La revelación en sus confidenciales del programa José Vicente Hoy, de este domingo, que se refiere a que en Cúcuta, ciudad colombiana, fronteriza con nuestro Estado, Táchira, hay grupos paramilitares a los que se le sumarán 400 que van a salir en libertad, todos prestos a, por todos los medios y vías ingresar a nuestro país, en una nueva fase del golpe continuado, que estamos viviendo en los últimos meses, luce altamente preocupante pero no sorpresiva, pues es un hecho real que, sobre todo aquí en el Táchira y en el Zulia, estamos ya invadidos, hay muchos camuflados y/o infiltrados que están esperando por refuerzos .
Esa gente vendría a conformar un ejército mercenario de avanzada, similar al que ahora mismo opera en Siria y Ucrania, disfrazados de nacionalistas o de oposición, con apoyo internacional, que aquí tenemos, casi que en casa, y que dirige el nefasto y siniestro ex presidente Uribe, que como sabemos se ha quitado la máscara y es un operador activo del Imperio gringo.
Pareciera que es inminente el desarrollo de esa nueva fase que será que ser enfrentada por nuestra Fuerza Armada, que tendrá la oportunidad, de demostrar de qué madera está hecha y cómo, operando en una unión cívico militar que es un legado del gigante, va a anotarse una nueva victoria para la revolución, por la vía de labores de inteligencia y con acciones directas.
Existen antecedentes cuando nuestra Fuerza Armada derrotó al grupo de paramilitares del la finca Daktari, y en esa época no era para nada una fuerza como la de hoy y menos en perfecta unión como la que hoy tiene con el pueblo, a través de las milicias y las organizaciones populares que están claras en cuál sería su papel, ante una contingencia como la que se desprende de la denuncia de José Vicente.
Habría que ver, eso sí, en caso de que se materialicen los planes, cuál sería la actuación del gobierno gringo, con los antecedentes que ya conocemos en otros países, cuando de inmediato comienzan a vender la especie de que se hace necesaria la intervención para evitar muertes, proteger sus intereses aquí, y por esa vía cristalizar sus ansias de ponerle la mano a nuestro petróleo y demás riquezas naturales, porque está bien claro que el imperio en estos momentos vive el comienzo de su decadencia y ve en nosotros una tabla de salvación en su naufragio.
Es de esperar que nuestros organismos de inteligencia, los diversos componentes de nuestra Fuerza Armada, y la organización popular, tengan claro lo que podría venírsenos encima, si somos invadidos por quienes están entrenados para matar y para ganar más por matar más, es de esperar que se esté claro desde ya, que con esa gente no hay que tener ni un ápice de consideraciones, hay que actuar con contundencia e inclemencia, no olvidando que por ser un grupo invasor debe ser tratado como tal, sin cometer el error de colocar en la punta de nuestras armas los siempre mal utilizados e interpretados derechos humanos, que pareciera, cuando se violan, sólo lo hacen quienes representan las fuerzas del gobierno que tienen como obligación defender la Constitución y en este caso la voluntad de la mayoría del pueblo y a quienes cometen crímenes atroces como los que hemos vivido en los últimos casi tres meses, por parte de terroristas a quienes según la mediática nacional e internacional no se les puede tocar ni con el pétalo de una rosa.
Que sea lo que Dios quiera y que vengan cuando quieran que aquí les estamos esperando, para de nuevo sentar un precedente como el de hace más de doscientos años cuando derrotamos otro imperio criminal y voraz.-