¡Hacer que el gran público se comprometa con los detalles no visibles de la información, conscientemente, podría evitar errores fatales y desgracias!
Confrontar a Capriles es una cosa y confrontar a la MUD es otra; aquél es sólo una añagaza efímera pero ésta –la MUD- es un proyecto político de envergadura, aunque fallido.
Capriles, personalmente, es sólo un distractivo, no hay que perderlo de vista ni un segundo de tiempo, aunque sea un bagazo, pero la oposición se juega es la posibilidad de conformar un frente político con eso de la MUD y ahí hay que estar muy claros.
El trapiche gira y muele, produce bagazo y produce la pulpa, pero el bagazo sirve como combustible, es leña que alimenta la caldera donde se procesa la pulpa, el bagazo no es un fin sino un medio, helo ahí a Capriles.
Si enfocamos todo el combate contra Capriles sería erróneo porque luego la MUD se cuela entre las patas de los caballos y una vez ya chamuscado y en desuso aquél, el enemigo avanzaría con su plan de largo plazo, aplastar la revolución y ponerle las garras a la Faja Petrolera del Orinoco.
Capriles es el peor hombre que Obama pudo escoger para confrontar a Chávez como candidato a los próximos comicios presidenciales pero, eso tiene una lectura sencilla: distraer.
A sabiendas de la imbatibilidad de Chávez, era como echarle sebo a perro, eso de escoger a lo peorcito de lo peor para salir del paso, es decir, guardar las formas y presentar un candidato, pero por detrás, lo que está en juego es la conformación de un frente político que a futuro pueda echarle manos a la Faja Petrolera del Gran Orinoco, no lo olvidemos, la Faja Petrolera del Orinoco; eso hay que repetirlo y repetirlo en el debate, una y más veces.
Desde Cristóbal Colón hasta ahora, las oligarquías han ostentado violencia, violencia y violencia como expresión concreta de ideologías de dominación y, no en balde, ahora éstas se ponen de manifiesto contra los muchachos de la prensa popular.
La violencia es emblemática de las oligarquías, miren que la esclavitud a la que ellos sometieron siempre a nuestros hermanos aborígenes y a negros cazados como a animales en el Continente Africano y traídos a América, dice todo; la oligarquía monopoliza el oficio de la violencia, eso le es propio, esa es su característica y su razón para subyugar a los pobres, siempre se ha puesto de manifiesto en la señora ricachona que contrata a una mujer pobre para que le lave y le planche la ropa, le limpie las pocetas, le haga la comida y le cuide el césped, a cambio de limosnas y humillaciones, aparte de no concederle seguridad social y una vez ésta, ya anciana y desvalida, echada de bagazo, por aquélla.
Y así el obrero de manos callosas en la cadena de producción capitalista, es el mismo cuento, la misma rutina, la misma relación de explotación salvaje, de esclavitud y humillación.
Cristobal Colón vino hasta acá a esclavizar y a masacrar a nuestros aborígenes pero mucho atrás en el decurso del tiempo, la primera guerra surgió a la par de la primera propiedad privada: Antes de ese hecho el hombre era recolector y vivía en comunidades, compartía la tierra y la comida pero una vez que clavó estacas y dijo esta vaina es mía y sólo mía empezó la disputa y de ahí a las guerras y a la esclavitud del hombre por el hombre.
Colón, mucho más acá de entonces, es un capítulo en esa vorágine; es obvio que colonización proviene de Colón; colonización es violencia, esclavitud, sangre, humillación de los potentados en contra de los desvalidos y por eso la oligarquía promueve la desigualdad social, le niega formación, salud y bienestar al gran pueblo, precisamente para mantener un mercado de esclavos.
La agresión de Capriles y de la MUD contra los periodistas patriotas es evidencia de que la oligarquía monopoliza la violencia para sus grotescos fines, ellos siempre apelan a la violencia en todas sus formas, aquí no hay mayor manifestación de violencia que las promesas incumplidas durante cuarenta años del patuque de “puntofijo”, la violencia es la naturaleza del enemigo del pueblo en la figura de los relambeñemas de la MUD.
Quieren esconderle la verdad al pueblo porque saben que toda persona por lo general actúa en función de la información que posea y una información veraz no les favorece, los dejan al desnudo; sus estrategias consisten en invertir los valores de la sociedad y cubrir la realidad con un ropaje que representa la trampa, así Capriles se las da de progresista, siendo que él representa el atraso y la discriminación, la exclusión de amplios sectores sociales de los beneficios de la renta petrolera, y la maledicencia de su pestilente oligarquía, es un pabobo bolsa.
El enemigo imperial infiltra cada movimiento rebelde y para ello se vale de estropajos como Gabriel Puerta, por ejemplo, y helo ahí que desde asumir la jefatura de seguridad de la gobernación del Estado Miranda, el tal Gabriel y su movimiento Bandera Roja, desde esa instancia conformaron su patota de gorilas, reforzados con ex agentes de DISIP y de otras organizaciones policiales, expulsados de sus respectivos sitios de trabajo por conductas indebidas pero, reclutados por la oligarquía para que hagan de cancerberos, de ahí provienen los ejecutores de la violencia física contra los periodistas patriotas pero la MUD y Capriles, autores intelectuales del bochornoso y vil atentado contra los valientes muchachos de la prensa decente, son quienes deben hacerle frente a la justicia, en primera instancia.
En la información de calidad el conocimiento debe estar de por medio, así que sabotear el proceso informativo es una crueldad; si la información no nos hace avanzar hacia el conocimiento de la realidad, no sirve.
La comunicación de calidad es una herramienta para la paz; los riesgos de no tender hacia un equilibrio informativo nos llevan a la confrontación porque se desatan los odios y eso hay que tratar de evitarlo a toda costa.
Digamos que toda percepción es una selección de la cabeza; si tú o yo o fulano no podemos hacer una interpretación coherente de los fenómenos sociales y políticos, estaremos jodidos; así que el enemigo trata de bloquear nuestras percepciones, precisamente para jodernos.
La violencia contra periodistas decentes es una provocación, pisar el peine sería funesto, hay que explorar vías de solución del conflicto pero es bueno saber que tal violencia emana de expresas directrices del comando de campaña de Capriles, puesto que ya es sistemática, no casual.
La violencia es, harto sabido, “el modus operandi” de esos carajos, esa es su naturaleza y su razón de ser; así que con los antecedentes calienticos, a ese respecto, sería irresponsable enviar a los periodistas patriotas a exponer su integridad física y moral en esos escenarios difíciles, sin una protección eficaz porque no vale la pena exponer una vida por una información sea cual fuere.
La autocrítica valga para todos.
La realidad nunca es estática sino relacional, en evolución, apelemos a las proyecciones y que siempre prevalezcan no sólo la verdad sino la ética del pueblo.
oceanoatlanticoguillermo@gmail.com