En lo que parece un aquelarre, aunque también podría llamarse una convención de almas en pena, que andan por el espacio dando traspiés, y lo que es peor, sin poder acertar el mingo de la política y presentando como "iniciativas" asuntos constitucionales más viejos que Matusalén, un pequeño grupo, porque además es demasiado pequeño, de "juristas", encabezados por Oswaldo Álvarez Paz, presentaron lo que llamaron, según "Ultimas Noticias", en una nota también pequeña, "la propuesta Venezuela Constituyente para un cambio urgente, profundo e incluyente".
Pese a lo pasado de moda de los voceros, el rimbombante slogan que escogieron no deja de llamar la atención. Aunque cualquiera, que no esté pasado de tragos, sabe que justamente con ese fin, atraer a la gente, para que por lo menos se enterase de lo que dicen, aunque después para nada le paren, pensaron y repensaron al elaborar ese texto.
Entre quienes encabezan el minúsculo grupo con propuestas tan resonantes, además del ya nombrado Álvarez Paz, de quien pocos se acuerdan, pues hasta en la MUD unos cuantos ignoran su existencia y otras más no le "toman" en cuenta, pese a que piense lo contrario, están la señora Blanca Rosa Mármol de León, ex integrante del TSJ y el abogado Tulio Álvarez.
Es probable que a la mayoría de quienes lean esto, esos nombres no le digan nada, pero ellos creen lo contrario, tanto que se atreven a proponer cambiar urgente y profundamente a Venezuela, con sus propuestas olorosas a moho. Justamente ese es el problema de quienes viven de aquelarre en aquelarre, que creen que de ellos salen las respuestas y como el tal proceder es cavernoso, suelen producir vainas que salen de las cavernas.
Pero veamos qué es lo que ellos proponen como cosa novedosa y sustancial para cambiar a Venezuela de "manera profunda".
La señora Mármol de León, habló más bien como si fuese un "león de mármol", pues aseguró que "Venezuela necesita un golpe de timón" - (¿no fue eso mismo lo dicho por Chávez meses antes de su partida?) – y para ello "se necesita la convocatoria a una constituyente con la cual podamos recuperar la independencia de los poderes".
¡Qué curioso! Lo segundo que planteó la señora Mármol, tampoco es creación suya, pues ya de eso han hablado la señora Machado y los delegados de López. Por lo que en materia de originalidad quedó como raspada o por lo menos desbrujada o desmoronada.
Además, cabe preguntarle a la señora Mármol, quien en la IV estuvo en el poder judicial, si aquél gozó de la independencia que ahora reclama. ¿Se le olvidó que Caldera y Gonzalo Barrios, por ejemplo, en un juego dominguero de dominó, se repartían los cargos de la Corte, mientras gente como ella y quienes le acompañaron en ese aquelarre de ahora aplaudían gozosos?
Veamos los cambios que además propone para alcanzar ese cambio "urgente y profundo". Se proponen remover las cabezas de los poderes públicos. Es decir, seguimos en lo mismo, hay que salir del gobierno. ¡Maduro vete ya! ¡Queremos el coroto con urgencia!
Es obvio que en esto no hay nada nuevo. Ya lo han dicho los sectores más radicales de la oposición; los mismos que ya fracasaron con "La salida". Pero lo más grave, es que la mayoría opositora considera eso que la señora Mármol, apoyada en figuras "de sólido respaldo popular" como Álvarez Paz, un simple disparate político.
Quiere además la señora Mármol "eliminar la reelección presidencial, la Sala Constitucional, reducir el número de magistrados del TSJ, establecer la doble vuelta electoral y volver a la bicameralidad".
¡Qué mantequilla! La señora Mármol cree que con esas medidas salimos del atoro, cambiamos la sociedad e implantamos la justicia en un país donde cuatro familias viven a expensas de la multitud y de paso quieren volver apoderarse de la renta petrolera. ¡Cómo es verdad que quienes viven de aquelarre en aquelarre, no tienen idea de lo que el pueblo piensa y siente!
Pero veamos. La señora Mármol lo que pide en líneas generales es que volvamos a la IV de cuando ellos, los del aquelarre, vivían más a sus anchas que ahora, porque no hay duda que siguen viviendo más que bien.
Desea reducir el número de integrantes del TSJ, pero ampliar la representación parlamentaria para que haya más gente que meter. Además, quiere, sería lo único nuevo para Venezuela, pero nunca una originalidad suya, la doble vuelta electoral. Una vieja aspiración y treta de la derecha, para que si a los pobres los pela el chingo, en la segunda vuelta los agarre el sin nariz. Algo así como poner al equipo de la derecha a jugar una partida de futbol con veintidós jugadores, mientras el contrario sólo usa los once reglamentarios.
Tulio Álvarez, según la nota periodística, el tercer vocero del aquelarre, viendo quizás que lo dicho por la señora Mármol parecía un arroz con pollo sin pollo y sin sustancia, se atrevió a agregar la siguiente tremendura: "la constituyente no es sólo para modificar la Constitución sino para lograr un cambio profundo".
¿En qué quedamos entonces? En estos 14 años, desde que Chávez les dejó sin piso, han venido oponiéndose a toda intento de cambio y de repente, según Tulio Álvarez quieren cambiarlo todo. ¿A quién engañan con tanta simpleza salida de aquellas cavernas donde hacen sus aquelarres? ¿En qué consiste el cambio profundo? ¿En la propuestas de la Mármol? Es obvio que creen al pueblo fácil de coger a lazo.
Por último, Álvarez Paz, no el otro Álvarez, ya en el estribo, señaló como el anterior que "necesitamos un cambio urgente" para alcanzar "la reconciliación nacional".
¿Cuál cambio? Preguntamos de nuevo. ¿Por quéquienes siempre se han opuesto a los cambios los invade de pronto ese inusitado deseo? ¿Cuál reconciliación? ¿La de ellos con los grandes capitalistas y de quiénes quieren el petróleo barato y la renta que produce?
Para Álvarez Paz, lo incluyente se reduce a que le incluyan a él y sus amigos de farra y aquelarre en un nuevo gobierno o les permitan acceder a la renta.
Muy fácil, en las propuestas frías de la señora Mármol, está el fondo de todo lo que quieren. Volver al pasado, cuando ellos hacían de capataces de los venezolanos todos, mientras servían a quienes todavía les mandan.
Vean, todos quieren un cambio urgente, por algo, en aquel aquelarre le acompañaron a estos sacerdotes, "dirigentes de Voluntad Popular", como aseguró la noticia, los mismos de "La Salida", quienes sólo querían tumbar al gobierno. Ellos se entienden. Esto último es cierto, como también lo es que el pueblo no les entiende nada.