1 En el tablero de la desestabilización en Venezuela la pregunta es pertinente: ¿Quiénes se mueven detrás del plan golpista? ¿Quiénes lo alientan? ¿Quiénes lo financian? En concreto, ¿quiénes son los que mueven las piezas en el tablero?
2 No se necesita mucha agudeza política para saber lo que mueve a la conjura. La magnitud de ésta, lo recursos económicos que se invierten, la prolongación en el tiempo del movimiento, confirman que el país es víctima de una macro-conspiración, al lado de la cual otras que ocurrieron en el pasado lucen artesanales o marginales. Porque si bien algunas lograron éxito fue porque las condiciones estaban dadas para que se impusieran y no por los precarios recursos de que disponían. Por ejemplo, como ocurrió con el 18 de octubre de 1945, el 24 de noviembre de 1948, el 23 de enero de 1958. También el 4F que, pese a su fracaso en el momento de la acción militar, logró con posteriormente la victoria política. Incluso el 11-A demostró que muchas veces no basta con los recursos que se tienen, sino que lo que priva son las condiciones que existen en la sociedad.
3 No es necesario remontarse muy atrás para tomar conciencia de que Venezuela encara uno de los procesos subversivos más complejos que se haya dado en la región. Proceso que no sólo es contra el gobierno --el de Chávez y ahora el de Maduro--, y un movimiento político, el bolivariano, sino contra la nación. Cuya finalidad es apoderarse de los recursos naturales del país -la primera reserva petrolífera del mundo y el gas-, sino quebrarle el espinazo a la política de unidad latinoamericana y al avance de los movimientos liberadores. El objetivo explica el porqué de la terca disposición de derrocar al presidente constitucional Nicolás Maduro y desaparecer del mapa a todo cuanto representa el chavismo y otras expresiones revolucionarias que hay en Venezuela.
4 Si se hiciera un arqueo riguroso de la inversión económica que la contrarrevolución ha hecho a partir de la campaña electoral que culminó con el triunfo de Maduro sobre Capriles, y todo cuanto ocurrió luego, es decir, la acción subversiva-terrorista que arranca el 12 de febrero y se extiende hasta ahora, la cifra en dólares y bolívares es exorbitante. Cuantificar el costo de las guarimbas; el pago de mercenarios; el despliegue publicitario; la movilización sistemática de miles de personas; la instalación de carpas y campamentos en diferentes lugares del país; la difusión internacional de la campaña en contra el gobierno y las instituciones; los montos de la conjura mediática en el mundo y la utilización de intelectuales de relieve como la nave insignia de la ultra derecha y el imperio, Mario Vargas Llosa, para que visite el país en plena emergencia y estimule la conspiración en nombre de la libertad, son referencias que confirman la magnitud del costo económico del plan. Ninguna oposición, en ningún momento de nuestra historia -y creo que en ningún otro país- ha contado con tantos recursos.
5 ¿De dónde provienen? ¿Quién o quiénes los suministran? Porque a uno no le pueden venir con el cuento de que tales recursos, cuyo volumen se pierde de vista, los generan los partidos de la MUD o son producto de colectas populares. Hay que decirlo por todo el cañón: la primera fuente de financiamiento del plan golpista contra la democracia venezolana, contra sus instituciones y contra el gobierno constitucional de Maduro, es Estados Unidos a través de sus distintos organismos de seguridad e inteligencia, lo cual no es una novedad. Porque es de universal conocimiento lo que, históricamente, ha hecho esa nación, sus gobiernos, para inmiscuirse en los asuntos internos de otras naciones al costo que sea. Otra fuente son los banqueros y empresarios inescrupulosos que quebraron instituciones, robaron a sus clientes y huyeron al exterior con el dinero mal habido que utilizan para alimentar la conjura. Y otra pieza son los dirigentes corruptos de la oposición, capaces de vender el alma al diablo con tal de volver al poder y recuperar privilegios. Para ellos no hay noción de patria y estarían felices de que se instalara en Miraflores un títere apuntalado por los Infantes de Marina. Alguien de la oposición ya lo dijo, doce años atrás, durante los episodios que precedieron el 11 de abril de 2002. Esta situación nos ubica en el marco de una conjura globalizada contra el destino soberano de la nación que obliga a la reflexión a todos los venezolanos. Como ha pasado en otras naciones que han vivido momentos similares, la característica del fenómeno divide, y facilita que irrumpan factores internos que debilitan la capacidad de defensa de la integridad nacional. Por consiguiente, hay que estar alertas frente a los factores externos e internos de la confabulación para desenmascararlos y derrotarlos.
2 No se necesita mucha agudeza política para saber lo que mueve a la conjura. La magnitud de ésta, lo recursos económicos que se invierten, la prolongación en el tiempo del movimiento, confirman que el país es víctima de una macro-conspiración, al lado de la cual otras que ocurrieron en el pasado lucen artesanales o marginales. Porque si bien algunas lograron éxito fue porque las condiciones estaban dadas para que se impusieran y no por los precarios recursos de que disponían. Por ejemplo, como ocurrió con el 18 de octubre de 1945, el 24 de noviembre de 1948, el 23 de enero de 1958. También el 4F que, pese a su fracaso en el momento de la acción militar, logró con posteriormente la victoria política. Incluso el 11-A demostró que muchas veces no basta con los recursos que se tienen, sino que lo que priva son las condiciones que existen en la sociedad.
3 No es necesario remontarse muy atrás para tomar conciencia de que Venezuela encara uno de los procesos subversivos más complejos que se haya dado en la región. Proceso que no sólo es contra el gobierno --el de Chávez y ahora el de Maduro--, y un movimiento político, el bolivariano, sino contra la nación. Cuya finalidad es apoderarse de los recursos naturales del país -la primera reserva petrolífera del mundo y el gas-, sino quebrarle el espinazo a la política de unidad latinoamericana y al avance de los movimientos liberadores. El objetivo explica el porqué de la terca disposición de derrocar al presidente constitucional Nicolás Maduro y desaparecer del mapa a todo cuanto representa el chavismo y otras expresiones revolucionarias que hay en Venezuela.
4 Si se hiciera un arqueo riguroso de la inversión económica que la contrarrevolución ha hecho a partir de la campaña electoral que culminó con el triunfo de Maduro sobre Capriles, y todo cuanto ocurrió luego, es decir, la acción subversiva-terrorista que arranca el 12 de febrero y se extiende hasta ahora, la cifra en dólares y bolívares es exorbitante. Cuantificar el costo de las guarimbas; el pago de mercenarios; el despliegue publicitario; la movilización sistemática de miles de personas; la instalación de carpas y campamentos en diferentes lugares del país; la difusión internacional de la campaña en contra el gobierno y las instituciones; los montos de la conjura mediática en el mundo y la utilización de intelectuales de relieve como la nave insignia de la ultra derecha y el imperio, Mario Vargas Llosa, para que visite el país en plena emergencia y estimule la conspiración en nombre de la libertad, son referencias que confirman la magnitud del costo económico del plan. Ninguna oposición, en ningún momento de nuestra historia -y creo que en ningún otro país- ha contado con tantos recursos.
5 ¿De dónde provienen? ¿Quién o quiénes los suministran? Porque a uno no le pueden venir con el cuento de que tales recursos, cuyo volumen se pierde de vista, los generan los partidos de la MUD o son producto de colectas populares. Hay que decirlo por todo el cañón: la primera fuente de financiamiento del plan golpista contra la democracia venezolana, contra sus instituciones y contra el gobierno constitucional de Maduro, es Estados Unidos a través de sus distintos organismos de seguridad e inteligencia, lo cual no es una novedad. Porque es de universal conocimiento lo que, históricamente, ha hecho esa nación, sus gobiernos, para inmiscuirse en los asuntos internos de otras naciones al costo que sea. Otra fuente son los banqueros y empresarios inescrupulosos que quebraron instituciones, robaron a sus clientes y huyeron al exterior con el dinero mal habido que utilizan para alimentar la conjura. Y otra pieza son los dirigentes corruptos de la oposición, capaces de vender el alma al diablo con tal de volver al poder y recuperar privilegios. Para ellos no hay noción de patria y estarían felices de que se instalara en Miraflores un títere apuntalado por los Infantes de Marina. Alguien de la oposición ya lo dijo, doce años atrás, durante los episodios que precedieron el 11 de abril de 2002. Esta situación nos ubica en el marco de una conjura globalizada contra el destino soberano de la nación que obliga a la reflexión a todos los venezolanos. Como ha pasado en otras naciones que han vivido momentos similares, la característica del fenómeno divide, y facilita que irrumpan factores internos que debilitan la capacidad de defensa de la integridad nacional. Por consiguiente, hay que estar alertas frente a los factores externos e internos de la confabulación para desenmascararlos y derrotarlos.
Laberinto
Mario Vargas Llosa, insigne escritor, premio Nobel de literatura, visitó una vez más a Venezuela. Lo hizo sin problemas, y se despachó con el discurso de siempre: la denuncia de la “dictadura chavista” (ahora de Maduro) que sin embargo le permite despotricar contra el gobierno y las instituciones del país sin que nada le suceda…
Vino invitado por un organismo de ultraderecha, CEDICE, presidido por un oscuro personaje vinculado al golpe de 11-A y a otras aventuras. El novelista noveló sobre Venezuela, sin aportar un solo dato importante y sin que su presencia provocara el revuelo que él, por la desbordante arrogancia que lo caracteriza, esperaba. Al irse declaró: “Me voy convencido de que esta lucha es victoriosa” ¿La de las guarimbas? ¿Le atrae a Vargas Llosa la violencia? ¿Por qué no la condenó? No es la primera vez que el escritor se equivoca. Suele diagnosticar mal, y sus visitas y mensajes se han rutinizado…
Nadie puede negar que Vargas Llosa es tremendo escritor, y también imposible negar que es un hombre de frágiles principios, capaz de adscribirse a cualquier causa por perversa que sea. No sé porqué, pero cuando lo escucho hablar de ciertos temas, se me viene a la memoria el caso de Louis Ferdinand Célini, uno de los más brillantes escritores de Francia, con una obra incompatible con su degradación política…
Del papa Francisco exaltan muchas cosas que dice y algunas las callan los medios atados a poderosos intereses. Ejemplo, lo que dijo y que de seguro los lectores no lo han visto publicado: “Algunos desafíos del mundo actual. Así como el mandamiento de no matar pone un límite claro para asegurar el valor de la vida humana, hoy tenemos que decir no a una economía de la exclusión y la iniquidad. Esa economía mata. No puede ser que no sea noticia que muera de frío un anciano en una situación de calle y que sí lo sea una caída de dos puntos de la Bolsa. Eso es exclusión. No se puede tolerar más que se tire comida cuando hay gente que pasa hambre. Eso es iniquidad. Hoy todo entra dentro del juego de la competitividad y de la ley del más fuerte, donde el poderoso se come al más débil”…
Excelente la novela policial de Vladimir Acosta, Los Tres Cadáveres Tatuados. Porque es el tema social, abordado hábilmente por el autor, al estilo de una novela de suspenso policial. El lector se llevará muchas sorpresas leyendo este libro de un brillante intelectual venezolano…
Mueve a risa la angustia que algunos manifiestan porque no se llega a acuerdos en el diálogo que recién comenzó. Son tiros por mampuesto…
Lamento profundamente el asesinato de Eliécer Otaiza, dirigente socialista de mi mayor afecto. La investigación del horrendo crimen constituye un desafío. Tiene que aclararse y establecer sanciones. El pésame a familiares y amigos.
Nadie puede negar que Vargas Llosa es tremendo escritor, y también imposible negar que es un hombre de frágiles principios, capaz de adscribirse a cualquier causa por perversa que sea. No sé porqué, pero cuando lo escucho hablar de ciertos temas, se me viene a la memoria el caso de Louis Ferdinand Célini, uno de los más brillantes escritores de Francia, con una obra incompatible con su degradación política…
Del papa Francisco exaltan muchas cosas que dice y algunas las callan los medios atados a poderosos intereses. Ejemplo, lo que dijo y que de seguro los lectores no lo han visto publicado: “Algunos desafíos del mundo actual. Así como el mandamiento de no matar pone un límite claro para asegurar el valor de la vida humana, hoy tenemos que decir no a una economía de la exclusión y la iniquidad. Esa economía mata. No puede ser que no sea noticia que muera de frío un anciano en una situación de calle y que sí lo sea una caída de dos puntos de la Bolsa. Eso es exclusión. No se puede tolerar más que se tire comida cuando hay gente que pasa hambre. Eso es iniquidad. Hoy todo entra dentro del juego de la competitividad y de la ley del más fuerte, donde el poderoso se come al más débil”…
Excelente la novela policial de Vladimir Acosta, Los Tres Cadáveres Tatuados. Porque es el tema social, abordado hábilmente por el autor, al estilo de una novela de suspenso policial. El lector se llevará muchas sorpresas leyendo este libro de un brillante intelectual venezolano…
Mueve a risa la angustia que algunos manifiestan porque no se llega a acuerdos en el diálogo que recién comenzó. Son tiros por mampuesto…
Lamento profundamente el asesinato de Eliécer Otaiza, dirigente socialista de mi mayor afecto. La investigación del horrendo crimen constituye un desafío. Tiene que aclararse y establecer sanciones. El pésame a familiares y amigos.