La denuncia reciente hecha por Mario Silva, en La Hojilla, relacionada con el estreno de la película Tiempos de Dictadura en los cines comerciales del país, anunciada nada más y nada menos que por el Mata Cura, precisamente en estos últimos días de campaña, como dijo Mario, se trata de una acción más de la derecha mediática en su intento desesperado de cambiar la percepción y sentido de triunfo que tiene el Pueblo para la Reelección del Comandante.
Para esta película, entre otras barbaridades, se diseñaron mensajes que procuran borrar la memoria, que podemos definir como lo no escrito en la historia oficial del Puntofijismo pero que se transmite de boca en boca desde las generaciones no políticas que vivieron la dictadura, aquello de que cuando Pérez Jiménez, la seguridad y tranquilidad eran tales, que “cualquiera podía dormir con la puerta abierta y no le pasaba nada o que la policía conseguía a un borrachito en la calle de noche y lo llevaba a su casa”, cuestión que ha permitido de una manera u otra, la justificación para un recuerdo nostálgico.
De igual modo, concebido como está el film, va dirigido fundamentalmente a población de los indiferentes, distraídos o a quienes vienen asumiendo la política como algo no útil, que siendo un número bastante importante de votantes, jóvenes principalmente, va a las salas de cine en procura de distracción.
Pero cuál es el fondo real de los creadores de la fulana película, pues, resaltar dos situaciones con pinceladas alegando utilizados para manipular la voluntad de la población, para luego traerlas a lo actual y empeñarse en compararlas con el gobierno del Presidente Chávez: 1) El gobierno de Pérez Jiménez se basó en el concreto y la cabilla, lo cual todavía se ve, visto por todos, en las imborrables construcciones de autopistas, carreteras, edificios diversos y la planificación de la red ferroviaria por toda Venezuela que estaba por comenzar; 2) Le férrea represión policial desatada contra todos los venezolanos.
Asimismo, trata la película de hacer ver que luego de la tempestad de la dictadura vino la calma de la democracia, pero que estamos en el punto de perderla definitivamente si gana Chávez otra vez. Es aquí donde tenemos que tomar partida los revolucionarios, cuando, sin defender a Pérez Jiménez, debemos presentarnos en las salas de cine, volante en mano y llevarle a ese público que verá la película, la verdadera historia; la que estamos escribiendo los derrotados del puntofismo. Tenemos que decirles que las construcciones que el Comandante Chávez levanta y que fueron desmontadas por los diregentes adecos y copeyanos, se corresponden con la necesaria política de Estado que no llevará a todos los venezolanos a contar con infraestructura para lograr el máximo desarrollo como ciudadanos y como nación soberana que somos; asimismo, que jamás, en Venezuela se ha vivido dentro de las libertades democráticas, como en estos gobiernos chavistas, tanto, que los mismos opositores, dicen y muchas veces hacen lo que les da la gana, bajo las más amplias libertades, adunado a la vulgar impunidad, muchas veces.
Igualmente tenemos que decirles a esos visitantes de las salas de cines que la llamada democracia puntofijista, no fue más que la continuidad en grado superlativo de un estado de brutal represión contra hombres y mujeres obreros, campesinos, estudiantes, intelectuales y muchos militares patriotas, implementando torturas crueles, asesinatos, persecuciones, secuestros y desapariciones; allanamientos de inmunidad parlamentaria a diputados, declarando ilegales las huelgas, con suspensiones de derechos constitucionales e imposición de estado de sitio; pero sobre todo, que significó la entrega al imperio estadounidense, todos nuestros recursos naturales y energéticos que les sirvió para erigirse como la potencia militar y asesina que es hoy se ve impuesta en el mundo, representado fielmente en esta campaña electoral hacia el 07/Oct., por CAPRadonski.
El autor es: Abg.
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