Cuando “Dulcito de Coco” preguntó a Capriles qué libros leía, el embustero se fue por la tangente, no dijo que sus libros de cabecera versaban sobre la forma en que Nerón incendió a Roma.
No es descabellado suponer que Yon Goicoechea le hubiese suministrado a Capriles, su alto pana, los referidos tomos contentivos de la vida de Nerón y el incendio de Roma porque ya un poco antes Goicoechea incendió Caracas, y hasta se ufanaba de haber recibido 500 000 $ americanos, de premio.
En resumen, Nerón incendió Roma, Goicoechea incendió Caracas y Capriles incendió Venezuela, así que los tres son colegas, pirómanos.
La ventaja de Capriles es que mientras Estados Unidos le pagó a Goicoechea medio palo de $ por quemar Caracas, en cambio, por incendiar a Venezuela por los cuatro costados, a él le obsequiaron un apartamento valorado en 5 palos verdes.
No obstante, es de esperar que “Fosforito” ande mosca a la espera de que la Fiscalía y el Poder Judicial le pongan una esposa a Capriles -lo que sería lo peor para él- y lo manden a la sombra, a pagar por sus crímenes contra el pueblo, antes de que prenda su avión y se vaya para Nueva York City. Naturalmente que debe investigarse sus actuación en la muerte de diez compatriotas y en la enorme cantidad de heridos que hoy convalecen.
Pienso que “Fosforito” debe matar dos pájaros con una mismo pedrada y aprovechar de encanar a Julio Borges en la misma celda; no olvidemos que éste petimetre le faltó el respeto a ella cuando estaba de Diputada en la Asamblea Nacional.
oceanoatlanticoguillermo@gmail.com