos deja.
Vete a las duchas y te invitas a Fracaso Petkoff y a Pompeyo Márquez
para que te cuenten un cuento de la guerrilla venezolana. Aunque
a ti no te interesa esa vaina.
Si tú te vas, López,
serian tres los precandidatos que se han ido. Oswaldo Álvarez Paz,
César Pérez Vivas y tú, y te digo una vaina, si tú anuncias tu retirada
con un mitin en la Plaza Brión, y apoyando a Pablo Pérez o a Embajada
Radonski, coño, amigo, el tirano se va a asustar, y nosotros vamos
a bailar en una pata porque en octubre, si te he visto no me acuerdo,
Pablo Medina.
-Y quítame, este tormento,
porque tu silencio ya me dice adiós-, me canta Margot.