A los dirigentes enloquecidos de la oposición le resulta cada más difícil lograr su objetivo: ponerle la mano a PDVSA y consolidar su poder económico. Inicialmente pensaron que podían manejar a Chávez a su antojo y fracasaron. Luego optaron por la violencia, lo secuestraron y crearon un caos político y económico, sin nunca imaginar que, cual el Ave Fénix, Chávez iba a volver renovado y fortalecido. Por la vía electoral, pierden, pierden y pierden…
Total, están desesperados. Transcurridos más de 14 años desde 1998: nuestro país es la República Bolivariana de Venezuela; Chávez es el Presidente; el proyecto bolivariano, inicialmente de corte nacionalista, se definió como anti imperialista y socialista; el pueblo ha tomado conciencia de sus derechos y su poder; la riqueza petrolera está al servicio de los intereses de la nación y de quienes más la necesitan; la bandera tiene 8 estrellas y el caballo de Bolívar galopa libremente.
Los últimos acontecimientos les enredaron más el papagayo. Tienen que encontrar una manera de enfrentar a un Chávez Presidente, a un Chávez Comandante y a un Chávez mítico - espiritual. Tienen que vérselas con un equipo gubernamental unido y aceitado y con organizaciones políticas y sociales crecidas y cada vez más conscientes del papel que les toca jugar en este proceso.
Pero la derecha tradicional y los burguesitos que nunca ha hecho un esfuerzo para serlo, no aprenden. Siguen promoviendo la violencia, utilizan las mismas tácticas comunicacionales, agreden la institucionalidad, y buscan las mismas alianzas para acabar con Chávez y el chavismo.
Lo último: apoderarse una vez más de la gesta popular del 58, convocan a una marcha para el 23 de enero y exigen que sea encabezada por los Gobernadores. ¿Cuáles gobernadores? ¿Capriles? No importa, allá ellos.
Lo que sí importa es que insisten en desestabilizar el país. Por ahí se dice que tienen planeado utilizar sicarios, banderas cubanas en mano, para atacar a sus propios partidarios. Ojalá sea sólo un rumor. De cualquier modo, camaradas ¡mosca con las banderitas cubanas!
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