Alvaro, "Varito" y la MUD

¡Cualquiera es un señor! ¡Cualquiera es un ladrón”. Discépolo

Es una vaina seria cuando a uno le “tienen una carta guardada”, como solían decir los cumaneses.

Por eso, los gringos hacen de Varito lo que les venga en gana. Le tomaron de trompo servidor y guachafita, en las relaciones que mantuvo con el presidente Chávez, cuando fue presidente de Colombia.

Un día amanecía de pana burda del venezolano dispuesto a tender puentes con la guerrilla, a aquél rogaba que interpusiese sus buenos oficios y le otorgaba bandera alta para tales fines.

De repente, cuando menos se esperaba, daba un cambio radical y sugería y hasta denunciaba a Chávez de entrometido y colaborador de la guerrilla. Le ayudaba a montar a la azotea en busca de interlocutores y estando aún en subida le retiraba la escalera.

Ya al final de su mandato, cuando esperaba reelegirse, aspiración que le frustraron pese a tener, según decían las encuestas, una popularidad altamente inimaginable, optó por llevar a la OEA una acusación contra el gobierno de Venezuela, fundamentada en disparates, circunstancias insólitas y hasta chistosas. Por cierto, para aquel sainete, utilizó, porque Varito como usado es, le fascina usar a los demás, a un tal Hoyos, el pobre, quien puso la cómica que más se recordará en el organismo que preside Insulza y ahora está en estado de agonía.

Los gringos tienen a Varito, no en la mira, sino con la cabuya cortica, por la carta que de él guardan. Es resabido que la DEA, aunque nada respetable, le tiene en su consabida lista en el N° 82. Por ese “secretito” y otras razones menos coercitivas, le impusieron las siete bases militares para ahogar a Venezuela y aquella conducta inusual y bamboleante en sus relaciones con el Presidente Chávez, que terminó convirtiéndose, no ya en conducta pertinente de Estado o estadista, sino de damisela de dudosa reputación.

Pero Juan Manuel Santos y Chávez, actuando con realismo o pragmatismo, cada quien puede pensar lo que le parezca, recompusieron las relaciones entre dos países vecinos y entre los cuales siempre ha habida una relación muy fluida de diferente índole y necesaria.

Esa actitud bilateral coincide con el momento histórico en que nos preparamos para instalar CELAC. A Colombia se le ha querido utilizar, desde distintos espacios, para sabotear el magno evento que habrá de realizarse en Caracas.

Los gringos, es elemental, no quieren nada con el nuevo organismo. Es lo más parecido a la idea original de Bolívar y ellos allí no tendrán acceso. Significa un cambio significativo y supremo en las relaciones de nuestros pueblos.

Entonces, a última hora, porque siempre, de aquí en adelante habrá muchas de ellas, con la excusa de la próxima visita del presidente colombiano a Venezuela, Uribe de manera descarada se entromete en los asuntos venezolanos – justamente quien a Venezuela ha acusado de entrometida- y señala a gente de la MUD, en un vulgar intento de usarles, lo que deben hacer para enturbiar las relaciones entre los dos países y presidentes. ¿Qué pensará Varito de la oposición venezolana? ¿Le tiene en tan baja estima? ¿O vale decir, “cada ladrón juzga por su condición?”

Pero la mira esta en CELAC. Varito, con su cabuyita corta y su número 82 pintadito con sutileza como para que no se le vea, sigue haciendo su papelito de Celestina vieja, arrugada y amargada.

Provoca cantarle “Cambalache” de Discépolo:

¡Qué falta de respeto, que atropello

a la razón!

¡Cualquiera es un señor!

¡Cualquiera es un ladrón!

damas.eligio@gmail.com


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Eligio Damas

Militante de la izquierda de toda la vida. Nunca ha sido candidato a nada y menos ser llevado a tribunal alguno. Libre para opinar, sin tapaojos ni ataduras. Maestro de escuela de los de abajo.

 damas.eligio@gmail.com      @elidamas

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