Comencemos con tres eventos al azar: La inefable empresa Hinterlaces1 ha puesto a rodar la versión de un "nuevo sujeto histórico" a partir de estudios cualitativos basados en "focus group". Nadie conoce exactamente cuántos grupos focales se hicieron, con cuántos participantes, con cuál perfil socio-demográfico, con cuáles moderadores, con cuáles guiones; en fin, las audiencias le atribuyen automáticamente "credibilidad a la fuente" porque es una encuestadora aparentemente seria, que ha sido asociada últimamente a cierto sector del "chavismo oficialista", en particular, al chavismo que circunnavega bajo el pilotaje de José Vicente Rangel y sus grupos empresariales de apoyo. Hasta allí, nada nuevo bajo el sol.
Un segundo evento: La ex simpatizante de la revolución bolivariana e historiadora Margarita López Maya2, (simpatizante a ratos debemos decir, en aquellos otros tiempos de flujo de masas ascendente e intentando utilizar sus contactos con la vieja y originaria guardia de la Causa R), se le ha ocurrido sintonizar sus frases con las clásicas "argumentaciones" de la derecha más rancia y tradicional (léase por ejemplo, Aníbal Romero) para sentenciar el fracaso colectivo de la revolución bolivariana. Al parecer, su nueva inmersión social con miembros de la "peña literaria de la UCAB" (un grupo que se reúne a discutir cuándo y cómo se derrumba el gobierno de Maduro) ha permitido exculparla de sus erráticos acercamientos al "chavismo".
La historiadora de raigambre adeca, pues se mueve con supuestos adecos, frases adecas y prejuicios adecos (¿Qué puede ser sino adeca?), se ha sumado a la vieja orquesta de voces que anticipan una "nueva derrota de la izquierda venezolana, o mejor, de aquella izquierda borbónica que no aprendió de aquel descalabro que fue la lucha armada de los sesenta". En fin, Teodoro Petkoff siempre tuvo razón: la izquierda sensata debe acompasar sus pasos con los dictados de la comunidad globalizada del siglo XXI, en especial: la comunidad macroeconómica global.
Obviamente, el descalabro de los 60 fue un invento ocasionado por la aventura subjetiva de un puñado de lunáticos (como Ali Rodríguez, por ejemplo) que se levantaron en armas contra un gobierno pulcramente democrático, con supuestos democráticos, con frases democráticas, acciones democráticas y con ideales democráticos: el Betancourismo.
Eso ocurre con esa micro-izquierda urbana, exquisitamente académica, con aromas agringados, cuyo ideal de reconocimiento es la academia del Norte, que desconocen la melodía aquella de que "El norte es una quimera", haciéndose pasar por seguidores de Alfredo Maneiro para encallar en el apoyo a Andrés Velásquez, o en simular simpatizar con Chávez para luego acariciar las ambiciones de Henry Falcón. A eso llaman visión estratégica. Unas actitudes de tránsfuga evidentes.
¿Pero, cuál es su papel en el reciente tinglado? En vez de dedicarse meticulosamente al pasado, someter con rigor a las fuentes, hace ahora predicciones que encubren deseos proféticos, juega con la astrología política, intenta contribuir con su cuota para ablandar la moral del pueblo bolivariano:
"El proyecto "socialista" de Chávez exhibe ahora su inviabilidad, no solo económica sino política y moral. Mucha retórica bonita, mucha utopía, pero en el fondo, no democrático y sostenido sobre el volátil y estéril ingreso rentístico."
¿Y esas personas apoyaban a Chávez? Menos mal que se fueron, o los fueron, diría cualquiera. Pero la retórica y la anti-utopía del resentimiento huele es a revancha. Una revancha cuya única contención es el pueblo organizado y armado hasta los dientes de la ideología sintetizada en el legado de Chávez.
Sin lugar a dudas, conviene hacer predicciones más certeras: la historiadora hace "masa crítica" con la pasión del bloque social reaccionario y revanchista, aquel que enarbola la política de la "pureza moral" analizada por su colega historiador Barrington Moore. ¿Qué teje Penélope entrelineas?
"Maduro en Nueva York, con una comitiva de 175 personas, gastando a todo dar mientras al país le falta todo; la colita en avión de Pdvsa de la familia y doméstica de Jaua, y el ingreso de su mujer en el carísimo hospital sirio de Sao Paulo, en medio de la escasez de medicinas y el colapso de nuestros servicios médicos, muestran a una élite ensimismada, ajena a la realidad que la rodea."
Hay que retener la frase: "elite ensimismada, ajena a la realidad que la rodea". ¿No es ese el mensaje repetitivo del equipo de propaganda de Capriles, María Corina, Antonio Ledezma o Leopoldo López?
Quizás la única que puede visitar New York, como ciudad natal claro está, sea la inefable historiadora, obviamente sin ser ella misma: ¡Esa elite ensimismada, ajena a la realidad que la rodea! Su lenguaje enseña mucho de los "conflictos" de la pequeña burguesía anómica, aquella que no supo si optar por la izquierda (Pues este es el gesto por excelencia de la marca de mercado del intelectual pequeño-burgués), aunque intentando reservarse la función de ser portadora del Discurso que dicta lo que se tiene que hacerse para poder convertirse en una "izquierda democrática", siempre en código cifrado de las actitudes de derecha: "El fracaso del proyecto chavista es también el fracaso de la sociedad venezolana que la apoyó y entronizó."
O sea, la historiadora decreta: ¡Chavismo es sociedad fracasada!
Pero no nos desanimemos, la inefable historiadora nos da un empujón de optimismo, porque nos lleva como buena pastora al redil de las buenas ovejitas domesticadas, luego de pasar por un período necesario de purgar sus culpas con "propósito de enmienda":
"Si esta elite y nosotros fuésemos capaces de mirarnos a la cara y reconocer que fallamos, comenzaríamos a remontar el lado "mágico" de nuestra economía petrolera, que nos ha traído de nuevo hasta esta calle ciega. Ese reconocimiento permitiría disponernos a la humildad, y ella crearía condiciones para escuchar, dialogar, evaluar nuestras flaquezas, pero también examinar nuestras fortalezas. Desde este otro espacio es factible reconstruir una propuesta de país menos grandilocuente, que pise tierra y nos permita dar el salto que necesitamos para articularnos a la comunidad globalizada del siglo XXI. No será fácil, como nunca lo son las vidas que merecen vivirse, o los itinerarios de sociedades que han dado dignidad y bienestar a sus miembros. Aprendamos de este fracaso que es chavista, pero también de todos."
¿Qué será eso de comunidad globalizada del siglo XXI?¿Aprendamos de este fracaso que es chavista?¿Reconstruir una propuesta de país menos grandilocuente, que pise tierra? ¿Será en New York, New York? ¿Es esa la comunidad globalizada del siglo XXI?
Qué contraste con la práctica y el discurso de Chávez, que desenmascaró el imperialismo y el coloniaje del pensamiento de la comunidad globalizada, que descifró el falso diálogo de los factores de poder de la sociedad, que llamó a la utopía porque quienes pisaban tierra se enlodaban más y más en el gesto de cambiar todo para no cambiar absolutamente nada.
También Rómulo Betancourt decía que quería hacer revoluciones, pero su destino y sus últimos suspiros fueron en New York, quizás en un "carísimo" Hospital, no en un "barrio adentro" o CDI, para luego ser reconocido en aquellas memorables y cálidas palabras de Ronald Reagan. (¿Qué busca el intelectual pequeñoburgués de izquierda que habla desde la "decencia" en EE.UU: ser Reconocido?):
"Hablo en nombre de todos los americanos al expresar nuestra tristeza por la muerte de Rómulo Betancourt. Más que cualquier otra cosa, él fue un patriota venezolano; un amigo cercano y especial de los Estados Unidos. Durante los años 50, consideró a los Estados Unidos como un refugio mientras estaba en el exilio, y nos sentimos orgullosos de haberlo recibido. Nos sentimos honrados que este valiente, cuya vida la dedicó a los principios de libertad y justicia — un hombre que luchó contra dictadores de izquierda y derecha — pasó los últimos días de su vida en nuestras playas. Nos unimos al pueblo venezolano y a aquéllos que aman la libertad alrededor del mundo, al luto por su muerte."
¿Interesante no? ¿Quiénes reivindican al Betancourt entre líneas andan en la lucha por los principios para amar la libertad preferida de Ronald Reagan? ¿El ablandamiento moral de la izquierda venezolana, a quién le ha reportado beneficios y saldos políticos?
Pues al gobierno de Washington, es decir, a aquellos que la simulación marxista del joven Rómulo Betancourt llego a calificar de la siguiente manera:
"Que el gobierno yanqui no es «democrático» ni es «grande», sino que esa oligarquía de cuáqueros y de judíos aventureros e inescrupulosos, ha cometido, comete actualmente y está dispuesta a cometer en toda época, los peores actos de bandidaje contra nuestros desorganizados pueblos de América Latina."
¿Si la historiadora López Maya hubiese escuchado esas palabras en vivo y directo, que diría? Que Betancourt tenía una retórica utópica de una izquierda descarriada. ¿Dijo "actos de bandidaje" imperiales? La inefable historiadora sabría decir mucho de golpes de Estado "con olor a petróleo": Gallegos, Medina, etc.
Hay que tomar en serio estos síntomas de la "Izquierda Betancourista" ahora despotricando contra el proyecto bolivariano sembrado por Chávez. La función práctica de las frases es sembrar desaliento, sumar respaldos a la causa de la estrategia de derribo contra Maduro, inscribirse en la maniobra del cambio de régimen. No será casualidad que su esposo (casi director vitalicio de Ojo electoral) sea propuesto como candidato a rector del CNE (por la también inefable Asamblea de Educación de Leonardo Carvajal).
Todo esto huele a las sotanas de la Quinta Esmeralda. ¿Recuerda alguien a Ugalde o las nuevas apariciones analíticas de Arturo Sosa? ¿Huele a 2002? En este punto, volvamos a los consejos lúgubres de Hinterlaces.
"Hoy en Venezuela está surgiendo un nuevo Sujeto Social Histórico. Es el nuevo "Corazón" de la sociedad. Se trata de un segmento específico que representa y contagia al resto del país. Hace síntesis de las posiciones e interpretaciones de otros sectores sociales y, en consecuencia, se convierte en Mayoría."
¿Acto de magia? Efectivamente: ¿Y de repente se hizo la luz? La nueva mayoría, así se llamaban los predicadores de la tercera vía en otros tiempos. Claro, hay adivinos de adivinos. No se trata de las fastidiosas curvas de los estadísticos de IVAD y DATANALISIS. Se trata de la cualidad del olfato del narizón Schemell:
"Este "Sujeto Social Histórico" no es posible describirlo sólo con los tradicionales instrumentos de evaluación demográfica. Es necesario profundizar todavía más para identificar los factores psico-sociales y culturales con los que construye su visión de país y de sociedad. Se trata de una existencia cultural y psico-social emergente. Comparte una visión de sociedad y también un repertorio simbólico y gramatical."
Vale la pena detenerse en la advertencia de Schemell: es necesario profundizar más para analizar los factores con los que construye su visión de país y sociedad. Hasta allí, la prudencia de un analista.
Schemell ve, escucha y huele dos cosas: que el análisis cuantitativo sólo mide uno a uno, agregando por arte de agregación lineal estadística y sus posteriores operaciones de cálculo, porcentajes y promedios. Él va como sabueso buscando otras dimensiones de una existencia cultural y psicosocial: un "repertorio simbólico y gramatical". ¿De qué se tratará esto? ¿Una nueva morfosintaxis política, una exploración de los deseos y querencias de los venezolanos?
Estamos ante una suerte de semi gramsciano devenido en ingeniero de la conducta social: una verdadera tragedia para la izquierda revolucionaria, pero que le vamos a hacer: ¡es nuestro Schemell!, diría el oficialismo que le ofrece mecenazgo.
Y lo interesante de Hinterlaces es su capacidad de entrar en inconsistencias y que nadie se dé absoluta cuanta de nada: "Según las investigaciones cualitativas de Hinterlaces, este Sujeto no es el "centro político" de la sociedad, porque su relevancia no tiene nada que ver con posiciones neutrales. No es la polarización ni la confrontación lo que los define, sino más bien sus creencias y demandas. No es opositor, tampoco es independiente o Ni-NI. Es un "nuevo centro" en tanto representa y convoca a las mayorías".
Es recomendable leer muy lentamente el párrafo anterior: no tiene posiciones neutrales (es decir, toma partido), no es la polarización ni la confrontación (es decir, ya no parece chavista originario), sus creencias y demandas lo alejan de la oposición, de ser independiente o Ni-NI. Aja, ¿Lo descubrieron? Pues es el mismo Schemell en su espejo y de sus mecenas: "Chavistas" que no creen en la confrontación ni en la polarización (Podría haber dicho: en la Revolución) y que "representa y convoca a mayorías" (deseos, deseos, deseos).
Aquí se encubre la operación de ablandamiento del legado revolucionario de Chávez. Pasamos del Chávez originario, polarizador y confrontador, el de la guerra política, al Chávez light, reempaquetado de dulcinea de los tobosos.
O sea: no es "centro político", es un "nuevo centro", en fin lo conocemos por lo que no es y además por la clave del "descubrimiento" de Hinterlaces: ¡Una mayoría cuyas creencias y demandas no apuntan ni a la polarización ni a la confrontación! Si alguien pregunta que busca Schemell, aquí la respuesta: ablandamiento de la pasión revolucionaria del proceso bolivariano. Llevar al pueblo bolivariano de la mano con palabras dulces a las escaleras de su cadalso y sus verdugos históricos.
¿No huele usted querido lector y lectora hacia donde nos lleva la danza del nuevo sujeto histórico? ¿Puede haber revolución sin confrontación ni polarización? Claro, re-semantizando la "revolución" como lo hacen las grandes corporaciones publicitarias del mundo: "Este nuevo Sujeto representa al actual "centro político del chavismo"
¿Qué diría Chávez? Pues, que se trata de un revival de Irene Sáez. ¿Cuándo cuesta construir un clúster de mercadeo? Schemell está vendiendo una marca, y hay idiotas que se la compran: "nuevo sujeto histórico". Le faltó decir. "Nueva Alternativa" y vamos directo a 1978. A esa izquierda que venía doblando la cerviz para ser integrados al sistema de dominación de punto-fijo. ¡Ay de aquellos que tienen mala memoria!
Pero además, Schemell comete una impostura metodológica. ¿Acaso una muestra cualitativa puede llevarnos a grandes generalizaciones? El inefable Schemell violenta el postulado básico de un estudio cualitativo. Se lanza a las extrapolaciones, pues el nuevo sujeto histórico:
"Representan el nuevo "clima socio-cultural" y el nuevo "estado de ánimo" de la sociedad. Son la fuerza social y política más importante e influyente de la Venezuela actual. Cuando Chávez inauguró una nueva época, en otro contexto social diferente, este actor histórico fue representado por los sectores marginados y excluidos de la sociedad venezolana."
¡Ay, mama! ¿Cómo se llaman los trucos de los magos con trampitas al principio, trampitas en el medio y trampitas al final? Primero crea el espejismo (nuevo sujeto histórico) y luego la tarea política (son la fuerzas social y política más influyente de la Venezuela actual). Ya no son los sectores marginados y excluidos de Chávez, del 27-F, del 4-F, de 1998, del 2002, del 2004 y del 2006. Ahora aparece otro sujeto para un "nuevo bloque histórico". Cuidado, alerta, más imposturas disfrazadas de Gramsci.
¿Sabrá Schemell lo que significa eso en términos de dejar atrás el viejo bloque histórico capitalista? Claro que lo sabe, y además lo distorsiona para sus propósitos: se trata de un Gramsci light, sin grasa trans y sin azúcar, sin amarillo número 5, sin aditivos revolucionarios, sin marxismo ni socialismo ni lucha revolucionaria, una hegemonía de chinchorro consumiendo línea política por TV, quizás viendo programas de opinión los domingos, como si fueran a una misa ideológica. ¿Y quién se cree el cuento Schemell?
Luego viene la receta masticada y maquillada: "Conquistar a este nuevo Sujeto Social es la tarea fundamental para forjar el nuevo "Bloque Histórico". Para ello es necesario construir alianzas cada vez más amplias, bajo la dirección del pueblo organizado en los movimientos sociales. Y sobre todo diseñar el "nuevo discurso hegemónico" que permita liderar las nuevas corrientes simbólicas y culturales, las emergentes realidades psico-sociales y emocionales, que se están expresando en diversos sectores de la sociedad venezolana, principalmente en los sectores populares."
¿Dirección del pueblo organizado en movimientos sociales? Interesante guiño a los que no creen en el príncipe moderno de Gramsci: El partido revolucionario. Es decir Camaradas, construiremos el nuevo bloque histórico a partir de corrientes emocionales, simbólicas y culturales, de un nuevo centro político, que ni polariza, ni confronta, ni es dirigido por partido revolucionario alguno: ¿Cómo se llama eso? ¿Legado revolucionario de Chávez? Sigamos leyendo, para comprender en que consiste una estrategia de ablandamiento moral de una Revolución Socialista.
Llegamos a otro inefable. El economista y ex mirista Rómulo Henríquez3. Todo un personaje. De hecho Romulito es un hombre afable, un maestro de la inteligencia emocional, también amigo de JVR, por cierto, y como él lo reconoce en la entrevista, de máximo representante del éxtasis desarrollista adeco: Carlos Andrés Pérez.
De nuevo se tejen los eslabones de la adequidad, pasando por alusiones al MIR y alusiones a la Causa R, ya sin Maneiro. Los periodistas pícaros como Roberto Giusti, quieren imponerle un titular a las palabras del economista Rómulo Henríquez: "El desarrollo es inconcebible sin el concurso de los privados". "Importante error político es no haber tenido relaciones adecuadas entre Estado y propietarios". "La búsqueda del socialismo es posible sin pretender la erradicación total de la propiedad privada". La descontextualización con pinzas es una marca de fábrica de aquellos periodistas que desean que el entrevista no diga lo que dijo, sino que digan lo que el periodista quiere colocar en un titular.
¿Acaso no éste el plan de economía mixta que nos vende Schemell también? Azares y contingencias. Claro, hay diferencias. No podemos comparar a Rómulo Henríquez con la historiadora inefable. Rómulo al menos fue un come candela con cierta ingenuidad juvenil. López Maya nunca fue joven, nació impoluta, sin errores político-ideológicos.
Mientras López Maya nos recuerda que esto del proyecto bolivariano y chavista es un completo fracaso, el simpatizante del chavismo y economista de profesión (promoción Carlos Marx 1960), Rómulo Henríquez reconoce que existen logros en la revolución bolivariana.
Pero donde se juntan es en esa nueva moda de declararse partidario de la convivencia y reconocer como amigos no solo a dirigentes de la oposición, sino también a los líderes de la denominada "república civil" (claro en contraste con la república militarista).
De modo, que una de las mejores maneras de volver al hilo de la no polarización y la no confrontación es hacer público que visitó a Carlos Andrés Pérez en su casa (cuando la tenía por cárcel) y se declara admirador de dos líderes adecos como Leonardo Ruiz Pineda y Juan Pablo Pérez Alfonso. ¡Adeco es adeco hasta el más allá! Rómulo Henríquez no parece escapar a las creencias y demandas del adeco rajao.
Pero claro, hay adecos particulares luego de sus divisiones históricas. Rómulo ratifica su fe en el socialismo y su lucha por la democracia, aunque también hace "autocrítica":
"Uno de los errores más graves cometidos por los factores progresistas fue el de pretender desarrollar la lucha armada cuando no había las condiciones. Con horizontes abiertos las fuerzas de izquierda desecharon la posibilidad de crecer y nos lanzamos hacia una opción que el pueblo, con toda sabiduría, no apoyó. Por tanto esa fue una lucha armadas prefabricada por ideólogos del momento."
Aja ¿lucha armada prefabricada por los ideólogos del momento? Volvemos a López Maya, como si las frases se entretejieran y se hablaran entre sí. El pueblo sabio apoyo a Betancourt. Eso de los años 60 fue una completa locura. ¿Y quiénes eran los ideólogos del momento? Henríquez prefiere no dar muchos detalles:
"De eso somos responsables todos quienes participamos, pero el peso de la decisión recae sobre quienes tenían posiciones de dirección y más experiencia política. No sobre los muchachos de 19 y 20 años que abrazamos la causales. Es cierto, el encanto de la revolución cubana emocionaba mucho a la juventud de todo el continente. Y ese entusiasmo, ese romanticismo político, nos llevó a pensar en la lucha armada sin un análisis serio sobre las razones que la pudieran justificar."
Muerto Chávez, aparecen otros espectros. Entre ellos, el espectro de la "lucha armada". El espectro de sus "dirigentes históricos". Aparecen las actitudes ante "la revolución cubana". Aparece la tesis del "romanticismo político" (López Maya la llama Utopía). Y de nuevo aparecen una suerte de delirantes lunáticos enceguecidos: los dirigentes del descalabro de la izquierda de los años 60. ¿Qué diría Víctor Hugo Morales o Simón Sáez Mérida? ¿Recuerda Soto Rojas a Romulito?
Claro está, Henriquez que si sabe algo de economía comienza diciendo una media verdad que no les gusta repetir mucho al chavismo oficialista:
"Nosotros no estamos viviendo en una sociedad socialista. Vivimos en una sociedad capitalista. La inmensa mayoría de los bienes y servicios del país se producen bajo el modo de producción capitalista."
¿Se producen en el país esa inmensa mayoría de bienes y servicios? No, muchos de los bienes se importan, de modo que el capitalismo de adentro sigue articulado al capitalismo de afuera. ¡Aquí no hay socialismo productivo!
¡Aquí hasta la PDVSA roja, rojita es capitalista! No hay dirección por parte de los trabajadores de las empresas públicas, la estructura gerencial sigue siendo capitalista, ergo: ¡No crean en pajaritos preñados!
La sinceridad de Rómulo muestra los filones del discurso atrapa todo:
"Antes quisiera redondear la respuesta del sueño que teníamos cuando fundamos el MIR. En realidad no habíamos pensado en una estructura de la sociedad, estatal o no estatal. Nuestro principal afán era la independencia, la soberanía, el anti-imperialismo. Veníamos de la experiencia terrible de (1954), cuando se reunió en Caracas la Décima Conferencia Interamericana y el Secretario de Estado, John Foster Dulles, le impuso al dictador Pérez Jiménez, quien nos apresó, nos persiguió y torturó, la máxima condecoración que confiere el gobierno de los EE.UU a un extranjero. Nosotros luchábamos por una democracia con total independencia. No nos planteábamos un régimen socialista. Eso no lo proponía ni el PCV Pero aquella idea nacionalista sigue vigente."
De modo, que volvemos al punto de inicio. El proyecto es nacionalista, soberanía, anti-imperialismo pero con modales adecos; es decir, el anti-imperialismo a lo sumo "fifty-fifty": seamos mitad anti-imperialistas y mitad pro-capitalistas, política del buen vecino, nada de loqueras ni romanticismos.
A diferencia de la historiadora, el economista chavista moderado ex izquierdista plantea que: "Somos independientes políticamente. La política exterior de nuestro país no la impone el Departamento de Estado ni ninguna fuerza extraña."
Bien por Rómulo, algo es algo, peor es nada. Al menos Chávez logro algo. La historiadora habla de completo fracaso. Rómulo reconoce logros. No cae en la concha e mango del cuestionario de Giusti y su enfermedad anti-cubana, pero ratifica:
"En lo económico no somos independientes. Dependemos mucho de los repuestos, maquinarias y armas provenientes del exterior. Lo mismo ocurre con la producción de alimentos y bienes esenciales como los medicamentos. Carecemos de independencia desde la perspectiva científica y tecnológica. Pero la estamos buscando y se hacen esfuerzos en ese sentido."
A diferencia de la lamentadera de moda por el rentismo de la historiadora, el economista Rómulo nos dice:
"Se trata de ingresos en divisas por la venta de petróleo y eso no debe avergonzarnos. En el futuro seguirá siendo así y mientras más se desarrollen la industria petrolera y las actividades económicas conexas, más crecerán las exportaciones y por tanto el ingreso de divisas. Pero el hecho de que sigamos siendo un país petrolero, no significa que no estemos ante la necesidad de diversificar la economía. Una falla nuestra ha sido depender de la renta petrolera para las compras en el exterior. Pero el camino está abierto para desarrollar otros frentes productivos."
Se trata de un esbozo de estrategia de desarrollo:
"Aquí ha habido desarrollo petrolero con empresas nacionalizadas y ese fue una postura nacionalista que no nació con este gobierno o del esclarecido pensamiento del presidente Chávez. Nació antes. Ya en los años 40 AD proclamaba la necesidad de nacionalizar la industria petrolera y quizás no se le han reconocido sus grandes merecimientos a ese genial compatriota que fue Juan Pablo Pérez Alfonso. Así que pensar que pueda ser malo lo que no se ha hecho con la propiedad privada es un error."
De manera, que en estos ejemplos que traemos por azar pareciera que hay dos tentativas: a) Mantener como tesis programática el proyecto originario del PDN por parte de algunos sectores de la izquierda chavista (Rómulo Henríquez), b) recuperar el legado anticubano de Betancourt por parte del antichavismo más visceral (López Maya).
Obviamente, en el trasfondo, está el sabueso Schemell tomando nota del repertorio simbólico y gramatical. ¿Dónde está el nuevo sujeto histórico? Dice Rómulo:
"Es una necesidad, para el país, impulsar a algunos productores privados. Para mí es inconcebible que exista un desarrollo agrícola, pecuario, pesquero, sin el concurso del interés privado. No creo que la búsqueda de una nueva sociedad pase por extirpar totalmente la propiedad privada. Cuando el presidente Chávez habló por primera vez de Socialismo del Siglo XXI, Alonso Moleiro me hizo una entrevista en la que destacó dos de mis planteamientos: la necesidad de tomar en cuenta los aportes del capitalismo a la humanidad y el criterio de que no era posible pensar en una sociedad sin propiedad privada. Hoy sigo creyendo que la búsqueda del socialismo es posible sin pretender la erradicación de la propiedad privada. Luego el presidente Chávez afirmaría públicamente que él no atentaría contra la propiedad privada."
Como vemos la dinámica de los azares, todos giran en torno a una deflación del término socialismo revolucionario (mientras la inflación va por el ascensor, el socialismo cae en caída libre por el abismo de la renuncia ideológica) hasta sacrificarlo para la historiadora en el altar de la "comunidad globalizada" del siglo XXI, para otros un "nuevo bloque histórico", que parece una melcocha de un Gramsci light con marketing para vender la nueva marca del "nuevo centro político", y finalmente otros creen que a lo que se puede aspirar a lo sumo es a volvernos a los antepasados ideológicos de AD, es decir: un PDN con nuevo nombre. Quizás eso sea para algunos el PSUV: adecos que no sabían que eran adecos hasta que la muerte de Chávez se los recordó. ¿Dijo usted revolución socialista? ¡Vásie! Puro ablandamiento de la moral revolucionaria, compadre, ablandamiento.
1 http://www.hinterlaces.com/analisis/politica/surge-un-nuevo-sujeto-social-historico
2 http://www.eljoropo.com/site/margarita-lopez-maya-fracaso-y-aprendizaje/
3 http://www.eluniversal.com/nacional-y-politica/141109/el-desarrollo-es-inconcebible-sin-el-concurso-de-los-privados