UNO
Al inepto e ineficiente gobernador de Lara bien se le podría cantar la canción de Rubén Blade “Por tu mala maña” -- Cuidado en el barrio, cuidado en la acera, cuidado en la calle, cuidado donde quiera que te andan buscado. (Coro: Por tu mala maña de irte sin pagar) o la del inolvidable Héctor Lavoe – a veinte años de su desaparición física-- Juanito Alimaña: “El rey de la fechoría ayer me dijo facundo. Todo el mundo lo conoce. Oye ven al bajo mundo. Y no es para menos. Lo de TRASBARCA parece caminar y todo el mundo espera que le pongan “los ganchos” 500 millones de dólares no es cualquier cosa, es mucho cobre y hay mucho más.
DOS
Con el asunto de la “Flor de Venezuela” el gobierno le cantó “flor y retruco” y se quedó con su periquito, esperando patrulla (El truco es un popular juego del oriente de Venezuela). Poco a poco se le están agotando los trucos al falsón. Ya no le basta con regalar planchas, neveras, cocinas ventiladores y “Kid” de construcción. Anda de capa caída y actuó muchachito malcriado cuando se enteró que Nicolás le pasó al estado venezolano el ya tan conocido monumento que los partidarios del gobernador ya estaban llamando “La Flor de Henri Falcón” o Flor de Lara, pero en realidad se llama “La Flor de Venezuela” tal como lo explicó su creador, el Arquitecto Fruto Vivas. Diputados, tirios y troyanos, sus acólitos o compinches salieron vomitando sapos y culebras contra los ministros y la sabia y oportuna decisión del presidente.
TRES
Ver a Falcón lanzar pataletas de ahogado fue todo un espectáculo (devuélvanme mi Flor). “Nos las robó este gobierno corrupto” Dio pena ajena ver a una dama diputada de la Asamblea Regional lanzar una sartas de grosería contra Dante, Izarra, Bárbaro y demás yerbas. Dio tal espectáculo que parecía la mujer de la cabeza de las mil serpientes, una tal Medusa. Tránsfugas y conversos se volcaron en los medios a descalificar la controvertida, pero buena y acertada decisión.
CUATRO
Luce deteriorada y abandonada en su interior la inmensa Flor de Venezuela. Aunque la entrada guarda las apariencias donde otrora Henri Falcón había colocado kioscos para realizar sus bonches y sus francachelas. Allí el candidato perdedor más de una vez hizo campaña, disfrutó de un buen Whisky y de una que otra espumante cerveza Polar. Poco faltó que la empresa Polar colocara sus productos alimentaciones, desaparecidos por arte de magia; para unos cuantos privilegiados dueños de camionetas 4X4. Usted no lo va a creer, pero en sus programas en la televisión regional, exhibe los mentados productos de esa empresa como si se estuviera preparando para ganarse la vida como bodeguero. Con la Flor no hubo retruco y ya huele a descomposición el desacertado gobernador derechista y saltador de talanquera. Aquello del “gobernador eficiente” está en picada y ya la labia y la demagogia no le dan para más nada. En un artículo para Aporrea escribí hace tiempo este titulo cuando se rumoraba que cambiaría de bandera “El que traiciona al comandante, se muere, políticamente hablando” ¡Una Guará!