En política, y mucho menos en Venezuela, nadie entrega su capital a
cambio de nada. Cuando alguien tiene que ceder en una posición o declinar
una aspiración, siempre intenta obtener un beneficio a cambio,
proporcional a su capital político (léase respaldo popular). Las
alianzas, los pactos, las negociaciones son el resultado del uso que un
político hace de sus fortalezas.
En una contienda quienes se retiran como lo hicieron el mollejero de
premajunches que hace apenas dos meses juraban y perjuraban que
derrotarían al comandante Chávez, es porque no tienen seguidores, es
porque se dan cuenta que una cosa es hablar pistoladas frente a una
cámara de televisión y otra, muy diferente, contar con respaldo y
credibilidad popular.
Esa es la triste realidad de Oswaldo Álvarez Paz, Cecilia Sosa, Antonio
Ledezma, Cesar Pérez Vivas, Miguel Enrique, Otero, Eduardo Fernández y
otros que se fueron de la contienda electoral tal y como llegaron… con
una mano adelante y otras atrás en lo que a respaldo popular se refiere;
pero es además la realidad de los que se quedaron… ninguno tiene pueblo,
ninguno tiene capital político.
Si aún no queda clara la idea permítame, amigo lector, que exponga más
claramente lo que significa tener capital político:
Chávez se enferma y el pueblo llora y ora por él; Chávez no aparece en
escena y el pueblo se angustia y lo reclama; a Chávez lo secuestran y el
pueblo se lanza a su rescate; Chávez convoca a una marcha y el pueblo
asiste masivamente; Chávez toma una decisión y el pueblo le respalda;
Chávez dice que existe la posibilidad de que no sea candidato y el pueblo
grita NO con toda su alma…. Eso es tener capital político.
¿Quién puede hacer eso en la oposición? ¿Los que se retiraron? ¿Los que
se quedaron?
Todos sabemos la respuesta, por ello el título de esta nota.
Ninguno de los premajunches tiene capital, lo único que hacen es recoger
el odio que los medios sembraron en una buena parte de los venezolanos
contra Chávez. Todos los votos tienen por motivación al Presidente, ya
sea a favor o en contra. En ello nada o muy poco influye el nombre, las
ideas o los planes del opositor.
Sería interesante que la MUD lanzara de candidata a la presidencia a una
morrocoya. Si no es la Rosinés, les aseguro que obtiene los mismos votos
que Capriles, López o María Corina.
arellanoa@pdvsa.com
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