Cuando oímos al candidato de la derecha prometiendo que en su hipotética administración va a ejecutar las políticas que el actual gobierno está desarrollando y a la vez niega los logros de éste al compararlo con las administraciones anteriores; es cuando entendemos porque a él y a su oligarquía seguidora no les gusta recordar, ni quieren que la juventud conozca los “logros políticos” de la IV República, cuyos protagonistas le acompañan en la MUD.
Como la memoria se hace corta para tantos detalles pasados ante la dinámica de cambios que se suceden vertiginosamente en el proceso revolucionario, es una obligación plantearle al candidato opositor el escenario que vivían los venezolanos en la segunda mitad de los años 70 del siglo pasado bajo el primer mandato de Carlos Andrés Pérez ; para ello ningún documento parece más adecuado que el estudio llevado a cabo por la Oficina Central de Coordinación y Planificación (CORDIPLAN), que por sus resultados no se hiciera público y que Michel Chossudovsky recoge en su libro “La miseria en Venezuela” (Mapa de la pobreza en Venezuela) editado por Vadell hermanos en ediciones del 16 y 27 de octubre de 1977. (Entonces estaba en desarrollo el V Plan de la Nación, Gaceta Oficial Nº 1860 del 11 de mayo de 1976. Pág 3.)
El resumen de la contraportada del referido libro nos ilustra que:
Más del 70% de los venezolanos y la casi totalidad de la población agrícola vivía en condiciones de subalimentación y que la mitad de los niños presentaban algún grado de desnutrición.
Que un venezolano, de cada tres en edad de trabajar estaba desocupado o subempleado.
Que dos venezolanos, de cada tres ocupados en actividades no-agrícolas y la casi totalidad de los ocupados en actividades agrícolas, percibían ingresos mensuales inferiores al salario mínimo de subsistencia.
Casi una cuarta parte de los venezolanos eran analfabetos y más de un niño de cada cinco estaba marginado del sistema de educación.
Que uno de cada tres niños de los que estudiaban terminaban la primaria y en el medio rural, más de la mitad de los niños no se inscribían en el primer grado y apenas uno o dos terminaban la primaria.
La mitad de la población vivía en un rancho no disponía de agua y de una estructura sanitaria adecuada en el interior de su vivienda.
Casi una de cada cuatro familias no disponían de electricidad en sus viviendas.
¡ESTA ERA LA VENEZUELA MILLONARIA!
Venezuela sin embargo era vista internacionalmente como modelo de cambio social y así lo anunciaba al mundo el “Financial Times” de Londres, cuando declaraba: “Puede considerarse afortunado cualquier país que cuente con enormes reservas de petróleo, un gobierno pluralista, un clima agradable y las mujeres más hermosas del mundo” (declaración fortuita para el análisis). Otros diarios y otros países se hacían eco de estas apreciaciones capitalistas, los mismos que hoy atacan indiscriminadamente a nuestro proceso revolucionario, ignorando Las Misiones Bolivarianas que han erradicado todos estos males, saldando la deuda social contraída en el pasado.
Y para terminar este artículo quiero señalarle al docto y erudito candidato de la MUD que los cambios no se dan por suplantaciones sucesivas de gobiernos, esto sólo lleva a involuciones epilépticas contrarias al desarrollo de los pueblos y al tan cacareado progreso que él promete. Los cambios sociales, políticos y económicos, debidamente interrelacionados solo son posibles en un marco de continuidad en el tiempo, como viene sucediendo en nuestro proceso Revolucionario Bolivariano, al que por ahora sumaremos seis años más el próximo 7 de octubre.
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