¡Por fin! Pude [Mala] ver el periódico de Carola Chávez; un alma bondadosa y caritativa lo puso mágicamente al alcance de mis [bis] ojos incansables de ver buscando calidad informativa y no siempre encontrándola; mas, suerte.
No lo dijo Caldera (Juan Carlos el pulpo que mete sus seudópodos en sobres de manila, metiendo y sacando billetes de la coima), sino yo, que ese bicho tan bueno va rolo a rolo y tolete a tolete; en cambio, María Machado tiene también su “Especulador” pero, Procáz, y se trata de Richar Mardo, éste va con su cara bien lavá de caja en caja coimando cheque tras cheque.
Para decir abreviadamente, el especulador de Carola es “P” y se llama RM; mientras que el de María es “P” y se llama RM. Mas, la apariencia engaña y atortoja cuando no vamos al fondo del asunto.
Asunto que, por cierto, dejo a discreción.
Volviendo al grano he de manifestar que el referido bicharengo tiene en mí tal vez al más ordinario de sus lectores no por lo asiduo sino por la calidad de la lectura que hice, y puesto que observé que ese bicho le da una visión intelectual a los dislates de la escualidad nematelmíntica obsoleta furiosa periclitada y krath#º75]@cvxh$ª%xcv, nada fácil de interpretar bien, luego, me quedé corto.
De ahí la ordinariez de la que hablo, mas, no obstante, entendí algunas vainitas bien buenas, como que los escuálidos -y, no sólo el pulpo Caldera, el tal Mardo, el Apacito de Mr. Suapara- por lo general, son estibadores de billetes mal habidos.
De todos modos, aspiro no haber dañado la reputación ni mucho menos la cotización de tan prestigioso periódico -“El Especulador Precoz”- con esta manifestación de buena voluntad; la clientela burguesa brilla con fulgor en sus páginas sociales, así el Jet Set -Manolito, Traki traki, Capoldo, Suapara, Taparita, Camaleón GarCÍA, el Pulpo, el Cataco, el Vampiro, el Urólogo del Zulia, Madonna, la Piromaníaca (Tere) y etc.- desfila allí tan bueno, así que dicho bicho debe ser exclusivo para la alta sociedad.
Antes de levar anclas, os digo que no soy pedigüeño, pero a sabiendas de que aunque ese bicho no da empleo, si Carola hace una excepción y me da una chamba, siquiera como pregonero (al aire libre) de ese prestigioso y excelso periódico, seguro que acepto.
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