Marta Colomina está salá, comerá hayacas con Chávez por 6 años (prorrogables)

Será un “suplicio chino” del régimen (dietético).

¡Hay que ver lo que Monseñor Lückert -Colomina con sotana- le ha dado a la “sin hueso” para tumbar a Chávez pero, esa bicha es castigo del cuerpo!

Chávez es muy astuto; primero, hizo un pacto con Alberto Cudemos para producir miles de toneladas de pernil del bueno, especialmente para que durante este diciembre los escuálidos no puedan mover los resortes de la escasez y que todo el mundo, inclusive ellos, los escuálidos, accedan a tener su pernil para las hayacas.

Segundamente, es seguro que Chávez hizo también un pacto secreto con Fernando Botero para que el renombrado pintor colombiano venga a Caracas a hacerle un retrato bien bueno a Marta Colomina, es decir, a Lückert sin sotana, con camisón.

Ciertamente que, de comer tantas apetitosas hayacas, la Colomina -(es decir Monseñor Lückert)- se pondría en la mala con “El Flaquito” al que no le gustan los gordos ni mucho menos las gordas pero, en compensación, Botero la inmortalizaría en un retrato.

No obstante, para redondear el viaje del eximio artista, valdría la pena que éste aproveche y le haga un retrato al ego del flaquito, que seguramente si cumple los cánones de su arte; valga aclarar que si bien el flaquito es flaco, tiene un ego que no cabe en el más grande lienzo posible.

Estoy seguro que si Botero atisba la lengua de Colomina, tanto en ella o como en su expresión sacerdotal, hecha Lückert, exclamaría así:

¡¡¡Eso sí ta´gordos!!!

Y, acto seguido, echaría manos a la obra.

oceanoatlanticoguillermo@gmail.com


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Guillermo Guzman


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