Como siempre, nosotros poniendo los muertos… a seguir tragándonos nuestra arrechera histórica

Debemos entender para poder medio dormir, aunque el sueño inevitablemente sea intranquilo, por qué Capriles, Ocariz, López, Falcón y otros de sus compinches no serán imputados por los ajusticiamientos de 8 venezolanos, que por elegir a Maduro como Presidente, pagaron con su vida.

No irán presos porque ellos, más que individuos que deben estar sujetos a de derecho, en el contexto de lo que ocurre son la expresión de la derecha con la que se confronta el proyecto socialista que los acaba de golpear, más no derrotarlos definitivamente.

Si el chavismo hubiese obtenido 9.000.000 de votos, muy probablemente la derecha no hubiese tenido contexto para salir a asesinar a la gente de nuestra base, como lo hizo; tampoco habrían podido incendiar CDI, ni sedes del Partido de la Revolución; ni mucho menos amedrentar y hostigar a representantes de poderes públicos y dirigentes políticos de nuestra causa. Pero los resultados electorales casi nos dejaron en desventaja, lo que los llevó a ellos a promover un enfrentamiento violento entre “las dos mitades” como estrategia para medir fuerzas y someter al gobierno a una crisis que conduciría a la ingobernabilidad en un primer momento y posteriormente a deponer al Presidente electo por la mayoría, a cualquier precio, al no poderse garantizar la convivencia entre venezolanos. La excusa que siempre utilizan los “marines” para intervenir en cualquier país, mejor si tiene recursos estratégicos. ¿Qué tal?

Más que un asunto judicial y legal estamos ante un asunto político. Ellos, la dirigencia de la derecha, se empeñó crear una “crisis política” y esto les permitió generar un escenario para que gente de sus filas saliera a la calle a hacer lo que hizo. No es descartable incluso que los autores materiales de éstas muertes, además de ser asesinos como de hecho lo son, sean mercenarios que simplemente realizaron el trabajo para el que fueron contratados.

Al ser un problema político, Nicolás y el gobierno que se inaugura, ha podido manejarlo con una pericia que sólo el Comandante Hugo Chávez podría haberlo hecho mejor.

La derecha venezolana es fascista, lo demostró en 2002, después cuando las guarimbas y ahora nos lo vuelve a recordar. La verdad es que si hubiesen tenido mejores condiciones hoy podríamos estar lamentando 100 muertes, incluso hasta gente de sus propias filas estarían en la lista necrófila, tal como ocurrió con los asesinatos que planificaron con francotiradores el 11 de abril de 2002.

La mentira, la manipulación y el engaño de las masas es el recurso por excelencia del que se vale el fascismo para lograr sus fines. Fíjense como el aparato comunicacional de la derecha (radio, prensa, t.v y ahora redes sociales) desarrolla permanentemente un discurso manipular, mentiroso y de engaño permanente que se ocupa de crear y difundir: “matrices de opinión”, “campañas de desprestigios”, “percepciones de la realidad” generalmente sobredimensionando hechos concretos (motines carcelarios, protestas, desabastecimiento, inseguridad, etc.), criminalización y satanización de individuos e instituciones (Chávez, Ministros, C.N.E, gobierno, etc.).

Volviendo a los carajos esos que deberían estar presos por los asesinatos de 8 venezolanos que fueron ajusticiados por ser chavistas, creo que el trágico y lamentable saldo que nos dejaron lo que buscaba era la confrontación de pueblo contra pueblo que podría colocarnos en el comienzo de una violencia sin retroceso. Sabiendo que al no estar Chávez podríamos caer fácilmente en una provocación que pusiera a los dirigentes revolucionarios en el dilema de responder en el mismo terreno que la derecha planteaba la confrontación que de ser un proceso electoral (eleccionario) pacífico nos conduciría a una confrontación violenta de bandos. Consecuencia caos, violencia, desestabilización e imposibilidad de un gobierno revolucionario de cumplir la estabilidad que todos los venezolanos, chavistas y antichavistas, requieren para llevar a cabo su vida normal.

Visto el asunto como lo hemos planteado, por ahora le hemos asestado dos derrotas a la derecha. La primera, en las elecciones cuando impusimos a Nicolás Maduro en la Presidencia; la segunda, cuando el gobierno y especialmente el pueblo tuvo el acierto y la sabiduría para no caer en el peine que nos pusieron. No podemos negar que en los combates que libramos la derecha nos sorprendió y además del luto que deja en nuestras filas, deja un sentimiento de gran arrechera histórica donde seguimos poniendo los muertos, pero los volvimos a joder. No fue casual lo que Chávez siempre hizo durante sus 14 años de gobierno en los combates con la derecha, siempre poniendo la otra mejilla, para finalmente irse con esa risa picarona muy de él, con la que parecía decir: burguesía me diste palo y no me dejaste respiro, pero gracias al pueblo te di en la madre y pude joderte siempre y me voy con la convicción de que el pueblo te seguirá jodiendo hasta derrotarte definitivamente.

carloslunarvelo@hotmail.com


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Carlos Luna Arvelo


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