Cuando la banca privada firmó la famosa “acta decreto-Carmona” nos enteramos que los banqueros también estaban involucrados en el golpe.
Ahora los escondidos golpistas de ayer han decidido usar sus empresas (bancos, cervezas, cadenas de farmacias, embotelladoras, etc.) y símbolos, afincados en el imaginario colectivo como armas políticas, emitiendo mensajes directos, casos: Banesco, Farmahorro.
Nunca habíamos visto tanta ¿sinceridad? del capitalismo. Los ricos con sus acciones dicen: estamos contra usted Presidente Chávez.
El epicentro de la conspiración contra la revolución y contra el Presidente Hugo Chávez -diseño de la campaña publicitaria y operaciones especiales de desestabilización- está en Panamá, adonde viajan con cierta frecuencia empresarios y políticos de oposición.
En Panamá se han creado empresas de maletín para la fuga, desvío e intercambio de divisas -dólares- con que se financia la conspiración y al candidato opositor.
Los asesores de la CIA, en operaciones psicológicas han querido asociar la palabra “progreso” del candidato fascista a empresas como Banesco, Polar, Farmahorro, Cocacola, Pepsicola.
Los asesores de la CIA invitan -Banesco- a Venezuela a expresidentes neoliberales (capitalistas salvajes) vendidos como de “centro izquierda” y por asociación tratan de atribuir el discurso de los expresidentes al candidato opositor: cualidad que no tiene.
No hay dudas: Es el capitalismo contra Chávez. ¡No Volverán!
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