Este último combate la dejó grogui. Seca como teta vieja. El debate o declaraciones que ahora dan sus voceros para justificar esta nueva y contundente derrota, aspira echarle la culpa a todo el mundo, empezando por sus electores, quienes se fueron antes de parranda a Miami u Orlando, al tramposo CNE, la “altísima cifra” de migraciones de última hora, permitidas por el organismo electoral, con lo que hacen referencia a los cinco candidatos a gobernadores, entre ellos Aristóbulo Isturiz y al gobierno.
En lo que a sus electores corresponde, ya Ramos Allup, les advirtió a dirigentes de la MUD, no culparan a éstos de los errores que la dirigencia ha venido cometiendo. Sabe bien el dirigente adeco que es como quien se poncha, culpa al bate y a éste lanza con violencia contra el suelo.
Casi todos, desconsolados por los hechos, coincidieron en decir, como un solo hombre, “la oposición debe reinventarse”. Conclusión por demás acertada, tanto que en principio uno creyó que empezaban entender las causas de sus males. Pero no tardaron en mostrar que seguirán en lo mismo, metidos en su laberinto.
Por ejemplo, Ledezma, ese personaje que sólo exhibe un pequeño bultico de palabras que pronuncia de manera grandilocuente al estilo CAP, su mentor, privilegia la unidad. Insiste en creer que ese amontonamiento de siglas y comandantes sin tropas, simbolizan eso. Aboga a favor de la vida de ese mamotreto llamado MUD; que cual mesa al fin, seguir usándola para repartir botín, aunque sea éste sólo de migajas y las contribuciones gringas. Pero no percibe que es una mesa mortuoria por deshacer y si hay que reinventar la oposición, por allí debe comenzarse.
Pero también bien sabe, que es uno de los tantos “jefes” sin tropa. Conoce el significado de los resultados y tiene la manía de mirarse en el espejo y preguntar como la bruja en “Cenicienta”. No ignora que a eso se refiere Ramos Allup, cuando dice “allí hay un mensaje que hay que entender y escudriñar”. Por eso, Ledezma clama por la unidad con vehemencia y aparente fe. Pues sólo así, podría seguir como miembro de un Comando y hasta aspirar algún día pasar a liderar.
Pero no puede haber reinvento, si explican la derrota con sandeces como la fecha, inicio de la estampida vacacionista hacia Miami, tal como lo señaló Borges, haciendo gala de “talento y exquisita discreción.”
“El CNE escogió premeditadamente esa fecha”. Sabía que los nuestros, más o menos dijo, saldrían en grandes contingentes de vacaciones a rendir culto al Pato Donald y Mickey Mouse. En efecto, eso advirtieron las líneas aéreas con anticipación. Para allá, no había un pasaje por vender. Pero esos no son tantos como para haber perdido tan feo.
Tampoco, con la explicación de la derrota por Ramón Guillermo Aveledo, intentado agarrarse a un clavo ardiente de la mesa, según la cual lo acontecido lo motivaron las violaciones de los candidatos chavistas a las normas electorales. En esto, con su ya reconocido talento, le acompañó Ledezma, quien piensa que la derrota se debió a “las migraciones”, como la de Aristóbulo, permitidas a última hora por el CNE.
Unos cuantos, tratando de decir algo por sólo aparecer, coincidieron en decir, que la derrota vino por la intervención de Maduro, casi a las 4 p.m del domingo 16, para llamar a votar a todo el mundo. Gesto por demás oportuno y comprensible del funcionario. Pese a que ellos dicen que sin Chávez, el chavismo sería como una capilla sin santo. ¡Dificil entenderlos!
No obstante lo ya dicho, la razón para explicar la derrota y orientar la “reinvención” de la MUD, con mayor madurez y lucidez también, la dio Borges, cuando dijo que el gobierno no ganó, sino que hizo como Jalisco, “arrebató los territorios a las fuerzas opositoras a través de abusos y ventajismo.” ¡Qué buena explicación, cuánta enseñanza hay en ella!
Evaden cómo la oposición debe reinventarse, pese a que antes lo declaran. Lo primero a reconocer es que la MUD es un cascarón vacío, una asociación de políticos de vieja estirpe que perdieron toda sintonía con los venezolanos. Por eso, la reinvención debe comenzar porque cada uno de esos personajes, como suelen decir en Cumaná, tome su “cachachá”, su hamaca y dejen que otros, con ideas novedosas, asuman el liderazgo opositor.
Porque, al mismo tiempo, sin andar buscando excusas o anegarse de embustes, deben admitir que sufrieron una derrota vergonzosa.
Si piensan reinventarse, con vaciedades y apabullando a embustes a los suyos, es poco probable que alguien les arriende la ganancia.
damas.eligio@gmail.com
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