Es tal el convencimiento popular que el 12 de febrero, fecha gloriosa para la Patria y que los enemigos de ella utilizarán de manera abusiva para montar su show que denominan “elecciones primarias”, va a ser un día en que van a recibir su primera dosis de lo que vendrá el 7 de octubre para que por fin entiendan que son el pasado, que se están muriendo como alternativa y que solo les queda el honor de librar una última batalla en que sus pretensiones de llevar de nuevo este pueblo a la miseria, a la exclusión y a la dependencia, serán enterradas por siempre.
Mientras se devanan el coco con la esperanza de un hecho extraordinario como la desaparición del líder por su enfermedad, sin percatarse que ello solo está en la voluntad de Dios quien al parecer ya ha hecho el milagro, que con fe infinita millones de cristianos y de otras religiones le suplicamos, pero que de no ser así, el sentimiento que este hombre ha sembrado en el pais es irreversible y cualquiera que de suceder lo inevitable, temor que ya parece despejado, tomase las banderas revolucionarias, sería ungido por el pueblo, porque ya no es a un hombre a quien se sigue, ni siquiera a una esperanza pues esta ya se ha visto materializarse en realizaciones, sino a una idea, una doctrina, unos principios, propuestas y postulados que han demostrado son la única vía hacia lo que el Padre Libertador, verdadera inspiración de este proceso, llamó “la mayor suma de felicidad posible”.
Por el lado de quienes son la antítesis de esa felicidad y aspiran a ser, títeres, en nombre del monstruo del norte que pretende una vez más engullirse, como venia haciéndolo antes de la llegada de la revolución, a nuestro país, juntándolos todos no sale ni siquiera algo que se parezca a un estadista, un ser capaz de concitar voluntades, capacidades e intensiones, proyectar al pais fuera de nuestras fronteras, promover la paz y la unidad latinoamericana como para garantizar, que el camino andado y los éxitos logrados que sólo ellos se atreven a negar, se consoliden por siempre.
El salto que a partir del 08 de octubre va a dar este proceso hacia la radicalización del socialismo, no podrá ser impedido por nadie, así lo digan, como lo están diciendo quienes siempre como futurólogos, o astrólogos que solo sirven de contentillo al mundo escuálido, se han equivocado.
Sus fuentes del más allá, sus astros y sus conjunciones, su esoterismo los ha dejado muy mal parados y como siempre cuando no se cumplen sus predicciones, callan con un cinismo tan grande que si tuviesen vergüenza, se dedicarían a vender helados o otra cosa menos vergonzosa.
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