Un segundo satélite, el Miranda, cursará a partir de los próximos días el espacio extraterrestre, para enormes y nuevos beneficios al PROGRESO de la patria y como instrumento tecnológico para contribuir en múltiples áreas a mejorar las condiciones de vida de todos los venezolanos e incluso de países vecinos; esta noticia para cualquier ciudadano medianamente inteligente, con sus neuronas completas, sin que hayan sido afectadas por prácticas que causan afectación sobre todo al sistema nervioso central y periférico, es para alegrarse grandemente, pero resulta que la vergüenza de candidato de la ultraderecha que no estamos calando, como contraparte de la Revolución se pregunta de manera insólita: ”para qué un satélite”, en una demostración de su ignorancia y lo peor mientras se hace llamar el candidato del progreso.
Esta sola actitud en alguien que aspira a convertirse en el primer mandatario de un país, que en manos de la revolución ha hecho en el campo del progreso, lo que muchos países quisieran haber podido lograr, lo descalifica como tal, pues es inconcebible que en pleno siglo XXI cuando los adelantos tecnológicos y científicos a veces parecen increíbles, es inconcebible que haya una persona que supuestamente ha pasado por una universidad y que debería por lo menos estar bien informado, y más si quiere ser presidente, pregunte para qué sirve un satélite, cuando ahora hasta niños de primaria lo saben, porque lo han investigado en sus canaimitas, otro adelanto tecnológico, por cierto, del que no puede ufanarse casi que ningún país capitalista y que después de oír al candidato de la ignorancia es casi seguro que tampoco sabe para qué sirve una canaimitas, así como no sabe que es una sapoara.
Pobre personaje, lo que da es lástima y el solo pensar que por algún aborto del destino pudiese llegar a presidir el gobierno venezolano, nos pone los pelos de punta, no da grima, nos obliga a pensar en un país infierno, en el que el caos en que vivíamos antes de la llegada del la revolución, fue derrotado por esta, que con una orientación humanista e incluyente, trajo de nuevo la esperanza a un pueblo que la creía perdida para siempre.
Lástima no estar cerca de este sujeto para entregarle una lista bien grande por cierto de los enormes beneficios que no solo uno sino ya dos satélites le traen al país en casi todos los campos de los seres vivos y todo el ecosistema que nos rodea.
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