El golpe cambia de máscara

La dinámica política que está generando debates sobre nuevas situaciones; ha llevado a la oposición fascista y golpista a intentar lavarse la ensangrentada cara y apropiándose de tesis de la revolución para  dorar la nueva avanzada contra las instituciones de la República Bolivariana de Venezuela, envalentonada, por la mano de seda con que la justicia ha tratado a los responsables de más de 60 homicidios en lo que va del periodo de gobierno del presidente obrero Nicolás Maduro Moros, sin contar  los anteriores, que desde 2002 ha dejado a su paso, con el ensayo de diferentes facetas del libreto de Gene Sharp, el creador del golpe blando, con su famoso manual De la dictadura a la democracia, con 198 procedimientos para derrocar gobiernos mediante El golpe suave, que persigue en primera instancia el debilitamiento del gobierno hasta su fractura definitiva.

Hagamos un reconto de cuanto ha hecho la oposición, desde que el Comandante Eterno Hugo Rafael Chávez Frías, cayó en estado crítico, en la Habana Cuba, donde era atendido por un equipo de especialistas, que luchó hasta el último minuto por preservarle la vida.

La primera fase de este criminal libreto, se cumplió con la escalada de precios, que buscaban alimentar el malestar entre el colectivo, para que viéndose presionado por la inflación pudiera originar una implosión social, como el Caracazo de 1989, lo cual no fue posible, gracias a la conciencia del pueblo y a la acción, aunque un poco tarde del Ejecutivo Nacional, que lanzó la contra ofensiva económica.

La segunda fase se inició en enero de 2014, con el acaparamiento de los alimentos y artículos de primera necesidad, que se mantiene hasta hoy  y cuyo fenómeno fue utilizado por la oposición fascista, encubierta en la MUD, para llamar al pueblo a manifestaciones, contra la escasez y la especulación, en busca de arrastrar a las mayorías a acciones de calles, convocadas como protestas pacíficas, pero que en el fragor de la marcha harían presencia los mercenarios, drogadictos y paramilitares, traídos del exterior   y muchos venezolanos, formados en países vecinos del continente y hasta en el Medio Oriente, para hacer de la marcha popular, un episodio de violencia con muertos, mediante la acción de francotiradores,  e incendios de universidades, bibliotecas, centros de salud, unidades del transporte colectivo, público y privado, incendio de sedes de instituciones públicas, com o la sede del Ministerio Público y el Ministerio de Vivienda y Hábitat, en este ultimo estuvieron a punto de morir calcinados 89 niños que eran atendidos en un preescolar. Ataques e intento de incendios a residencias de gobernadores, la quema de camiones cargados de alimentos para evitar que surtieran los supermercados y todo un conjunto de acciones terroristas, que por el repudio colectivo que tuvieron han desaparecido, bajo los duros golpes que el Estado ha logrado, a través de sus cuerpos de inteligencia y de seguridad.

Agotada esta segunda fase se inició la tercera, con la brutal arremetida mediática nacional y mundial, para cumplir la tercera parte del manual, como es la guerra psicológica, mediante las campañas en defensa de la libertad de prensa y de los derechos humanos, en la cual están activos todos los voceros del Pentágono, desde el inquilino de la Casa Blanca,  Barack  Hussein Obama, su relacionista público, el vice presidente y la Secretaria de Estado para América Latina. En apoyo a estos desestabilizadores han surgido los voceros de gobiernos títeres de Europa y otras regiones, artistas del espectáculo y paremos de contar.

En lo que sería el cuarto episodio, ha cundido la guerra psicológica, con las amenazas de intervención directa y en esto han estado activos todos los voceros del gobierno imperial de los Estados Unidos, declarando que su gobierno no descarta ningún método para hacer que el régimen venezolano, respete la democracia y  permita la disidencia. Entendiéndose por disidencia los actos terroristas financiados por la USAID y la NED, fachadas de la CIA, para apoyar el crimen y la desestabilización en el mundo, contra gobiernos molestos a los intereses del imperio. Hasta los congresistas tarifados de las transnacionales han propuesto leyes en el congreso, para que Estados Unidos, el Hermano Mayor castigue a Venezuela por desobedecerle. Cumplida esta fase que no ha dado el resultado que el imperio y sus lacayos esperaban, ahora están preparando la ultima fase.

Esta última actividad criminal contra nuestro país, no es otra cosa que: El parlamento de calle que está convocando la ex Diputada a la Asamblea Nacional y  embajadora alterna de Martinelli en la OEA, quien ya recibió el apoyo público de de COPEI y detrás vendrá Primero Justicia, cuyo vocero oficial, el diputado Marquina,  anunció en rueda de prensa que lucharán en la calle contra el Paquetazo del FMI, que el gobierno, pretende aplicar al pueblo venezolano. ( Habráse visto semejante disparate, los agentes del FMI, en la Asamblea Nacional, proponiendo lucha en su contra) ¿A quien pretende el señor Marquina engañar, con semejante mentira? Seguramente a quienes le dieron el voto en el pasado proceso electoral y que ahora están arrepentidos, por el autogol, que se metieron. En el campo revolucionario, es muy difícil que tenga eco  esa lucha contra el Paquetazo del FMI, cuando sabemos que se lo dejamos en la maleta de contrabando que pretendía meternos Enrique Capríles Radonski, como candidato presidencial. Marquina pretende utilizar como arcabuz, la razonada, honesta y revolucionaria posición del profesor Jorge Giordani, para disparar sus dardos envenenados contra el pueblo. Pero este pueblo no es pendejo, para tragarse ese anzuelo. En la revolución puede haber desencuentros, pero no para servir a los enemigos históricos.

El parlamento de calle, no es más que otra ofensiva, para presionar la renuncia del presidente Nicolás Maduro. Como de costumbre, comenzarán con el discurso de la oposición pacífica. Seguramente trataran de reeditar una Plaza Francia de Altamira,en los sectores donde tienen cuotas de poder a través de la alcaldías y gobernaciones que obtuvieron en pasadas elecciones, para desde allí generar violencia, en busca de la ingobernabilidad y presionar la salida del presidente.

Frente a esta maniobra de la oligarquía y sus peones de la burguesía, el pueblo revolucionario y chavista tiene que activarse y fortalecer la unidad en defensa del proceso. Los desencuentros los solucionamos internamente a través de la discusión ideológica y el poder de razonamiento, que como revolucionarios estamos obligados a poner en práctica, pero nunca dejarnos engañar por el trapo rojo del fascismo. Ojo pelao, que el golpe cambia de máscara.



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Cástor Díaz

Periodista CNP 2414

 cd2620@gmail.com

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