ARDI, ORVE y PDN fueron solo simples eslabones de un proyecto político que no tardó en desfasarse, porque para nadie es un secreto que la doctrina gorilo-betancurista resultó más falsa que un billete de a quince. Y analizando las causas y los efectos de aquella monstruosa perfidia de Rómulo Betancourt, podríamos sacar la conclusión que otras serían las aguas que correrían por debajo del puente, si Acción Democrática hubiese tenido como rectores a Rómulo Gallegos, Valmore Rodríguez, Andrés Eloy Blanco, Alberto Carnevali, Pinto Salina y otros esclarecido demócratas que dejaron significativas huellas en su época.
Siempre se ha dicho que los errores en política se pagan muy caros. Por ello, cuando el Presidente Isaías Medina Angarita, autorizó la legalización de Acción Democrática, el 13 de septiembre de 1941, jamás le paso por su mente que estaba firmando su sentencia de muerte. Quizás esta sería una de las razones para que el Gral. Eleazar López Contreras, que era malicioso y de tonto no tenía ni un pelo, no cometiera la pendejada de permitirle a Rómulo Betancourt que anduviera como Pedro `por su casa, intentando alzarse con el santo y la limosna. Y es que al pájaro lo reconocen siempre por la cagada. Desde sus mocedades, Betancourt mostro una doble personalidad política, y con ese doble discurso nos hizo creer que era anti-imperialista; que estaba en desacuerdo con las relaciones de producción pre-capitalista; y que además, era partidario de una auténtica democracia popular, oferta hipócrita que resumió en el lema de “Pan, Tierra y Trabajo”.
Quienes pudieron leer el Plan de Barranquilla( 1931), así como los demás escritos del bellaco de Guatire, seguro estoy que comprenderán que el autor de aquellos panfletos, fue un demagogo empedernido, a quien solo le obsesionó el poder para alimentar una enfermiza vanidad que disfrazaba con fingida modestia. De ahí que digamos que no está lejos el día en que sea la historia contemporánea la que se ocupe de desnudarlo sin piedad alguna, pues este impostor no solo traicionó los sagrados intereses de la patria, sino que además manchó de sangre una importante parte de nuestra vida republicana. Y pensar que sus más reptiles panegirista, cometieron el tamaño exabrupto de llamarlo el “Padre de la democracia en Venezuela”.
De modo que al cumplirse 73 años de la legalización de Acción Democrática, fecha de luto y pesadumbre, también es propicia la ocasión para recordar que al pobre Juan Bimba lo engañaron de la manera más vil y descarada. De modo que conociendo los resultados de la hegemonía adeca, quién podría dudar que esa seudo democracia burguesa instaurada por los adecos, solo favoreció a las empresas trasnacionales del petróleo, las mismas que hoy intentan arrebatarnos de nuevo nuestra independencia económica. Menos mal que la propia historia, que es sabia e implacable, también se encargó de enterrar a los traidores boca abajo, por lo que más nunca volverán a jorobarnos la paciencia. ¡Qué con AD se vive mejor!, que riñones, eso no lo creería ni mandrake el mago.