Últimamente un sector de la derecha está preocupada porque las redes sociales todavía están cargadas de mensajes racistas y de desprecio por el origen social. Odio que ellos mismos fomentaron por mandato de la burguesía. Ahora se les fue de las manos. Van de derrota en derrota.
El racismo les fue útil al principio para dividir a la clase trabajadora asalariada y ganarse a un sector como escuderos de la burguesía. Pero parece que esta arma política ya les está perjudicando en las batallas electorales. En cinco meses vienen las elecciones municipales y un sector de la derecha pretende frenar los mensajes racistas y de desprecio por el origen social para ver si captan a algún chavista con mala memoria.
En estos días Ramos Allup escribió por su cuenta en twitter: “Para los que insisten en argumentos clasistas y racistas: Sólo con el voto de los sectores A-B no se gana ninguna elección”.[1] Pero ya es tarde, el mal está hecho. Los tuiteros escuálidos no le paran bolas a Ramos y continúan descalificando a Nicolás Maduro por haber sido un trabajador del Metro de Caracas, como si ser trabajador fuera malo. Entre muchas descalificaciones se puede leer: “Del zambo Chávez pasamos al autobusero Maduro”.
Recuerdo que cuando Chávez estaba en campaña antes de ser presidente ya se le acusaba de ser zambo. Este era el argumento que más se esgrimía para descalificarlo como presidente. Ahora se acusa a Maduro de haber sido chofer de autobús, por tanto, no califica para el cargo. Pero eso no puede ser de otra manera, porque resulta que la burguesía y la derecha son racistas y desprecian al Pueblo. El mismo Ramos Allup en una oportunidad acusó a Chávez de “creer que todavía somos indios” y “de pretender mantenernos sobre los árboles, con un taparrabos de hace 2000 años”.
Esta discriminación por el origen étnico y social se exacerbó a través de los medios de comunicación de la burguesía porque esta teme perder sus privilegios. Antes del golpe de estado se puso en marcha una campaña racista y de desprecio por el Pueblo pobre chavista a través de los medios de comunicación. Los años 2002 y 2003 fueron muy agresivos. Se escribieron mensajes destinados principalmente para las capas medias. El objetivo era que las capas medias, subordinadas a los patrones racistas de la burguesía, se diferenciaran de los pobres de piel oscura y se sintieran aceptados por la burguesía. Fue así como la burguesía logró una base social obediente que ahora defiende a su amo con odio.
Es bueno recordar que en Venezuela existe un racismo de exclusión, por lo tanto, la discriminación por origen étnico y por origen social se confunden. Los chavistas que leíamos la prensa burguesa para entonces nos tocó tragar grueso con los mensajes racistas y de desprecio por el Pueblo pobre chavista. Parece mentira, pero la burguesía siempre encuentra gente que escriba a su favor.
Un escritor de telenovelas, Ibsen Martínez, escribió un artículo de opinión para El Nacional, titulado Día Nacional del Desagravio a la Corona Española. Por medio de este artículo el autor se pronuncia en nombre de un grupo de venezolanos y venezolanas que anhelan regresar al seno de la nación hispánica. Aquí Martínez esconde su endorracismo detrás del chiste cuando se complace en clasificar a los firmantes del acta como negros atorrantes, estentóreos y malhablados; mulatos, pardos “lavaítos”, bembones, cuarterones, saltoatrás, bachacos, gente de tez dudosa, blancos de orilla, mantuanos “con el negro cerca” y la encía morada.[2]
Otro articulista de El Nacional, Roberto Echeto, describió con el título Pueblo forever, su percepción de la realidad política unas semanas antes del golpe de Estado. Esto escribió:
«En los últimos tiempos hay algo tenebroso flotando en la atmósfera. Eso que el Presidente y sus ujieres llaman “pueblo venezolano” es una masa que luce siempre borracha, lambucia, ignorante, sanguinaria, ingenua, manganzona y adulante, por no decir también desdentada y oportunista. […] ¿Qué otra cosa sino un tullido moral puede ser el sujeto que acepta montarse en un autobús por 15 o por 20 mil bolívares para venir a Caracas a ser público de un gorila?».[3]
Más tarde el mismo propietario y presidente del periódico El Nacional, Miguel Enrique Otero, escribió algo parecido. En respuesta a una marcha de apoyo al Comandante Chávez, Otero escribió:
«…la respuesta que el Presidente y su entorno le han dado a las preocupaciones de la sociedad venezolana sobre la grave crisis que vivimos […] consistió en volver a traer del interior del país al mismo lumpen de siempre, convertidos en sempiternos pasajeros de autobuses, con un bollo de pan y una carterita de ron, para que vengan a dar vivas al gran embaucador de la comarca».[4]
¡Prohibido olvidar!
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[1] https://twitter.com/
[2] Ibsen Martínez: Día Nacional del Desagravio a la Corona Española. Diario el El Nacional, 03 de abril de 2003, pág. A/8.
[3] Roberto Echeto: Pueblo forever. Diario El Nacional, 12 de enero 2002, pág. A/9.
[4] Editorial de El Nacional: La Respuesta del Gobierno, 14 de octubre de 2002.
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