¿Especularon a Capriles con 20 mil dólares por un viajecito a Curazao? ¿Serían todos suyos?

De lo denunciado por la ministra Rodríguez, que incluye una larga lista de vacacionistas ultra escuálidos en los días de navidad y año nuevo, de lo que me enteré estando de viaje aquí mismo en los Altos de Sucre, lo único que me llenó de asombro fue cómo Capriles, la máxima figura política de los empresarios y negociantes, o sea de quienes especulan, se haya dejado estafar de manera escandalosa. Según la ministra, quien asegura tener los pelos en las manos, el viajero pagó 20  mil dólares “por un viajecito en avión privado hasta Curazao”.

            Atrás quedó aquello del gobernador viajero a quien el portero del despacho, su despacho, no es capaz de identificarle porque casi nunca le ha visto por allí ni de visita. También las tantas indelicadezas en que incurre, como dejarse atrapar en actividades íntimas dentro de un carro por un funcionario policial, de paso subalterno suyo y quién tampoco supo, al principio de quién se trataba. Como lo de haber comido “soapara” en las orillas del Orinoco y arepa con “carne mechada adentro” en el mercado de Conejeros en Porlamar o parecerle “mollejero” un acto público en Maracaibo.

         También lo de haber evaluado los resultados del l4 de abril, cuando Nicolás “le metió medio chuzo”, como suelen decir los orientales, bajo un estado de exaltación de extraño origen y mandó a los suyos a cacerolear “allí, allí, con fuerza y desatar su arrechera”, lo que condujo a 12 asesinatos.

            Igual pareció borrar de nuestra mente aquel arrebato contra el joven Caldera, agarrado con las manos en la masa, en gestión de una buena suma de dinero y más generosas promesas, en favor de la candidatura presidencial del viajero de ahora a la isla de Curazao.

           Pero lo que es más, casi echamos al olvido, que él mismo que hizo lo anterior, para perdonar 24 horas después a su propio padre “cachado” haciendo exactamente lo mismo, “pero en efectivo”, se rompió el pecho exhausto y quizás congestionado, en favor de los especuladores y fue de los primeros en la fila para recibir a Cocciola o Cochiola, a su regreso después de haber salido en carrera, aunque en verdad también en vuelo urgente con el mismo destino, acusado de estafador y usurero, olvidándose de la candidatura de alcalde de Valencia.

            Se nos olvidaron tantas cosas, como su promesa de casarse en Río Caribe, sabiendo que en ese pueblo oriental, por ser venezolano, el Código Civil todavía es el mismo desde hace un cerro de años.

           Casi nos hace olvidar la torpeza descomunal de intentar convertir unas simples elecciones municipales en un proceso revocatorio contra el presidente constitucional de la República, que terminó siendo un boomerang contra él, la alta élite de la MUD y los demás integrantes de la llamada “trilogía del mal”. Es decir, quedó sin piso, legitimidad y maltrecho como para seguir al frente de la MUD.

          Olvidamos o casi, todo aquello, ante lo dicho por la ministra Rodríguez. ¿Es Capriles tan pendejo para dejarse estafar de esa manera, con una cifra tan grande por un viajecito privado? ¿Acaso no es así, como se dice fácilmente un “viajecito privado”, sino un “viaje”, dicho en buena magnitud, para una coherente cantidad de viajeros?

          Creo más en la segunda opción. Lo creo porque Capriles puede que sea de todo, pero de pendejo nada tiene para dejarse estafar así, como lo hacen con uno todo los días en la calle. Además, “entre bomberos no se pisan la manguera”; especulador de oficio, de los grandes, por cuestión de “moral”, no procede así con los suyos y menos con los panas que les defienden. Ellos son “blancos” o estafadores y se entienden o mejor; “tigre no come tigre”.

           No creo pues que Capriles haya sido estafado, porque de eso el bien sabe y súper preparado está para evitarlo. Puede entenderse fácilmente que el chavismo, que es decir el pueblo de a pie, le derrote hasta con una mano amarrada – tanto que le ganó las elecciones en Miranda, Estado donde gobierna – pero no que alguien de una agencia aeronáutica, de los suyos, le atraque de manera tan pueril. Más bien, no es extraño que Capriles consiga que le lleven de gratis a cambio de algo; por algo aún goza del favor del imperio, sus financistas y de las finanzas de Miranda.

            Por eso, no hay que alarmarse “por lo caro que salió el viajecito”, después de haber hecho tantos, como que hasta Roma, donde se llegó a retratarse en la plaza de San Pedro, sino por el “de dónde salieron esos reales”.

            Cabe otra pregunta, ¿además de celebrar las fiestas, qué motivó ese viaje, si tomamos en cuenta que Capriles, en este instante, “anda arrastrando la cobija? ¿Cuál es el meollo del asunto?

           Haber pagado mucho “por un viajecito privado”, como decir solo, siendo él soltero y allí mismito o con un montón de gente de golilla, nos llama a expandir las antenas, no seamos los venezolanos los “paganinis”.

          Pudiendo ser así, gobierno y legislatura de Miranda, deben abrir una averiguación sobre el asunto. Ya deberían “ponerle un parao” a Capriles e impedir siga haciendo lo que le venga en gana. El 8D dio un mandato; no fue un revocatorio, pero si una orden contra la impunidad.



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Eligio Damas

Militante de la izquierda de toda la vida. Nunca ha sido candidato a nada y menos ser llevado a tribunal alguno. Libre para opinar, sin tapaojos ni ataduras. Maestro de escuela de los de abajo.

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