Una semana que la oposición no desearía recordar, así ha sido la semana pasada. Como preámbulo; el cuestionamiento ideológico del programa de Capriles, señalado e identificado como neoliberal por sectores de la propia oposición tales como De Lima y William Ojeda. Como inicio de la semana que no podrán olvidar, el desprendimiento de 4 partidos minoritarios de la MUD, además de las declaraciones fascistas de Ricardo Koesling que afirmó: “a los chavistas los vamos a sacar a plomo”, y para colofón, un diputado con mucho futuro político de la oposición, jefe de campaña de Capriles en el estado Miranda y candidato a la Alcaldía del Municipio Sucre es captado por un video donde se evidencia la aceptación de un soborno o coima, colocándose así como el caso más sonado en los medios nacionales e internacionales dentro del marco de la campaña electoral, el caso: “Coima Caldera”.
Pero algo que pasó por debajo de la mesa, aunque no deja de tener una relevancia extraordinaria producto del metamensaje que implica, es la sorpresiva aparición en el aniversario de AD del “candidato de cartón”: una fotografía ampliada de Capriles cuerpo completo, con la camisa de AD al lado del orador de orden; toda una sátira a la ausencia de quién es el candidato de un partido que ya no tiene ni tarjeta electoral.
Esto podríamos traducirlo como la mayor expresión de resentimiento producto del desprecio del candidato Capriles al partido AD y a su secretario general Ramos Allup, hecho que reproduce el viejo esquema puntofijista de aparente conflicto de clase entre lo popular y lo elitista, lo que implica el hecho de que Capriles no se junta con adecos, y los adecos se juntan con él por necesidad.
Si conectamos esto con la inmediata actitud del candidato Capriles de haber condenado sin derecho a la defensa pública a su aliado Caldera, otrora parte del “trabuco” y hombre de extrema confianza del candidato, se evidencia la capacidad más pragmática y antiética de manejar los asuntos que son susceptibles a consecuencias fuertemente adversas a él, donde tiene responsabilidad y no es capaz de aceptarlo públicamente.
La política de desprecio de Capriles ha sumado en una semana, la expulsión de una figura política relevante de la oposición por atreverse a disentir: William Ojeda, la descalificación de 4 partidos políticos anteriormente aliados por minoritarios: “caso piedra”, la expulsión de uno de los miembros del “trabuco” de su proyecto por “noticia criminis”: “Coima Caldera”, y por último el gesto de resentimiento de AD por el desprecio de su Candidato: “el candidato de cartón”.
El deterioro de una oposición decadente se acelera, y la afectación moral de los simpatizantes y maquinaria de Capriles es inminente. Pero aún la historia no termina, faltan 3 semanas, y aunque lamento que no se siga con la discusión programática, acepto que el debate sobre la ética política es absolutamente necesario, en un país como el nuestro, donde la corrupción es un tema que domina la opinión pública de la preocupación popular.
@NicmerEvans
@icaraosello