La verdad es que en el acontecer político venezolano, que es único y exclusivo de nuestro país pues desde hace ya década y media, aquí se implantó por escrito y avalado por la inmensa mayoría de los venezolanos, una democracia en la que el pueblo es el principal protagonista lo que la hace diferente a todo lo conocido en la era republicana, razón por la cual tanta dificultad para imponerla, pues al ser una verdadera revolución lo normal es que como toda implantación de una de ellas, la vía sea violenta, es lo acostumbrado y conocido en la historia, desde la Revolución francesa, pasando por la que dio origen a la URSS y la cubana, para sólo nombrar tres.
Aquí se ha roto el molde y por ello la importancia que se le ha dado a nivel global, unos para atacarla inmisericordemente, por todas las vías, otros para intentar emular sus logros reconocidos por organismos internacionales incuestionables, por cierto, como los medios de difusión de noticias en todo el mundo están en su mayoría al servicio de los enemigos de este proceso, que incluso le han declarado la guerra, esos reconocimientos han sido minimizados, razón por la cual mucha gente, más de la debida, desconoce e incluso niega que ello sea una verdad.
Las modalidades para intentar dar al traste con la Revolución Bolivariana han sido muy variadas, las que se han querido revestir de democráticas por la vía electoral, a pesar de las enormes cantidades de dinero que desde fuera le ha inyectado a la derecha, no les han servido, como se pudo comprobar en la dos últimas elecciones para Presidente y luego para autoridades municipales, pero además porque han carecido de un proyecto alternativo y de un liderazgo, que logren superar el que han venido desarrollando lo gobiernos revolucionarios y que se han centrado en el área social, asignándole a la solución de todos los problemas el más alto porcentaje dentro del presupuesto, algo que no es superado por ningún país del mundo.
Todo ello ha conformado una especie de blindaje alrededor de la Revolución que la derecha no ha podido romper, aun utilizando formulas violentas que nadie tiene duda son de corte terrorista, de lo cual, lo sucedido aquí en el Táchira, es el más claro ejemplo, muertos, heridos, destrucción de bienes públicos y privados, importación de mercenarios etc.
La nueva modalidad, mientras han puesto en una especie de latencia los planes violentos en los que incluyen el magnicidio, todos descubiertos, develados y neutralizados, se centra en crear cizaña en las filas revolucionarias, magnificar algunas posiciones de dirigentes que han manifestado diferentes conceptos o apreciaciones sobre temas puntuales y aprovechándose para dar por hecho una división o un cisma, en el partido que le sirve de base de sustentación al gobierno y ejerciendo una dura campaña contra la unión cívico militar, que ha sido la más fuerte e infranqueable resistencia a los arteros ataques desde todos los frentes.
Ignoran o pretenden ignorar que esta Revolución además de la enorme base popular y un proyecto abrazado por ese pueblo, tiene una base doctrinaria demasiado fuerte y arraigada ya, en el corazón de la mayoría de los venezolanos, una base que Chávez dio en denominar el árbol de las tres raíces, a las que ahora se suma la que él representa por lo que ya serían cuatro, pero además ya nadie duda, aunque lo nieguen, que se ha inspirado en los principios cristianos, en los cuales está estipulado como norte la lucha contra la pobreza y la inclusión de los más necesitados, aunque aquí hemos tenido que registrar el empecinamiento de una cúpula eclesial católica, al negar e incluso intentar convertir en sacrilegio algo que esa cúpula debería tomar como prioridad pues es un mandato evangélico que por lo menos aquí con honrosas excepciones, no se destaca como tal.
Igual que en todos los intentos anteriores y más ahora cuando el Partido de la Revolución en una demostración de democracia interna, da libertad a todos sus cuadros a pronunciarse por lo que quieren de su movimiento, pero además para criticar las fallas que nadie niega y ofrecer propuestas, la derecha va a fracasar, lo cual va a servir para que continúe en su caída libre por no haber sido capaz, después de tantos años, de entender que este proceso inédito se ha sembrado de tal manera en el corazón del pueblo, que podemos afirmar es irreversible para bien de la Patria de Bolívar, Chávez y su memoria.-
Otra vez se quedan con los crespos hechos, mientras cierran los ojos a la procesión de demonios y demonias que llevan por dentro.-