Es sorprendente, todo lo que uno sabe caduca cada cierto tiempo pero, como toda regla tiene al menos, una excepción, he aquí una bien buena: ¡Adeco es adeco hasta que se muere!
Es que el adecosaurio Edgar Zambrano dijo que él enviaría a sus pupilos armados con tremendas cabillas y, con una banderita blanca, en punta, para dirimir supremacías con los potentados de Falcon Crest allá en Lara, para lavar la afrenta, puesto que éste les zampó unos bergajazos a sus muchachos cuando éstos fueron a gritar ¡Capriles, Capriles, rá rá rá! Allá en Barquisimeto.
La trifulca se suscitó posiblemente porque los adecosauros rozaron con los petimetres y trataron de posicionarse, es lo que entiendo a partir de algunas informaciones previas, a lo que añado la información precisa de un buen camarada, que me hizo llegar su versión particular y a partir de la cual estimo que hay que invitar a esos compatriotas adecos(aurios) a reflexionar y, a no enturbiar más el ambiente.
¡Se supone que exhibir una banderita blanca es signo de reflexión!
Ahora bien, sí esa banderita blanca está sujeta a una cabilla agresora, es que se trata de la misma estrategia que usó Uribe Vélez para burlarse de la Cruz Roja Internacional y causar lo que causó, por todos sabido.
¿La misma estrategia, inclusive entre ellos mismos, para desparramarla luego entre nosotros, amantes de la paz?
¡Valga hacerle un llamado de paz y diálogo al Diputado Edgar Zambrano!
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