"La Salida", PJ, VP y Ramos Allup, en túnel sin salida

La oposición política venezolana es un caos, lo son sus dirigentes todos, los de un lado u otro. Los esfuerzos y gastos onerosos del gobierno gringo y la derecha capitalista no son suficientes para llegar a lo que ellos llaman eufemísticamente un gobierno de "transición". Nunca antes había quedado mejor demostrado que "el dinero no lo hace todo", hacen falta muchas cosas más.

Cuando Chávez llegó al poder en 1998 y por los efectos de las políticas disgregadoras de la derecha, una parte de ésta quedó hecha trizas. Circunstancia que aprovechó la extrema, anidada entre poca gente del este de Caracas y los pequeños grupos pudientes del resto del país, sobre todo jóvenes, porque los mayores ya habían perdido todas las ganas, para armar o mejor animar agrupaciones inspiradas en el nazi-fascismo europeo, que en épocas de la IV república ya existían pero sin el apoyo de la embajada gringa, lo que no les permitió el ansiado retoño. El resto de la derecha misma llegó a repudiarlas como cuando bajo gobierno adeco se ilegalizó aquel curioso grupo llamado "Familia, Propiedad y Libertad". Nadie protestó ni alegó derechos civiles y humanos.

Si usted analiza el discurso zigzagueante o guabinoso de Ramos Allup, que en sí es un cuadro caótico, porque llama a manejar con "ponderación todas las alternativas", pero al mismo tiempo dice, para cubrirse las espaldas, estar contra cualquier golpe de Estado y guerra, sobre todo si esta es civil, porque "terminaríamos matándonos entre hermanos", encontrará los motivos por los cuales la ultraderecha, la de VP, PJ y otros grupos, logran por momentos ejercer liderazgo, sobre todo cuando excitados prenden sus guarimbas y se aseguran el apoyo del gobierno gringo quien alrededor del mundo juega "a lo que salga". Por algo en un sitio apoya y financia a Al Qaida y el Estado Islámico y en otro finge estar en contra de ambas expresiones terroristas, depende. Eso lo sabe bien Ramos Allup.

Si ponderamos las declaraciones de Chúo Torrealba, quien no es más que un amanuense, según las cuales la MUD y él mismo, no apoyan el llamado a "Paro Nacional" y guarimbas, pero estarán donde haya colas para comprar acompañando a la gente, no vemos nada diferente a lo que dijo el dirigente adeco antes señalado. De sobras se sabe que a la derecha poco importa las calamidades del pueblo, más sabiendo que ella misma las genera, crea y estimula. Los muchachos de PJ y VP, que estarían con Torrealba, no hacen colas para comprar, todo lo tienen, son panas de acaparadores y no son ellos los encargados de hacer esos "mandados" de la casa.

La derecha toda se mueve, según las evidencias, entre dos tendencias que se anulan. Una "ultrosa", la procedente de aquellos grupos ilegalizados por la IV República, ahora en VP y PJ, que ha optado por insistir en lo que llamaron "La Salida", para lo cual cualquier proceder es válido, pero por la premura, el inmediatismo que les embarga, guarimbas y toda expresión violenta, toma rango primario y sustancial. Y otra más sinuosa y oportunista como si intentase hacer contrapeso a aquella, pero sin mucha voluntad que, como dijo Ramos Allup cínicamente, debe manejar "todas las opciones", pero se deja llevar la delantera y poner el ritmo o disco en la rockola por la primera. Marcha detrás en la comparsa, de manera temerosa, porque cualquier cosa le sirve, por falta de voluntad, pese que la mayoría le respalda, creyéndola sensata y pacífica, dejando que aquella le imponga la agenda. Dentro de esas circunstancias y por el discurso del jefe adeco, uno concluye que por la fuerza del dinero, el que todos ansían, a Ramos Allup y quienes con él comparten, se les quiebra la voluntad, convicción y fortaleza para imponer una opción contraria a la violencia y la guerra. La gente que con ellos comparte, por lo menos la idea de hacer las cosas en paz y sin causar daños injustificados, no se les motiva lo suficiente.

Además, es a todas luces contradictorio, que en un país donde prevalecen los principios constitucionales, alguien que se defina como contrario al golpe de estado, "porque ninguno de ellos conduce a nada bueno", como dijo Ramos Allup y menos a la guerra "porque terminaríamos matándonos entre nosotros mismos", diga que se deben manejar todas las opciones. ¿Cuáles son todas esas opciones? ¿No son también las guarimbas, el golpe y la guerra civil? Entonces en verdad ¿de cuál lado están Ramos Allup y sus aliados? ¿Del mismo de la ultra pero llenos de miedo a todo lo que eso implica?

Desde nuestra perspectiva, dado el cuadro que ha generado la embestida o guerra económica del gran capital nacional e internacional contra nuestro gobierno y los inocultables errores y omisiones de éste, habiendo unas reglas de juego definidas en la legislación venezolana y que el pueblo ha internalizado, la conducta de la oposición, que no actúa como bloque, de manera unitaria, sino enguerrillada contra ella misma, con fingimientos por la ausencia de liderazgo medianamente respetable, es la menos indicada para lograr el objetivo único que parece unirla, el de deshacerse del presidente Maduro. Lo único que sirve es para hundirnos a todos en un torbellino de violencia.

Pero todavía queda una pregunta que elude responder Ramos Allup, a menos que le digan "sus asesores", para qué salir de Maduro. ¿Para aplicarnos la receta neoliberal? Seguro. Por eso, en ese particular, nada dice.

Se convoca un paro nacional, desde una barricada que todos conocen, como conocen a sus portavoces, quienes ahora parecieran no atreverse a dar la cara, mientras el resto de la derecha desaprueba sin mucha convicción, manifestándose a favor de otras acciones, disfrazadas de legalidad y pacifismo, con la oculta esperanza que conduzca a lo mismo que quieren aquellos.

¿Qué es un paro nacional? ¿Cómo sería eso? ¿Con quién se cuenta? ¿Ese proceder fantasioso, azaroso es el más adecuado para ello? ¿Qué metas tiene? Como diría Gallegos ¿Con quién vamos? Por estas interrogantes nadie, ni los de ellos, menos el pueblo todo que está agredido, al paro le para. Ni los convocantes mismos, que improvisadamente, emocional e irresponsablemente llaman a paro y luego se desmienten.

Dijo Schemel, no sin razón, que la oposición quiere llevar al país a un caos. Agregaría que se promueve una acción irresponsable y hasta irracional "a ver qué sale". De donde uno concluye, la derecha tanto la que encarna Ramos Allup, como la de los ultrosos, es un terrible caos, están como encerrados en un túnel y no encuentran "La salida".



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Eligio Damas

Militante de la izquierda de toda la vida. Nunca ha sido candidato a nada y menos ser llevado a tribunal alguno. Libre para opinar, sin tapaojos ni ataduras. Maestro de escuela de los de abajo.

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