Ya no cabe duda que a la Conferencia Episcopal Venezolana la cual apartándose de su verdadera misión que no debería ser otra distinta a la difusión del pensamiento cristiano, en base al evangelio y al legado del fundador del cristianismo en la humanidad, que vino al mundo hecho hombre para redimir al llamado pueblo de Cristo o de Dios que es lo mismo, no queda otra alternativa que salirle al paso a quienes la conforman, pues esa institución que está integrada por la jerarquía eclesiástica, es decir por quienes han logrado colocarse la sotana púrpura, para poder ser miembros de la cúpula eclesial, prebenda que como sabemos, algunos, no han obtenido en base a méritos, sino en muchos casos,(recordemos el reinado de Blanquita, la de Lusinchi (qepd), por conveniencia para los gobiernos de la cuarta que entre sus estrategias tenían la de congraciarse con ellos, así como con los medios.
Es un hecho que tal institución en nada se diferencia de cualquier partido político, del montón variopinto que puja por figurar en la vergüenza de oposición que aquí tenemos, pues como ella, gustan de robar pantalla y prensa, para repetir, cual loros, argumentos irreales que nos comprueban que igual que todos tienen como pauta permanente la negación absoluta de los logros de la Revolución, incluso en asuntos que tocan muy de cerca la organización eclesial, como son los colegios privados católicos, la refacción de iglesias y construcción de nuevas, la inclusión de docentes religiosos y religiosas, a las nóminas del Estado, con el beneficio de jubilación incluido, la decisión de incluir a sacerdotes y religiosas para la pensión de vejez del Seguro Social, etc.
Cada cierto tiempo producen un panfleto que pretenden sea un informe sobre lo que su ceguera, de odio no les deja ver a su alrededor, en el llamado documento, por ejemplo piden y abogan por la eliminación de un programa como “Con el mazo dando” de Diosdado Cabello, porque según ellos no es conveniente, y lo hacen porque no se merecen otro tratamiento distinto al de cualquier político o partido político, pues han, con su actuación permanente, logrado que no pocos la vean como vanguardia opositora y por lo tanto proclives a llevar del bulto, en todas las respuestas que dicho programa les da a su posición y las que cualquier medio e incluso ciudadano tiene derecho, pues ellos han tomado como pauta meterse en las diatribas políticas y por lo tanto, se supone a aguantar recíprocamente lo que les venga, apenas como reacción lógica.
No se merecen otra cosa, o simplemente preguntémonos: ¿Han dicho acaso
“esta boca es mía”, en respuesta a las dos monjas que con el mayor descaro, nos han deseado públicamente la muerte (desaparición) a quienes nos hemos sumado a este proceso así como al Presidente Maduro?.
¿Acaso le han recriminado al cura Palmar del Zulia, por las veces que públicamente le deseó la muerte al Presidente Chávez y luego no pudo contener su alegría por ver cumplidos sus deseos?; ¿Acaso han dicho aunque sea pio, por la barbaridad que dijo el Obispo Lucker cuando afirmó que la decisión del gobierno por ayudar a las madres prematuras lo que buscaba es que las niñas “abrieran las piernas”?, por solo preguntar sobre estos casos que no son los únicos
Ah, pero en cambio al padre Atencio, de Maracaibo, han estado a punto de expulsarlo o hasta excomulgarlo porque ha manifestado su apoyo a la Revolución Bolivariana, o a los dos curitas que suspendieron porque presidieron el acto religioso de la bendición del mar en Anzoátegui. Es decir estos personajes ensotanados que ya forman parte del abanico de políticos, con sus actitudes de cualquier político de orilla, lo que han logrado es que se les mida con la misma medida que ellos utilizan, como la mismísima Biblia lo deja bien claro en Mateo 7,2. “Con la vara que midiereis seréis medidos”, y es que estos personajes han llegado a tal grado de degeneración que no queda otra alternativa que la de meterlos en el mismo saco en que, aparecen sus admirados jefes del terrorismo venezolano, como son el ahora conocido como “monstruo de Ramo Verde”, o la María “Violencia”, para quienes sobran vedadas alabanzas por parte de los purpurados.
No estaría para nada malo que a través de nuestra representación diplomática ante el Vaticano se le hiciese llegar un dossier, a Su Santidad el Papa Francisco, para que se dé por enterado de las andanzas de quienes pareciera no oyen ni leen los mensajes, que la máxima autoridad de la Comunidad Católica a nivel Mundial, con mucha frecuencia nos envía.
Así son la cosas, esto es lo que hay, con una oposición a la que estos prelados, al sumarse a ella, tal vez queriendo allegarle un halo de santidad, lo que han hecho es embarrarla, no solo dentro del universo católico sino ante todo un pueblo, incluso más allá de nuestras fronteras.