Los resultados de las votaciones del 8 de diciembre ya tienen acumuladas diversas interpretaciones sobre los mensajes emitidos por los ciudadanos con sus decisiones en materia de alcaldes, concejales y demás autoridades territoriales.
El tal plebiscito contra Maduro le salió a Capriles al revés. El triunfalismo de la ultraderecha se encontró con un baldado de agua fría, desordenandola completamente.
Es el resultado de su ceguera y sectarismo político. De su incompetencia para leer en que dirección ha cambiado la cultura política de los venezolanos en los últimos 14 años, merced a las transformaciones propiciadas por la revolución bolivariana.
La interpretación de las emisiones discursivas, ideológicas, simbólicas y gestuales de los principales rostros de las agencias partidistas de la derecha llevan a preguntarse por los signos vitales de dicha tendencia.
No son los mejores. Los votos emitidos por los matices burgueses presentes en la MUD han desatado una pugna interna de grandes dimensiones que amenaza su existencia, no obstante que se le quiere oscurecer mediaticamente. La pregunta que nos formulamos es la siguiente: ¿sobrevivirá la MUD al desastre político ocurrido el pasado 8 de diciembre?. Mi respuesta apunta a que difícilmente eso se de.
Aveledo, el más perspicaz, ya puso su cargo a disposición de todos los movimientos. A Capriles le han dicho por todos los medios que su gestión llegó al limite. No da mas, después de 4 derrotas a cuestas. Leopoldo López, apalancado por Uribe Velez, no aguanta más la pulsión protagónica. Ledezma y Falcón quieren hacer valer sus triunfos, aun siendo bastante estrechos, como en el caso de Caracas Metropolitana.
En el fondo hay un debate entre tendencias claramente identificadas sobre los caminos a seguir. Hay un ala que prefiere respetar el estatuto constitucional y hacer a un lado los planes insurreccionales para derrocar en el mediano plazo al Presidente Maduro. Los extremistas del fascismo van a porfiar en su delirio pinochetista para intentar la destrucción de la institucionalidad asociada con el Estado comunal que tiene bases jurídicas y sociales con un buen trecho avanzado.
El ala realista pretenderá un entendimiento con la boliburguesía burocrática corrupta (Ministros y altos funcionarios del Estado) para coludirse en el despojo de la renta petrolera tal como lo han hecho hasta el momento.
Todo indica que la MUD tiene los días contados. Los ultras se irán por su lado haciendo aventuras con actos violentos. Los moderados preferirán la concertación para preservar espacios políticos y económicos en el esquema corporativo-burocrático que se ha decantado como modelo de acumulación de la burguesía oligopólica asociada con la potente burguesía roja que se ha enriquecido utilizando el altisonante, demagógico y hueco discurso seudo socialista.
El disfraz seudo revolucionario de la boliburguesía caerá muy pronto porque hay factores de crisis que avivarán la luchas social y popular en los meses venideros. Ya hay síntomas muy protuberantes porque la especulación, el despojo, la inflación, el acaparamiento y el abuso retornaran con una carga de mayores proporciones, provocando la ira de los más pobres.
