Pildoritas 193 (año VI)

¿Cómo les quedó el ojo a la trología del mal y a unos cuantos más?

Cada vez más, para beneplácito de los revolucionarios y para sufrimiento de los contra, el Nicolás desestimado, vilipendiado, materia prima para que en las redes sociales le inventaran de todo, le ofendieran a su familia y a su actual esposa, le endilgaran epítetos impublicables, nos convence de que el Comandante supremo, al escogerlo como su sucesor no se equivocó y al tomar la decisión de pedirnos elegirlo, lo hizo consciente de que no iba a defraudarlo y que iba a ser el perfecto continuador de su obra, y garantía de permanencia de la Revolución, por la que ofrendó su vida.

Los enemigos de la Patria que es lo mismo que decir los enemigos de la revolución, hicieron fiesta con la muerte del Comandante, creyeron llegada la hora de darle un zarpazo al poder y de esa manera justificar ante sus amos del Norte, la enorme cantidad de dólares percibidos para acabar con este Proceso, el pueblo no lo permitió y a Nicolás lo erigimos Presidente como lo dispuso su maestro.

Los enemigos sufrieron otro revolcón, pero creyeron que el hombre no iba a poder con la enorme responsabilidad que el pueblo colocaba sobre sus hombros, por petición de su líder, sólo tuvieron neuronas para recordar que el nuevo presidente y líder era un obrero y nada más, se les olvidó que había sido líder sindical, constitucionalista, diputado, Presidente de la Asamblea Nacional, Canciller y Vicepresidente con éxito, que era conocido internacionalmente y amigo de presidentes de muchos países, que había sido formado durante 20 años por el hombre más preclaro de este país de fines del siglo XX y comienzos del XXI, las pretensiones por descalificarlo no tuvieron acogida por lo menos en más de 60 por ciento de la población y sus ejecutorias, por el contrario a lo que esperaban sus enemigos, han venido logrando la aceptación de la mayoría, en una demostración de eficiencia con su novedoso gobierno de calle y la forma contundente como ha enfrentado la guerra económica y eléctrica, le ha otorgado la confianza de incluso muchos de quienes hasta ahora habían adversado este Proceso, su llamado a la paz traducido en hechos contundentes desde antes de las elecciones municipales y después de ellas, tendiendo la mano a la minoría que resultó de ellas y abriéndole las puertas de Miraflores para un diálogo, que sin ceder principios ni bases programáticas metiera en cintura a un grupo de gobernadores y recién electos alcaldes de la derecha, para públicamente oírlos y comprometerlos con acciones gestionarías en beneficio de los pueblos que les eligieron y enterrar el hacha de la guerra que empujados por liderazgos equivocados habían empuñado.

Todos lo vimos, presenciamos a un líder felicitado y reconocido por la mayoría, aunque no por la totalidad como el caso del gobernador de Lara que en su intervención no le llamó Presidente sino Nicolás todo el tiempo, en un evidente irrespeto a su investidura, o como el hecho más discordante y que desentonó para decir lo menos, del tirapiedras y piro maníaco, lamentablemente electo como alcalde de la capital de mi Estado Táchira, en una demostración de lo errada de la decisión de quienes lo eligieron, lo cual sirvió para que el anfitrión demostrara con firmeza en su respuesta, la madera de líder de la que está hecho; en definitiva sin querer queriendo los invitados directa o indirectamente confirmaron y reconocieron, con excepciones lamentables que demuestran que todavía hay radicales que se resisten a aceptar el mandato de la mayoría, la condición de Jefe de Estado del Presidente Maduro, que demostró una capacidad muy similar a la de su maestro, para de una manera pedagógica y didáctica como un buen docente, manejar una reunión a cuyo fracaso apostaron algunos como por ejemplo, los con razón llamados “ la trilogía del mal”, uno de los cuales con obligación de asistir no lo hizo y quien seguramente con la asistencia de la mayoría, tiene que aceptar, o alguien debe hacérselo ver, que perdió autoridad y que su liderazgo, si alguna vez lo tuvo, está opacado definitivamente, porque no es elucubrar el imaginar todo lo que debió haber hecho para evitar que quienes tenían que asistir, no lo hicieran, con muy pocas excepciones y que además también con muy pocas excepciones demostraran respeto y reconocimiento por la autoridad del Jefe de Estado y buena parte de su gabinete allí presente.

Es decir su estrategia que incluyó el crear una instancia de permanente y expedita comunicación entre los opositores asistentes y un correo para ser utilizado por ellos para mantener contacto con el Presidente, fue el puntillazo final que los terminó de desarmar, razón por la cual pudimos ver gestos como el de un alcalde que no tuvo empacho para rogar bendiciones para el Presidente, felicitarlo, entregarle un presente y pedirle le permitiera estrecharle la mano y darle un abrazo a nombre de todo el pueblo.

Aquí cabe algo que el vulgo siempre expresa en casos como el presenciado este miércoles 18 de diciembre histórico; “¿Como les quedó el ojo?” a los detractores de aquí y de fuera, con la capacidad de liderazgo del primer presidente chavista, hijo de Chávez y evidentemente su digno sucesor.


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Saúl Molina


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