“Ese documento es infausto”. “Castigaría la vida venezolana.”
Esas palabras apocalípticas fueron pronunciadas por Herman Escarrà, para calificar el contenido del documento “oculto” de la MUD, que antes denunciaron David De Lima y William Ojeda.
Hemos dicho antes, como otros tantos, que no hace falta que tal documento exista para saber lo que haría Capriles de llegar a la presidencia. Así sería porque, sencillamente, está en la esencia y lógica del capitalismo mundial. Renta, ganancia y acumulación satisfactorias se asocian al hambre, miseria y desamparo de la mayoría. Hasta les trae sin cuidado destruir el planeta.
Pero es bueno que esos personajes lo denuncien, un poco por aquello que suelen decir los abogados, “a confesión de parte, relevo de pruebas.”
Poco tiempo atrás, Herman Escarrà y Pablo Medina, coincidieron dos veces en planes contra Chávez. En el primero, como al alimón, tanta fue la cercanía, reclamaron la aplicación del artículo 350 constitucional para destituir a Chávez; pese que sabían de una decisión interpretativa del citado artículo por parte TSJ sobre el mismo que les dejaba sin piso.
Más tarde, volvieron a coincidir apelando al 333 constitucional, para lo mismo, bajo el supuesto que el presidente había dejado de lado la carta magna. Hasta si mal no recuerdo, los dos, o uno de ellos, quizás Pablo Medina, creò algo así como un movimiento identificado con este último número. Su consigna era “Con el 333 voy por ti.”
De modo que Escarrà, un hombre procedente de las filas del catolicismo y el socialcristianismo y Pablo Medina, del movimiento obrero y obrerista, un “radical”, tanto que pretendía que Chávez dejase de pagar la deuda externa, cuando apenas estaba tomando los hilos del gobierno, hicieron causa común.
Se dice, por lo menos el suscrito varias veces lo ha leído y escuchado, que siendo precandidato de la MUD, Medina firmó ese documento, como por salir del paso y le eximiesen de pagar la fuerte suma correspondiente para lograr el derecho a participar en la contienda, pero habiendo hecho observaciones y desacuerdos.
Escarrà, como lo hemos sugerido arriba, un hombre conservador y con hondas diferencias con el presidente Chávez, de quien por esas razones uno poco esperaba, ha dicho además cosas contra el documento de la MUD, como estas:
1.-”Pretende suspender las jubilaciones.”
2.-“Privatizar y vender a PDVSA, aún contra lo establecido constitucionalmente.”
El punto 3 merece consideración aparte; leamos con detenimiento:
3.- Según la MUD, “se deben dar consideraciones mínimas a los pobres.
Por ello Escarrà muestra su rechazo y le considera discriminatorio y dañino. A su parecer debió prever dar a los pobres las “consideraciones máximas.”
Justamente, aseguramos nosotros, eso que reclama Escarrá, es lo que Chávez hace con énfasis.
4. Termina el abogado constitucionalista con lo siguiente, “Esos planteamientos (los de la MUD), enervan, violentan y menoscaban la doctrina social de la iglesia.”
Su condición de católico y cristiano le hizo reaccionar contra tamaña injusticia.
Termino haciendo varias preguntas y una aseveración:
Ante tal pronunciamiento de un católico, cercano a la alta jerarquía, ¿Cómo reaccionará ésta ante el engaño? ¿Qué pensarà el colectivo de la conferencia Episcopal Venezolana?
¿No le atormentan el pensamiento y pasado de Pablo Medina, dirigente de la clase obrera, revolucionario de ayer, difícil de concebirle neoliberal? ¿Y Alfredo Ramos, dirigente sindical formado entre grupos de vanguardia, se quedará haciendo de cómplice de lo que Escarrà califico de infausto?
Asevero que el despelote continuará; vendrán nuevas cosas y sonarán otros nombres.
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