“El Pelùo”, aquel compañero que clamaba porque fundàsemos una escuela para inocular el odio, en lugar de invertir el tiempo estudiando aquellos folletos de filosofìa para iniciados y principios elementales de sociologìa y teorìa econòmica, los cuales segùn su percepciòn nos debilitaban y hacìan mojigatos, quizàs ahora en alguna parte debe estar repitiendo que candidatos de la MUD, se la pasan masturbàndose con sus gestos histriònicos y poses para llamar la atenciòn de un electorado que conciben amaestrado por los medios y la publicidad. Si asì fuese, no le faltarìan razones al viejo compañero, pues al venezolano de hoy, en su inmensa mayorìa, aquel que se bate a diario en la calle, no se puede engañar facilmente a travès de eso que Eduardo Liendo llamò la “cara de vidrio”, ni con unos titulares periodìsticos que sesgan la noticia.
A Capriles Radonski, quienes se encargan de su imagen, sabièndolo corto de mente, escuàlido de ideas y hasta de palabras, se empeñan en hacerle una imagen visual que le aleje de lo que es, un carajitajo de la “high”, naturaleza fascista, elitesco y le confunda con los panas del barrio. Asì visten, maquillan y hacen gesticular. Es màs, llama a todos a “abordar el mismo autobùs”, el predominante medio de transporte popular. Porque El Metro, aùn sigue siendo, pese todo, una alternativa caraqueña...
Cuando se acordò con Leopoldo y en un abrazo, emocionado, efusivo y con algo de ternura engendraron a Capoldo, ante la reacciòn de inconformidad de sus contrincantes, respondiò con un lugar comùn que no usò nunca su gente “por ordinario” y, ahora en desuso por parte de quienes antes le usaron. Como si hubiese descubierto por dònde le entra el agua al coco, respondiò a sus crìticos, “a quien le pique que se rasque”. ¡Què profundo!, comentò algùn jodedor y “El Pelùo”, pudo haberle calificado como un simple pajùo mental.
La autoflagelaciòn de Marìa es variapinta. Mujer al fin, apela a diferentes matices y estilos. Procura, eso cree ella, no parecerse a los demàs y vestir su imagen de polìtica de manera original. Suele eforzarse, sin que se le vea el èxito, por “salirse del rebaño”, como decìa Renny. Pero en ese empeño pareciera que tambien paja se vuelve y como agua se le escapa entre las manos. Habla de su capitalismo popular, sin que se haya borrado de la gente su entrevista con Bush. Pero acusa a sus contrincantes en la MUD, de conciliar con el gobierno cuando de las misiones se trata. Habla de acabar con ellas, porque segùn opina, por encima de todo, estàn los “principios”. Estos, para Marìa y la gente que le aupa, no son otra cosa que la ley del embudo. Se pajea y se flagela, creyendo que con eso y por haber irrespetado a Chàvez, abusando de la democracia que aquì impera y la caballerosidad del presidente, puede llegar a Miraflores.
Pablo Pèrez, el pobre, si es verdad que se agotò de un pajazo. ¿Quièn puede creer que siendo amanuense, emisario y portavoz de un desvalido mental como Rosales puede llegar muy lejos? Los reales para la campaña buenos son, pero aquel del cantar de ballenas y peras cosechadas en los hornos, no parece tampoco ser muy dado a aflojar el puño. Los gringos, por lo que parece, segùn la propaganda que en calle abunda, como si se juegan el billete entero a Capriles. El capital internacional y el interno a aquel asociado, como si se reparten entre el gobernador de Miranda y la Marìa. Pablo Pèrez, parece contar con Ramos Allup, el arca de la Gobernaciòn del Zulia, los restos esparcidos de AD y el polvillo còsmico de Copei.
El pajazo de Diego Arria, consiste en creer que sus cirugìas faciales, sus implantes PIP, le sirven para que los venezolanos, de derecha o de izquierda, le hayan olvidado. Por eso, como si fuese Chàvez, ofrece un nuevo proceso constituyente; llamado por cierto, o lanzado de guante, recogido para sorpresa nuestra, por el inefable Pablo Medina. Y es inefable esa coincidencia; en lo del referendo y rechazo mutuo al “Plan de Gobierno de la MUD”. Paja pura, pieza interpretada a dos manos.
Pero el mayor pajazo mental de los ùltimos dìas es autorìa de Pablo Medina, un autèntico ejercicio individual y en solitario. Tan solitario que el acto al cual alude en su imaginaciòn para satisfacerse, lo concibe tambièn sòlo, entre tinieblas u oscuranas y con las “calles vacìas”. Pablo, ha anunciado que irà, uno ya no sabe dònde, porque van a tantas partes, a denunciar que el presidente, està planificando ìngrimo un autogolpe o un pajazo.
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