La noticia corre como reguero de pólvora, uno de los tres reyes magos se ha sacado el quino y en consecuencia ya no vendrá el 6 de enero, a caballo, tan bueno como de costumbre, a repartir juguetes a la chiquillería; en adelante él se irá a Panamá a disfrutar la pachanga.
Bien merecido lo tiene dado su tan esforzado trabajo durante muchos años, aunque algunos malhablados ya empiezan con la guachafita, que si la ruleta de donde salió ese premio estaba puyada, que en eso intervino la ruleta de los Robertos, que si el pato y que si la guacharaca y que si lo uno y que si lo otro y mil conjeturas más, pero en el fondo, lo que le pega a los habladores de pendejadas es que han pasado la vida trabajando de sol a sol y todavía no han visto siquiera un dólar contimás diez mil, por citar un cifra.
Otros más envidiosos osan decir que el referido ex rey mago ahora ricachón podría ser un simple testaferro del crimen, pero eso de alegar sin pruebas es imprudente; inclusive, algunos afirman que lo del Sa Cerdo Te no es más que una coartada para armar las próximas guarimbas.
Mas, no todo está perdido para los niños, si bien uno de los tres reyes se llevó todo el oro, quedan dos reyes que traerán al menos incienso y mirra, algo es algo.
“… es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja que un rico entre al reino de los cielos…” Del Evangelio de Jesús.
