Y ese camino que anuncia la oposición es el camino dejado atrás. El camino del robo, de la corrupción, del adulterio, de la intriga, del abuso a los bienes públicos, el camino que atrasó la historia, el camino donde algunos se detenían a planificar traiciones a la patria: ese es el camino que anuncia la oposición venezolana y su aburrido candidato del cual dijeron tiene un camino copeyano ahora convertido en demagogia.
El Camino que anuncia la oposición y su candidato, es el mismo camino gris de cuando continuaron la dictadura de Pérez Jiménez con el sello de la “democracia representativa”. Ese camino se dejó atrás y Antonio Machado no los recuerda… “se hace camino al andar y al volver la vista…” Ese camino no lo quiere el pueblo en su mayoría, porque de ese camino ya tiene una gran experiencia negativa. El camino de los fascistas disfrazados de “amantes de la patria”, el pasado gris no volverá en el futuro porque en la memoria de la mayoría venezolana no existe”gozar con el dolor”.
EL CAMINO QUE ANUNCIA LA OPOSICIÓN tiene a corta distancia un gran muro de hormigón con un bunker donde se anidan los enemigos de la patria a planificar venganzas, discriminaciones, ostracismos. El camino que anuncia la oposición es una trampa caza bobo, un agujero recubierto con arena para hacer caer incautos. Da sentimiento que un ser humano nacido en esta patria bolivariana pueda estar de acuerdo con esos fabricantes de caminos de sangre. El mundo está dejando en el olvido esos caminos, porque de ellos ha caído días, meses, años y siglos, lanzados por los mimos fascistas que hoy en Venezuela intentar convencer a una mayoría que acepte la vuelta atrás.
El camino pertenece al pasado sin gloria. El pasado de la mutilación producida por la aleación adeco copeyana a cuyo reducto perteneció quien llama al camino dándosela de angelito escapado del cielo a traer la buena nueva. Todo el pueblo sabe que quien ha transitado ese camino, es un diabólico personaje llamada Enrique C. Radonski. Elemento que perteneció a la plana de aquellos que se regocijaban en mantener al pueblo en los más bajos canales de la pobreza mientras ellos construían urbanizaciones lujosas al este de la ciudad. El pueblo no quiere ese camino. Lo que busca el pueblo es la cima a la equidad, a la justicia, desde donde pueda ver toda la geografía de la patria en igualdad para todos y no observar lo de hoy: millonarios al este, pobres a los otros tres puntos cardinales, que empero están luchando por erradicar las desigualdades.
El Camino se lo tragó el pueblo y no piensa regurgitarlo; anhela mantenerlo apresado para que pague todos los males que ocasionó durante medio siglo. Es inútil prometer camino creyendo que el pueblo sufre de amnesia, de olvido, de sadomasoquismo. El candidato Camino es alguien al que hay que borrar de la gran pizarra por abusador, por golpista, por pretender que el pueblo es un animal irracional que goza con la hierba chamuscada que él le pone en la poceta.
El pueblo el único camino que tomó desde 1998 es el camino al socialismo, el camino a la potencia humana tecnológica en el cual hoy se regodea feliz. El camino del ayer no tiene vida hoy, ha sido recortado en su infraestructura, era un camino de anime, perverso, dictatorial, asesino, sin ninguna razón para seguir jodiendo a la clase trabajadora. El camino desde el cual cuelga el candidato de la escasez cerebral es una burla a la inteligencia, deteriorado, sin fuerza, oscurantista, huérfano de proyectos, apegados a un modernismo sólo para idiotas, quienes desde los centros comerciales hablan como tontos mientras anotan los precios de los productos que les pide el consumismo que mata y cobra.
El camino que ofrece la oposición no tiene espacio en el siglo XXI. Es parte del oscurantismo, de aquellos años de orgías palaciegas, de borracheras hoteleras, de lanzamientos desde helicópteros. La juventud traspasó el umbral del destino. Ningún joven hombre o mujer quedará atrapado en ese camino desde los cuales lanzaron a sus padres, a sus madres, a sus familiares. El camino que intenta la oposición con su candidato Enrique C. RadoNSki al frente es algo inhumano, un guión de esas monstruosas películas con las cuales los gringos adormecen enfermos Y ELLOS SALEN GANANDO COMO PROTAGONISTAS en dinero e idiotizando masas.
EL CAMINO QUE ANHELA EL PUEBLO ES EL SOCIALISMO, porque está visto, está comprobado, que esos caminos implantados por las burguesías del mundo, han sido grandes fracasos y reitero: “al volver la vista atrás…” Por eso no nos preocupa que la oposición con su candidato Camino intente reinventar sus caminos, el pueblo es otra cosa: cero planchita de zing, cero madera de la Ford Motor Company, ahora hay dignidad, el pueblo ha despertado, el camino de la oposición es una camino no de espina, es un camino de entreguismo, de sumisión, de lamesuela a los gringos que andan desaforados en busca del oro negro prometido por sus eternos lacayos. El Camino lo hizo la revolución, no hay terreno para otro camino. El candidato de la oposición fracasó con el autobús porque no tiene CAMINO para usarlo.
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