Con nuestra revolución, ocurre todo lo contrario, cuando nuestro Presidente Chávez, anuncia una misión humanista, es porque ya está en vía de ser ejecutada. Es el único que habla y actúa a la vez. Anuncia y ejecuta. Habla, actúa y revoluciona. No pierde tiempo en proyectos. Cuando lo hace público, es porque ya se está asumiendo el inicio de su ejecución. Ah y le hace seguimiento. Nuestro Presidente Chávez, no sólo siembra la idea, sino que la vigila para que se logre su germinación para luego cosechar frutos que van orientados al beneficio del pueblo.
Los pueblos de Latinoamérica y del Caribe, están sintonizados con sus actuales gobiernos revolucionarios y muy especialmente nuestros compatriotas y camaradas venezolanos, incluso hasta aquellos hermanos que se encuentran en la tendencia política de los ni-ni, ya saben para donde va nuestro proceso. Por cierto, aprovecho para invitarlos a que no se autoexcluyan, de las bondades que nuestra revolución concede a nuestro pueblo, sin distingo social, ni parcialidad política. Sean autocríticos con ustedes mismos, los insto a que pongan en la balanza los pro y los contra de nuestra revolución, los aciertos y los desaciertos, y sin auto-engañarse sean ustedes sus propios jueces. Con justa conciencia, juzguen lo bueno y lo malo.
En materia de inseguridad, nuestra revolución está combatiéndola en su justa dimensión, no se trata de aplicar represión policial, como solían hacerlo en la cuarta, que le daban licencia para matar a un oficial de policía, y éste masacraba al que se le atravesara en su camino, sea delincuente o no, ahí pagaba todo el mundo, si era inocente le sembraban un arma o drogas. Reprimir policialmente es proliferar la violencia. El policía de nuestra revolución, más que socialista, debe ser una persona excepcionalmente humanista. Un profesional egresado de la Universidad, licenciado en ciencias policiales, penales y sobre todo, ser un sociólogo innato, con nociones básicas de sicología, para captar o detectar los perfiles sicológicos de las personas. Aunque los delincuentes de cuello blanco, aparentan una cualidad de “notables ciudadanos” que los hace intocables. No obstante, siempre tienen sus derrotas, que tarde o temprano les llega. Delincuentes de cuello blanco, desarmen tus bandas.
Vaya me fui por las ramas, pero volviendo al tema de los premajunches desintonizados con el pueblo, no hay todavía un candidato opositor, que tenga las cualidades humanistas de nuestro Presidente Chávez. Bueno creo que hay uno, que medio se parece a nuestro Presidente Chávez, pero ese señor con todo el respeto que le tengo, no está interesado en medirse, además está imposibilitado purgando condena. Los camaleones infiltrados en el gobierno, como lo fue el señor Rodolfo Sanz, se encargaron de apartarlo del lado de nuestro Presidente Chávez. Su visión nunca ha sido política, sino institucionalista. Por cierto, Rodolfo Sanz luego de su controvertido paso por el Ministerio del Poder Popular para las Industrias Básicas y Minería (Mibam), la plenaria de la Asamblea Nacional ratifica su designación como embajador de Venezuela en Ecuador. Sanz, antiguo militante de Patria Para Todos, abandonó el gabinete ejecutivo en medio de protestas laborales en el estado Bolívar y denuncias sobre supuestos manejos irregulares en la Corporación Venezolana de Guayana (CVG).
En cuanto al otro señor, confundió la institucionalidad con la política y los verdugos le hicieron pagar caro su error. La clave no era difundirla tan temprano, sino dejarla que se ejecutara bajo perfil. De hecho nuestro Presidente Chávez la ejecuta. Sí, la institucionalidad militar contribuye directamente en el desarrollo integral de la nación, están generando política de Estado, más no partidista. Ese señor al que me estoy refiriendo es mi viejo amigo y superior Raúl Baduel, que es un corrupto y traidor, me pregunto: ¿Cuántos corruptos y traidores hay en nuestra revolución, que andan muy campantes haciendo negocios con el dinero de nuestra patria? Hago esta exposición a título de reflexión, y pido que llevemos este tema a debate. Si nuestra revolución en lo regional, se llegara a debilitar, no será por culpa del pueblo. Recuerden lo que pasó en Carabobo y en Miranda, por citar dos ejemplos nada más. Hasta la próxima.