Ay la MUD, una cosa amorfa típico de esa clase de gente que pretende unirse ante una coyuntura electoral, pero que al no lograrlo comienza a dar bandadas y traspiés simplemente por que no hay nada que los una, son una sopa de letras, un arroz con mango, una ensalada indigerible, a quienes soóo les agrupó el común odio a un líder, que ha demostrado con creces que ha sido inderrotable y que ha tenido la virtud de, él sí, unir en un solo bloque a quienes tienes tradición en la llamada izquierda como militantes y muchos que entendieron el mensaje de alguien, que logró amalgamar a la mayoría de los venezolanos a quienes ha llegado su mensaje, porque quienes se oponen, en buena parte, lo hacen porque se les ha impedido oír su prédica a favor de los pobres, conocer su obra inclusiva y su dimensión de líder continental, que se pierde de vista más allá de nuestras fronteras. No son culpables es que son adictos a una especie de droga mediática, que envenena progresivamente las mentes, distorsiona la realidad y desvía la conducta racional de la gente.
Una vez lograron un pírrico triunfo cuando aquello del llamado “chiripero”, pero hubo dos razones de peso, una porque había una figura con liderazgo que fue Caldera y dos porque este supo aprovecharse del momento histórico que significó el 4 de febrero del 92 para amalgamar el respaldo nacional, pero ya vimos lo que sucedió fue algo tan coyuntural que casi murió al nacer, hoy del “chiripero” no se recuerda ni el nombre y la razón no es otra, que la misma que hoy lleva a la llamada MUD por un despeñadero, con la diferencia de que carecen de un liderazgo sólido, intelectualmente bien estructurado, informado sobre la problemática nacional e internacional, con discurso propio y sin la imagen de un sifrino hijo de mami y papi con ínfulas de poder.
Ya hemos visto, a quien se empeña en aparecer como líder de la oposición venezolana, que se cree que los votos logrados el 07 de octubre le pertenecen, por iluso no ve más allá de su nariz para poder inferir que esos votos son contra Chávez y no por él, que si alguien tiene mérito de la cifra son los medios de comunicación de la derecha de aquí y de fuera del país que también son los verdaderos derrotados, porque ese que vimos montado en tarimas a lo largo y ancho del país no despertó sino pena ajena, por su inconsistencia ideológica, por su carencia de recursos para elaborar un mensaje lógico, por intentar ser una mala copia, del un hombre que rebasó todos los parámetros de conjunción con el pueblo, por sus metidas de pata, tantas que no sabemos quién le ganó a quién, si el llamado filósofo del Zulia o este que como vemos quiere figurar todos los días más que nadie, porque se cree dueño del circo, un circo que se cae a pedazos, en el que su carpa hace agua y de la que como hemos visto hay gente seria y asqueada que se demarca como son los casos de William Ojeda, David de Lima, Herman Escarrá y el novel diputado que sin papas en la boca, expresó lo que piensa de la cloaca y de manera digna ante el país, abandonó el barco antes de hundirse con él.
En fin llevamos 60 días con nuestro Presidente ausente físicamente por su enfermedad, recuperándose, con el permiso de su pueblo y durante todo ese tiempo ha quedado demostrado que aun fuera de la Patria por razones de fuerza mayor, sobrevenidas, su popularidad no sólo ha crecido aquí en su país, sino que ha servido para que quede fehacientemente claro, de cómo su mensaje ha llegado a la mayoría de los pueblos del mundo, lo vimos en la cumbre de la CELAC, en donde sin estar presente fue el protagonista; entonces: ¿cómo, con quien y cuándo este esperpento de oposición que aquí padecemos puede siquiera soñar con regresar al poder?, la única salida que les queda es seguir soñando y más cuando ni con lupa van a conseguir un líder de la dimensión de Chávez, que seguirá presente porque su pensamiento ya es inmortal, así sea por intermedio de cualquiera de los abundantes líderes que tiene la Revolución que son su hechura y su legado a las futuras generaciones.
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