Mi palabra

Llegaron los refuerzos

"Sólo los cordiales merecen

ser tratados con cordialidad."

Publio Terencio


Un señor, con la apariencia de haber pasado del medio cupón, de peso muy desproporcionado, cada momento soltaba una carcajada sin dejar de hablar; estaba al lado de un vendedor de frutas, como si estuviera en una sala de cine, viendo una cinta cómica; se reía con tanta ganas, que en pocos minutos fue atrayendo la curiosidad de algunos transeúntes; cada momento repetía una expresión con la mirada puesta en un diario de circulación nacional ¡Llegaron los refuerzos! El frutero, dialogaba de lo más entretenido con el risueño comprador; daba la ligera impresión de haber olvidado su trabajo; por momentos el dúo, parecían estar ensayando las sonoras carcajadas. Rápidamente se escucharon las palabras del vendedor, como si estuviera ofreciendo la mercancía ¡Son igualitos a la Guaira, lo que traen son puros bates quebrados!

La risas se transformaron en un dialogo político, de un profundo valor, como para no perderse una sola palabra de este par de trabajadores; sus afiladas expresiones, pueden servir de lección para cualquiera persona; más, cuando estamos viendo a una oposición con un parecido a los toros de San Fermín, le embisten a todo, sin importarles las consecuencias. El vendedor ambulante, dejó escapar unas palabras para reflexionar ¡Yo, no sé nada de política, pero la oposición me están enseñando! El gordito, seguía con el mismo estado de ánimo, dejando escapar una sonrisa, con una interrogación ¿Cómo es eso? La simple pregunta, sirvió para conocer a un hombre, muy claro, ubicado en el momento que estamos viviendo, provocando risas en los pocos presentes: “Cuando digo, que la oposición se parece a la Guaira, no estoy mintiendo, todos los refuerzos, que traen, son puros bates quebrados, por supuesto, siempre quedan eliminados”

Después de escuchar está conversación, me marché pensando en la sabiduría del pueblo, para seguir viendo la otra realidad del país: las interminables colas, nada parecido, cuando escuchamos a los hermanos colombianos, exclamar ¡Buena cola! al ver una mujer bien formada, con el trasero muy pronunciado, sin haber pasado por un quirófano, por supuesto, aquí también las tenemos. Por donde usted pase, se encuentra una soberana hilera de personas. En la comandancia de policía, todas las mañanas vemos a un número considerable de amorosas mujeres, llevándoles la alimentación a sus familiares detenidos. En el circuito judicial, siempre conseguimos algo parecido a una feria, todos los días se hacen presentes hombres y mujeres, con la esperanza de verles la cara a sus parientes. En los supermercados ni hablar, todo el mundo conoce el berenjenal; como si esto fuera poco, las ventas de cauchos, baterías están colapsadas, una demostración del dinero circulante al lado de una inflación asfixiante, saqueando el bolsillo de los consumidores.

Todo esto nos demuestra, la enorme equivocación de la oposición, traen con bombos y platillos a tres “ilustres” fracasados, ex presidentes de países latinoamericanos, golpeados por escándalos en el orden social y económico, en una abierta provocación, olvidando lo que todo el mundo sabe (Dentro del estado de derecho, las libertades son limitadas) esto rige en todos los países del mundo, con mayor fuerza y atropello en los Estados Unidos, por eso, quien intente comerse la luz roja, con dicen en los bajos fondos, se atiene a las consecuencias.

Es tanta la equivocación de la oposición, que no parecen estar viviendo en nuestro país; no han terminado de dar un traspié, cuando se están metiendo en nuevas acciones, tan locas, como montarse en un caballo salvaje, sin haber acariciado un manso perrito, muy de moda en estos momentos; no terminan de entender las reglas democráticas. Este nuevo desafio, sirve para enseñar a más de uno, como bien lo dijo el vendedor; hasta sus propios seguidores, se dan cuenta de la torpeza de sus dirigentes; llevar a un ex presidente a la puerta de una cárcel, para preguntar por un número telefónico, con la intención de llamar a Miraflores, es como dice el refrán: “Fueron por lana y regresaron trasquilados”. Es tan triste la comedia montada por estos personajes, que algunos medios de comunicación, resaltaron la torpeza de estos nuevos refuerzos; llegaron dando lecciones, cuando todo el mundo sabe: el venezolano en su gran mayoría, anda buscando resolver sus problemas, sin olvidar los tristes episodios de las guarimbas, por obra y gracia de una oposición, que solamente ve la solución en la violencia y la provocación.


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Narciso Torrealba


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