Siempre es necesario establecer la relación que las cosas y los fenómenos tienen entre sí; los criterios de referencia entre lo que uno supone que ha de resultar y el resultado objetivo de la realidad casi siempre nos permite medir el nivel de discrepancia entre lo que uno ha logrado y lo que ha debido lograr.
Si queremos entender la evolución de la política hay que arremangarnos e ir al propio barro; a sabiendas de que no podemos modificar el pasado no obstante extraer la enseñanza del hecho histórico y poner al alcance de la juventud el fruto de esa investigación, sin esguinces, es fundamental para facilitarle a esa briosa muchachada que anda por todas partes, analizar y entender de manera prospectiva, los desafíos de su contexto.
Bueno, el presidente colombiano, Juan Santos, recibió a Capriles-aunque en mangas de camisa, rosada, por cierto- y, luego, sin pausa, proclamó su aspiración de adherir Colombia a la OTAN y no dijo más porque Maduro le paró el trote.
Uno y otro hecho -recibir a Capriles, que desconoce al Estado Venezolano y, proclamarse fan de la OTAN, pandilla asesina- no son en modo alguno, actos aislados sino conexos, elementos de un agresivo guión diseñado allá en Washington para atacar a Venezuela.
Pero, antes de proseguir este análisis, permítaseme intercalar la reflexión que al respecto del tema colombiano hice tiempo ha -(y que intitulé como “Un espejo para Mercedes”)-, el cual está en red:
Un espejo para Mercedes.
Cuando Manuel Antonio Noriega, entonces presidente panameño, blandía su machete, tal vez nunca pensó que a estas alturas del transcurso del tiempo, él habría de ser el espejo de Su Merced Álvaro Uribe, a su vez Presidente de esa otra parte de Panamá, denominada Colombia.
Es entendible que el orden es la antítesis del caos, es que Panamá fue de Colombia y ahora Colombia es de Panamá, a la vez que ésta es de USA, lamentablemente.
No por azar, la sede del Comando Sur de los Estados Unidos del Norte, es decir, el comando de guerra que se supone defiende a esa nación, de la supuesta agresión suramericana, estuvo formalmente en Panamá y sigue estando, de otra manera. Es por lo que hay que voltear los ojos hacia Panamá-más que a Colombia-verdadero enclave colonial.
Hoy, Su Merced Santos está de moda porque la otra cayó en desuso, la implacable lógica imperial es un trapiche que no para de moler desechos, así, una tras otra, cada Merced ha de verse en su propio espejo-Noriega-y, hoy le toca a Su Merced Uribe pero mañana le va a tocar a Su Merced Juan Manuel Santos.
Pero, vayamos adentro. Murió el General Omar Torrijos. Un fatal accidente de aviación le costó la vida al hombre que estuvo durante largo tiempo tratando de devolverle a Panamá, la soberanía del Canal.
Cuando en 1904 la Casa Blanca emprendió la construcción del canal en territorio panameño, ya la hoy Caza de Nariño estaba cazada, era un trofeo de caza de la Casa Blanca, la oligarquía colombiana se había bajado las pantaletas y permitido un descarado despojo de su propio territorio; El gringo necesitaba esa porción de territorio colombiano, que era Panamá, para sus intereses y, en menos de un año, ya estaban materializando sus planes, con la construcción del referido canal interoceánico.
Hasta llegar al General Torrijos, nadie había peleado tan denodadamente por la recuperación de esa franja del territorio panameño, Torrijos logró un acuerdo que devolvería parte de la soberanía a Panamá, por eso la ultraderecha gringa decidió dar marcha atrás a esos tratados firmados por Torrijos y Carter. De ahí que asesinaron al Presidente Torrijos, provocando el accidente aéreo, por intermedio de la Agencia Central de Inteligencia-CIA.
De no haber ocurrido ese desprendimiento del territorio colombiano para fundar a Panamá como república y, consecuencialmente, el canal, por parte del gringo, otro habría sido el actual panorama de toda la América Central, posiblemente.
Antes lo hicieron con México, el gringo se anexó gran parte de ese país. En Honduras tuvieron a Goriletti como acá en Venezuela, a Manuel Rosales para tratar de anexarse el Estado Zulia y, naturalmente, en Colombia tuvieron a Uribe Veliz hasta que les sirvió de mampara, para darle paso a Santos y así, sucesivamente, el trapiche gira y gira, es que la estrategia de la Casa Blanca, de merodear con su bocota abierta, amenazadora, no es nueva ni podrá amedrentarnos.
Pero, volviendo a lo de Panamá, luego del magnicidio contra Torrijos, se realizaron elecciones que fueron anuladas por el Tribunal Electoral porque no fueron del agrado de la Casa Blanca, es así como surge Noriega.
Noriega era compinche de los norteamericanos, lo fue por mucho tiempo, pero cuando el Presidente Reagan le pidió colaboración a Noriega, para invadir a Nicaragua, vía Panamá, Noriega se negó.
Considero que nosotros debemos voltear nuestros ojos hacia Panamá porque ese es un importantísimo centro geográfico, geopolítico y geoestratégico en cuanto a la supuesta defensa del sur de Estados Unidos, por una parte, y por otro lado, es un centro de ataque imperialista contra toda nuestra región.
Y, por añadidura, desde Panamá funcionan las conexiones del Vaticano para atacar a los pueblos de todo el Sur. Si se le sigue la pista al Cardenal Jacinto Berloco, puede observarse la jugada del Vaticano, para desestabilizar a la región, en conchupancia con la Casa Blanca y hasta con la Caza de Nariño-ésta, Casa cazada-complice.
En Panamá, en la zona del canal, tuvo su asiento la sede del Comando Sur de la Armada de los Estados Unidos, con todo su poderío militar aéreo, terrestre, naval y de los comandos especiales. Allí se instalaron centros de entrenamiento para la agresión y el crimen contra nuestros pueblos.
Para entonces, Noriega podía jubilarse porque así lo contemplaba y lo contempla el Reglamento Militar panameño pero, como quiera que era un hecho la violación de los Tratados Torrijos-Carter, por parte de los Estados Unidos, él prefirió no acogerse a la jubilación sino que prefirió participar activamente en contra de las pretensiones del imperio y, para más, le manifestó a una comisión de la OEA, que no habría solución al conflicto panameño hasta que los Estados Unidos dejaran de intervenir en los asuntos internos de Panamá.
A partir de ese momento, la versión de los grandes diarios del mundo fue que Noriega estaba implicado en narcotráfico. Él esgrimió que esas acusaciones eran falsas y que por lo demás, nunca habían sido comprobadas; no obstante, en caso de que fuese cierto, el gobierno norteamericano era cómplice.
Se trata de un modus faciendi gringólico. Sí Uribe es o no el Nº 82 en la lista de imputados que el gringo tiene como socios, lo saben ellos pero es evidente que, al igual que el tal Micheletti, No es casual que por ahí surjan las extorsiones, y si algún Presidente no se deja chantajear, entonces, sin prueba alguna, es acusado de tal narcotraficante; en cambio, el que se deja, es porque ají come.
Por re o por fa, lo del narcotráfico es un floreciente negocio para los gringos; el partido socialcristiano de Panamá es una fuerza fascista a través de la cual engatusaron a Noriega para que se asilara en la Nunciatura Vaticana, que posteriormente lo entregó al gringo y por supuesto, para cobrar en verdes, Allí estaba el Cardenal Berloco moviendo los hilos.
Pretende el enemigo, engullirnos de a poquito, debilitar uno a uno los poderes del Estado Venezolano antes de intentar un gran zarpazo contra Chávez pero, Venezuela es y será invencible.
Cada uno de los poderes debe saber la ubicación de la parte respecto al todo, además, cada poder del Estado debe saber que el orden se opone al caos, pero ese orden al que me refiero no es el orden tradicional sino el orden que nuestro poder constituyente ha conferido al Estado, me refiero al orden bolivariano. No obstante, desde Panamá vía Colombia la andanza imperial pretende neutralizar nuestra determinación de ser libres.
Parte de la estrategia imperial consiste en echar mano a la truculencia del periodismo sedicente, para desmoralizar a la opinión pública pero sí seguimos de pie, nunca podrán doblegar nuestra voluntad de ser nosotros mismos.
La Unidad del Estado venezolano está siendo blanco de la cizaña imperialista, por tanto, debemos responder con contundencia porque, sí no lo hacemos, el enemigo hará mella en la conciencia popular.
Uribe fue usado por Obama, para alimentar los odios guerreristas entre Colombia y Venezuela.
Respecto a la decisión de Sus Mercedes-Uribe y Santos-de hipotecar a Colombia, al gringo, hay que recordar que no hay “Mal que dure cien años de soledad”.
Uno y otro han de verse en Noriega.
(Esta reflexión fue publicada en Junio de 2010)
Bueno, casualmente ahora se dan diálogos de paz entre el gobierno y la insurgencia colombiana y viene a mi mente el hecho de que, precisamente, cuando Uribe solicitó al Comandante Chávez que intercediera ante la FARC para procurar la liberación de algunos rehenes, en efecto nuestro líder accedió a complacer la petición de Uribe que al parecer era una inocente propuesta; no obstante, estaba de por medio una importante elección que, por cierto, perdimos en esa oportunidad porque Chávez se dedicó en cuerpo y alma, exclusivamente, al tema colombiano y descuidó a lo interno el trabajo político.
Era evidente que Uribe respondía a un plan diseñado en Washington para distraer al entonces Presidente Hugo Chávez. Prueba de ello es que una vez que perdimos esa elección, inmediatamente Uribe le dio una patada al tablero y prohibió a Chávez seguir ayudando en los diálogos de paz.
No es casual, entonces, desde mi perspectiva, que ahora Santos disponga romper las conversaciones de paz que ahora se dan en Cuba, porque al imperialismo no le conviene la paz de Colombia sino la guerra para de cualquier modo justificar sus bases militares en territorio colombiano y así procurar engullirse a Venezuela.
Maduro debe saber que cuenta con el respaldo del pueblo para parársele a Santos, como un hombre, y mandarlo al carajo si es necesario.
Cuando Chávez insurgió aquel heroico 4 de Febrero de 1992, el pueblo venezolano estaba en su inmensa mayoría recluido en su irrealidad y algunos de nosotros rumiando el desaliento pero, desde entonces han cambiado muchas cosas, hoy contamos con un pueblo de pie, dispuesto a ser libres y Maduro lo sabe mejor que nadie, por eso Chávez lo designó para encabezar la revolución.
Lo primero que Maduro debe recordarle a Santos es que en Venezuela viven millones de colombianos a quienes tratamos como hermanos, no así venezolanos en Colombia y, por algo será. Debe, por añadidura, pedirle a Santos que extradite al asesino y prófugo de la justicia venezolana, Pedro Carmona Estanga para que venga a pagar sus crímenes.
Por otra parte, es de suponer y no con malicia, que Capriles se quedó para vestir Santos y que previamente a su encuentro con el Presidente colombiano pudo enviarle de obsequio la camisa rosada con la que Santos lo recibió, a manera de agradecimiento.
Nolia hizo, por cierto, referencia respecto a la camisa rosada que exhibió Santos en su encuentro con Capriles pero no asomó la posibilidad de que aquella hubiese sido un regalo de éste; no obstante, pudo ser así.
¡Se han visto cosas!