Cuando el diputado Niñodepecho García divisa a un reportero ZK, la carrera que pega es de pronóstico para alejarse esmachetao como si viera al diablo, Meteoro se quedaría pendejo; y, además, en la carrera él profiere palabras pordoxenas estrambótikas sexagesimales y epífitas.
De cuando en vez y viceversa, en tan pintoresca galopada, el Niñodepecho García tuerce su esternocleidomastoideo para asegurarse de que el intruso ZK quedó relegado y consecuencialmente no representará un peligro contra sus derechos humanos.
Mas, por si las dípteras, hombre precavido vale por más de uno, así que de ipso facto echa manos del celuloko y se comunica con el centro de control (remoto) para que lo rescate y lo lleve hasta la curul.
Ya instalado en plena sesión de la Asamblea Nacional y una vez que algún diputado patriota toma la palabra, en ese preciso instante García se pone de espaldas al estrado y apela de nuevo al celuloko, hace como que habla pero no habla ná, lo que hace es pura pantalla, esa es su manera de evadir la realidad.
¿Cómo es que ante una responsabilidad tal, ser diputado nacional, alguien se comporte de esa manera?
Y después se desgañita diciendo que él se gana los reales con el sudor de su frente.
Tal parece que él no es el único, ese es el comportamiento típico de toda la bancada opositora en la Asamblea Nacional; no tienen vergüenza pero ellos quieren seguir siendo diputados.
Ojalá “El Mazo” les jorungue el dossier, edite un caretablazo y lo pase en un buen tráiler para que la oposición vea a quienes los representan.