El ambiente está enrarecido por los rumores, la guerra psicológica, la guerra económica y mediática. Da la impresión que la derecha fascista va cerrando los anillos de un golpe virtual. Se habla de manera defenfadada de un golpe suave, se habla abiertamente en la televisión de lo que ocurrió en Yugoeslavia y el defenestramiento del camarada Milosevich. Se habla de lo ocurrido en Ucrania y otros países del Este de Europa, antiguas naciones socialistas hoy entregadas el capitalismo salvaje y el neoliberalismo más vil que se tragó de un solo bocado todas las conquistas de esos pueblos alcanzadas durante las décadas de socialismo.
Películas donde los Javu, los mismos que pelan sus rabos públicamente y hacen huelgas de hambre comiendo cachitos, aparecen como triunfantes en aquellas “revoluciones de cartón”, burda maniobra imperialista que monta la CIA, el Mosad para esquilmar a los pueblos. Por cierto se habla de un golpe silencioso, suave, en marcha que impulsa esa cosa que llaman primero injusticia, corronchos amarillos que afilan sus garras y sus cuchillos porque están creídos que derrocarán al Presidente Maduro y destruirán la Revolución Bolivariana.
Por supuesto no aprenden de los golpes políticos que reciben, se les dan y se les están dando; en su guerra de alta intensidad creen que la persistencia –mil veces más mediática y virtual que con hechos prácticos pese a los sabotajes y las pequeñas acciones callejeras– dará al traste con el gobierno revolucionario.
¿Qué se le plantea a la Revolución ante la arremetida contrarrevolucionaria y su masivo apoyo mediático externo?
Ya la camarada Eva Golliger reprodujo un material sobre el plan de Uribe/paracos/narcos y los capos mayameros/negroponte/cia/reich donde se da a conocer paso a paso todo lo que se está haciendo subversivamente desde junio en Venezuela hasta derrocar el rrrégimen, en el papel, por supuesto. Ya nosotros habíamos publicado por Aporrea el 19 de septiembre un trabajo periodístico que titulé: “Aquí está el plan golpista que viene de Miami y Colombia”. Decía yo entonces en ese trabajo: “El libelo golpista, tremendamente subversivo, es la negación de todos los principios humanistas, éticos que rigen en desenvolvimiento de nuestro pueblo. Como ocurrió durante el golpe carmonista de 2002 le quitan a Venezuela el nombre de Bolivariana como lo establece la Constitución. Un sedicente ‘Plan Estratégico Venezolano’ donde se cataloga de ‘populista’ a gobiernos revolucionarios que presuntamente “prohíben, violan y amedrentan el pensamiento liberal, la libertad de expresión y los Derechos Humanos en la región”.
De tres sedicentes organizaciones llamadas ‘Centro de Pensamiento Primero Colombia’, ‘FTI Consulting’ y ‘Fundación Internacionalismo Democrático’, que dirige Alvaro Uribe y patrocinó el aquelarre fascista, sale el bodrio donde están señalados los lineamientos para, en el transcurso de 180 días, que culminan el día de las elecciones municipales el 8 de diciembre, derrocar la Revolución Bolivariana.
Dentro del plan, muchas de cuyas ejecutorias se han venido cumpliendo, por ejemplo la huelga de hambre de los culitos blancos fascistas, la huelga de Fapuv, el sabotaje eléctrico, la guerra económica, el ocultamiento de los productos alimenticios y de primera necesidad, la guerra del dólar paralelo subversivo. No son anuncios sino ejecutorias extremadamente graves que deben ser respondidas con contundencia”.
El documento presentado por Eva y manejado muy bien políticamente por el presidente Nicolás Maduro, habla hasta de una invasión extranjera, de asesinatos de gente del pueblo –lo que vienen haciendo hace rato grupos paramilitares colombianos disfrazados de hampa común–. El Presidente abundó en detalles y señaló a los responsables golpistas más visibles conocidos por todos, los subversivos del 2002, 2003, 2004 y pare Ud. de contar hasta ahora con este plan.
La denuncia contra el golpismo mediático fue contundente contra el ‘Nuevo País’, ‘El Universal’, ‘El Nacional’, ‘2001’. Mostró titulares de esos pseudo periódicos. Pero esa actitud golpista, sedicente, subversiva, anti patriótica de estos medios es muy vieja, no debe sorprender a nadie, ¿qué es lo que espera el pueblo del gobierno? El cierre, la clausura de esos medios que tanto daño le están haciendo al pueblo y a la Revolución misma.
Por otro lado las medidas tomadas por el Gobierno para enfrentar la guerra económica, llevadas a un nivel o etapa superior, de mucho mayor contundencia debemos apoyarlas pero su efectividad creo se verán a mediano y largo plazo, es decir, no son suficientes, hay que tomar medidas políticas de largo alcance que corten de cuajo los intentos golpistas, para ello es vital juzgar a los directivos de Fedecamaras, Consecomercio y otros grupetes de empresarios mafiosos y golpistas, igualmente la ilegalización de esa corte de golpistas fascistas y asesinos que es el partido Primero Injusticia, el apresamiento de líderes criminales como Capriletti y otros bastante conocidos, no se debe cometer el error del perdón de abril del 2002 a los golpistas, de aquella insólita amnistía para cerca de 500 conspiradores que no sólo no le agradecieron a Chávez el gesto sino que en diciembre de ese año arremetieron contra la industria petrolera, sabotajes, terrorismo, escasez de alimentos, falta de gasolina y gas durante dos meses. Es decir, se le dio la oportunidad de reagruparse después de la descomunal derrota del 13 de abril de 2002.
Si no se actúa con dureza, con contundencia y de verdad verdad se le ponen los ganchos a todos los mafiosos o la subversión –que se da por todos los flancos y ya la clase media está zumbada a su objetivo de derrocar la Revolución, dixi la huelga universitaria de fapuv– va a crecer, no digo a derrocar el proceso pero pudieran darse elementos de una guerra civil.
La clase media no va a pelear, ella es cobarde, no está preparada y le da miedo la violencia que está tratando de generar, está disociada, enloquecida, llena de odio pero no es pendeja para meterse o enfrentarse con los chavistas.
¿Quién va a pelear por la pequeña burguesía o clase media y la oligarquía? Los mercenarios colombianos, salvadoreños, hondureños que están ya aquí aquí o pueden entrar por nuestra extensa frontera con Colombia, Brasil o Guyana. Más aún, se prepara desde Colombia y Miami grupos paramilitares para acciones invasoras, con aviones artillados incluidos aparcados en bases militares gringas.
Pero junto a las medidas de orden público y de abierto carácter anti subversivo debe declararse la emergencia política y movilizar al pueblo en todos sus niveles: obreros, campesinos, estudiantes, indígenas, milicianos y militares, vecinos, mujeres, abuelos, artistas y creadores, intelectuales. Debe llamar Nicolás por estos días a una inmensa movilización popular que parta de varios puntos de Caracas, una manifestación de un millón de chavistas y bolivarianos que culmine en la Avenida Bolívar como lo hacíamos con el Comandante Chávez, una prueba de fuerza contra el golpismo, contra la guerra económica, que desbarate en la calle los planes subversivos del imperialismo y el fascismo, que desbarate definitivamente la subversión mediática que tanto daño ha hecho y hace a nuestro pueblo y a nuestro país.
Pero por separado o en grupos, por ramas productivas en todo el país, se debe tomar permanente la calle de aquí al 8 de diciembre. Con organización popular, con mística, con conciencia patriótica y revolucionaria, en defensa de la Revolución Bolivariana, Socialista y sus enormes conquistas. Con el Psuv, el Polo Patriótico y el movimiento popular.
Estas son propuestas para la gravedad del momento que se vive, ojalá Nicolás las lea y valore a tiempo. Ya lo había dicho y escrito en septiembre y es ahora, dicho por otros y otras camaradas, que se le presta atención al grave documento injerencista de Uribe y la Cia yanqui.