El colmo del cinismo se puso de relieve, cuando un fantasma que ya no asusta a nadie, con su cara muy lavada se atrevió a proponer una de las recetas clásicas del neoliberalismo, lo cual agravaría más la crisis inducida que persigue desestabilizar al gobierno del Presidente Nicolás Maduro. De espaldas a la realidad y obedeciendo a instrucciones de Washington, el Secretario General de la difunta CTV, por supina ignorancia o exceso de cinismo, se expone al ridículo cuando descubre el agua tibia, diciendo que la escases de bienes y servicio se resuelve incrementando la "producción y la productividad". Y como no somos desmemoriados y tenemos conciencia de lo que ocurre a nuestro alrededor, cualquiera se preguntaría: ¿Acaso no fueron los apátridas de Fedecamara y la CTV quienes de manera criminar se confabularon con la malsana intención de destruir el aparato productivo? ¿O acaso el paro petrolero y las diversas modalidades de golpes de Estado son el más novedoso mecanismo para perfeccionar el incremento de la productividad?.
En líneas generales, podría diagnosticar que en Venezuela la crisis provocada en forma artificial, ciertamente tiene un fuerte componente económico, pero también no deja de ser política, pues muchas veces el Estado ha sido debilucho a la hora de hacer respetar el imperio de la ley. Y como lo bueno para la pava, también es para el pavo, entonces reconozcamos que también otros actores tienen su cuota de responsabilidad en este desastre que nos tiene al borden del caos. Por ejemplo, ¿Cuantas veces esas instituciones creadas para proteger al consumidor, en vez de resultar eficientes y exitosas, por omisión o acción han sido cómplices de las atrocidades de especuladores, usureros y contrabandistas? En pocas palabras, y así alguien pudiera molestarse, es nuestro deber admitir con gallardía que el Sundde se ha convertido en laboratorio de piratería e improvisación? ¿O es mentira que la población consumidora, ahora más que nunca este siendo perjudicada por las copiosas irregularidades en la cadena de distribución de bienes y servicios? Y conste que hablo con cierta propiedad, pues este modesto escribidor, también trabajo hace 39 años en la extinta Superintendencia de Protección al Consumidor, y en cuya ocasión el Ministerio de Fomento publico uno de mis trabajos que llevo por título: "Hablemos de Protección al Consumidor".
Ojalá que esta vez, prive el criterio sensato del hombre para el cargo, y no el cargo para solo complacer al individuo, pues definitivamente la masa no está para bollo, mucho menos para improvisar en medio de una bestial guerra económica, que por todos los medios lleva dos años emperrados en querer liquidar al poder del pueblo organizado en revolución.
En cuando a Manuel Cova, ex Secretario oficioso del corrupto sindicalista Antonio Ríos, no vale la pena darle mayor crédito a sus barrabasadas, pues como suele decirse cuando nos referimos a puros bates quebrados, lo mejor es dejar que sean los muertos quienes entierren a sus muertos.