No es secreto para nadie, la oposición está hambrienta de poder por poder, arrogancia y prepotencia que exhibir, esa ha sido su conducta histórica, solo mirar atrás nos lo recuerda (ejercicio que aconsejo para no caer en trampas), mucho se ha escrito sobre eso, aun en este momento, no han logrado la regeneración de sus almas, continúan en la danza con el diablo, apuestan a la vuelta del reino de la maldad. De eso estamos claros.
Lo que es imperdonable, y no lo podemos callar, es el deslucido rostro de la revolución, cuando aún tiene pendiente tareas correctivas contra algunos mal llamados revolucionarios que se han sabido lucrar desde la revolución en contraste con la crisis que pasa el pueblo (aunque sea una crisis inducida y bien planificada), y si en verdad es una nueva y sistemática arremetida de los enemigos de los pueblos, la oligarquía y las elites de la plutocracia mundial, que carajo les paso, que teniendo el poder los sorprendieron asando batatas.
Digo, no puede ser, nuestra revolución (así la siento, corre en mi sangre, y la derramaría por ella), tiene que lucir impecable, no nos lucen los funcionarios con estilos de vida rockefelianos y relojeros (inclinad la mirada a Mujica), es una burla al pueblo leal a Chávez. si la Revolución no corta esa incomoda y despreciable manifestación luciéndose desde las alturas del poder gobernante, caerá estrepitosamente, óiganlo bien, caerá y por supuesto la precipitaran sus enemigos de siempre, e intentaran echarle todo el lodo a su alcance al más grande de los hijos de este naciente siglo y milenio, el bien amado de DIOS, Hugo Chávez.
Eso persiguen, destruir a Chávez, porque su legado resplandeció con mayor brillantez después de su desaparición física, le ocurrió lo que siempre le ocurre a los grandes, se eternizan en la conciencia de la historia de la humanidad, se convierten en mayores guerreros desde las esferas celestes, ya no lo limitan leyes humanas, pasan a vivir en las habitaciones intimas de nuestros corazones.
El enemigo no es Capriles, ni Leopoldo, muchos menos María Corina, los enemigos reales viven en las ambiciones, en los vanidosos, el verdadero enemigo es el corrupto intolerante y déspota. Los aliados y defensores de la Patria viven todos los días para entregar sus vidas por la Revolución sin pedir nada a cambio.
Justicia para los verdaderos enemigos de la Revolución!!!
Chávez Vive!!!