Al parecer la oposición venezolana
no ha sabido canalizar estas lecciones. Durante los años que lleva
tratando de quitar a Chávez no se han dado cuenta que “deseos no
preñan” y que en contraposición a esos fanáticos cultos al odio,
el pueblo venezolano en su mayoría le ha dado 20 puntos a Chávez en
lo que considera la máxima felicidad: ¡El amor!
Y es inevitable que quien da
amor igualmente lo recibe. Un caso verdaderamente para el análisis
político y la patología médica lo tenemos con Mariacorina Machado.
En este instante si a alguien se le ocurriera salir a la calle a preguntar
su pensamiento sobre esta mujer, no cabe la menor duda de que las respuestas
serían en su contra, porque en política hay que saber utilizar la
lengua y el cerebro, algo que Maricorina nunca ha aprendido. Su lamentable
arrogancia, su altanería de albañal, su pose de diva de laboratorio,
la sepultaron. Su escaso verbo donde no florece una frase de comprensión
ni respeto, su alocada demagogia, su precariedad para ganarse el cariño
de la gente y la temerosa osadía de ponerse irrespetuosamente contra
el icono de la mayoría en la AN, le cancelaron su vuelo a las alturas
del poder. Ni con todo el dinero que posee, podrá comprar un cc de
amor de esas niñas a las que llamó prostitutas ni menos a las madres
venezolanas. Es capaz de salir a desmentir que lo dijo, pero no hay
vuelta atrás.
En la última medición que
se hizo sobre los partidos AD y COPEI fue evidente que se quedaron para
siempre a ras del suelo que miles de veces pisotearon. Uno de los culpables
de la debacle de AD además de sus criminales gobiernos es Henry Ramos
Allup. Este oscuro personaje se creó una fama de guachamarón parasitario
que no lo brinca una gacela de Monterrey. Su nefasta declaración sobre
un fraude cometido por la revolución, le colocaron encima miles de
palas de tierra las cuales no les será fácil apartar de ahí por siempre
jamás, porque en esa acción Henry Ramos Allup demostró que
es un pobre infeliz de la política al mentir, irrespetando a
millones de seres humanos que les dieron su voto a Chávez. Henry Ramos
Allup tiene fama de “vago de congreso” y eso es pecado capital.
Esta será su última alharaca en la política: el mismo pueblo saldrá
a protestar sus necedades de anciano cacatúa si es que es las débiles
neuronas le baila la misma repetición de ayer.
Álvarez Paz, Eduardo, y otros
copeyanos a los que el mundo se les empequeñeció para siempre, pasarán
a engrosar la lista de los que no estarán de nuevo, porque es evidente
que otra generación será la primera en desterrarlos de la misma cueva
donde ya no caben más mojones. Julio Borges al igual que los que nunca
llegaron, estará estancado como pagando una culpa de mentiroso, de
caluroso fanático de la mentira. Sus repetidos lecos de que “Yo no
veo las viviendas que ha hecho el gobierno “ Chávez está reglando
nuestro petróleo”, les fueron adversos. El pueblo habita esas viviendas
y las ve por todas partes. El pueblo venezolano es maternal, paternal,
aquí cualquiera comparte su pan, su arepa, sus caraotas y su arroz,
y Julio Borges ha quedado en la mente del pueblo amoroso como un sujeto
que no tiene alma, que no les importa los niños que pasan sed y hambre,
porque son CUBANOS, Centroamericanos o habitan en los barrios y cerros.
El pueblo no acepta a quien odia a los niños. El recuerdo del NIÑO
JESÚS es su gran muestra de amor universal. Julio Borges cometió el
gran pecado de su vida. Al igual que Maricorina nunca podrá enmendar
esta falla que lo aniquiló para siempre. Además que Primero Justicia
hecho con un dinero robado a PDVSA no tiene una micra de la bella y
pura idiosincrasia del venezolano. Partido para los sin amores.
Leopoldo López y Enrique C Radonski no conocen al pueblo venezolano, ellos han estado siempre dentro del perímetro de la burguesía. Leopoldo López es un sujeto capaz de vender su propia identidad si es posible al extranjero. Mientras Uribe ofende, se ríe de los venezolanos y amenaza con caerle a bombas a Venezuela, Leopoldo López lo celebra. Leopoldo López y Enrique C. Radonski jamás han tenido la suerte de ver el patriotismo de los jóvenes venezolanos, de los que no andan tirando físico por los centros comerciales, porque son los que se levantan todos los días a trabajar, a luchar por sobrevivir son HOMBRES, tienen un deber con la vida de sus congéneres. Leopoldo López tendrá un réquiem, su salida de la política es evidente. Y en eso nada tendrá que ver que sea joven; el pueblo comenzó a castigar a los traidores hace 13 años, ellos no serán la excepción de la regla.